Saturday, June 24, 2006

¡Buen provecho, señor Jaime Quijandría!

En recuerdo del ilustre luchador por el petróleo y la energía en el
Perú, ingeniero Carlos Repetto Grand.
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¡Buen provecho, señor Jaime Quijandría!
por Herbert Mujica Rojas; hmujica@suisse.com
Liberación, 27-7-2001

El 24 de setiembre de 1990, por Resolución Suprema No. 022-90-EM/VME y
"previo informe favorable del Ministerio de Economía y Finanzas", se
resolvió: "Artículo 1.- Aprobar las Bases de Licitación Pública
internacional, Llave en Mano con Financiación LIP-PIN-002-89, para la
contratación de los Servicios de Ingeniería, Suministro de Bienes,
Construcción Civil y Montaje, puesta en Marcha del Proyecto "Nuevas
Unidades de Conversión para la Refinería de La Pampilla". Artículo 2.-
Autorizar a la Empresa Petróleos del Perú S.A.- a concertar las
operaciones de financiamiento que se deriven de la licitación a que se
refiere el Artículo 1.- de la presente Resolución, las que serán
oportunamente aprobadas de acuerdo a la legislación vigente sobre el
endeudamiento." Firman el documento: Alberto Fujimori Fujimori,
presidente, Juan Francisco Hurtado Miller, presidente del Consejo de
Ministros, y Fernando Sánchez Alvabera, ministro de Energía y Minas.

Como es obvio, esta resolución de Estado fue tirada al tacho, lugar al
que van todos los grandes proyectos de desarrollo del Perú desde hace
180 años. ¿Quiénes fueron los responsables de que esto ocurriera? Nada
más y nada menos que el directorio de Petroperú S.A. ¿Quiénes lo
integraban?: Jaime Quijandría Salmón como gerente general, Eleodoro
Mayorga y el gerente de producción industrial, Antonio Cueto D., el
primero voceado ministro de Energía y Minas, y el último, factor
fundamental para retrasar, escamotear y boicotear cualquier
posibilidad de que el Perú hiciera negocios limpios con su petróleo.

¿Qué le ha costado al país esta parálisis tan rara? Simplemente que a
enero-diciembre del 2000, la balanza comercial de petróleos y
derivados sea deficitaria en el orden de US$ 604,550 millones de
dólares. Como el tema no ha revertido su tendencia al rojo, hoy
debemos estar en una cifra mucho mayor.

¿Cuál es la madre del cordero? Con las nuevas unidades de conversión
los residuales de petróleo habrían sido usados como materia prima y
por procesos catalíticos se transformaban éstos en productos de alto
valor agregado, como gases licuados y gasolina de alto octanaje.

Hasta entonces se gastaban millones de dólares en la importación de
plomo tetraetílico (TEL) para aumentar el octanaje de la gasolina: y
se compraba a la Occidental su petróleo crudo y caro que tenía un alto
rendimiento de residuales. Cuando los tanques se llenaban por falta de
demanda interna, los residuales eran exportados a Aruba por precios
marginales. Cuando llegaba el invierno a los Estados Unidos, estos
mismos residuales eran vendidos por Aruba a este país por precios
multiplicados por diez o veinte. Como se verá, había dos negociados
muy claros en la Refinería La Pampilla e intereses creados a quienes
afectaba la implementación de unidades nuevas.

Sin embargo, el asunto es mucho más viejo. En una fecha tan lejana
como el 23 de agosto de 1982, se dice en la Resolución No.
030-82-EM/VM en uno de sus acápites lo siguiente: "Que estando a lo
informado por los órganos técnicos de Petróleos del Perú S.A., existen
circunstancias que demuestran que la demora en la ejecución del Diseño
Básico referido en el considerando anterior, ocasionaría perjuicios
económicos a Petroperú…. Que por las razones expuestas en los
considerandos precedentes, resulta de urgencia para el interés
nacional la inmediata contratación de los servicios para la
realización del Diseño Básico de la Unidad de Craqueo Catalítico y
Unidades Conexas para la Refinería La Pampilla, por lo que procede
exceptuar por esta vez a Petroperú S.A., del límite fijado en su
Reglamento para concursos de precios", se decretó en artículo único:
"Exceptúase por esta vez a Petroperú S.A., del monto límite para
concertación de Servicios mediante concurso de precios, autorizándole
a contratar la realización del Diseño Básico de la Unidad de Craqueo
Catalítico y Unidades Conexas de Refinería La Pampilla con el postor
que presentó la propuesta más conveniente en el concurso llevado a
cabo, la firma Universal Oil Products (UOP) Process Division". Firman:
Fernando Belaunde, presidente, Fernando Montero Aramburú, ministro de
Energía y Minas.

Quiere decir que casi una década antes, el gobierno de Belaunde ya
había entendido la importancia de repotenciar La Pampilla. ¿Qué
ocurrió para que esto no se llevara a cabo? La administración de
Petroperú de entonces, contrató como asesora para el estudio del
"orden de prioridades de proyectos" a la empresa Arthur D'Little. Pero
esta empresa asesoraba también por rara coincidencia a Petromin, ente
estatal petrolero, equivalente a Petroperú, de Saudi Arabia. ¡Lo
trágico es que en el gobierno de Belaunde no se hizo nada! ¿Y quién
fue el ministro inicial e importante de Energía y Minas, autor de la
política energética de esa época?: Pedro Pablo Kuczynski. Apenas si se
concluyó con la construcción de Refinería Iquitos, iniciada por el
gobierno militar de Juan Velasco, y la inauguración se hizo a marcha
forzada porque PPK ya se iba y debía entregar la obra para que
Belaunde la anunciara públicamente.

Lamentablemente durante el régimen aprista no se hizo nada por la
ejecución del proyecto. El desmadre político terminó de tronchar
cualquier esperanza de impulsar una visión de horizonte largo y
rentable. Fue un lustro perdido en materia energética.

¿Y qué pasó durante el régimen delincuencial de Fujimori? Aparte de la
resolución de que hemos dado cuenta: ¡sólo mentiras y evasivas
descaradas! El señor Jorge Kawamura Antich, presidente del Directorio
de Petroperú S.A., contestó que los proyectos no se habían llevado a
cabo por falta de resoluciones supremas, hecho que es contradicho
documentalmente en esta nota. Estos documentos firmados por Kawamura
son los que llevan la codificación SECR-078-2000 y SEC-079-2000. ¡Qué
infamia! ¿Querría decir que los ministros son los únicos con licencia
para mentir y, porqué no decirlo, seguir medrando a través de
ganancias ocultas en negocios muy bien montados?

Nótese la reiteración de nombres y siempre vinculados a exabruptos en
el tema petrolero y energético: Pedro Pablo Kuczynki y Jaime
Quijandría Salmón. El primero ministro de Economía y el segundo
voceado para Energía y Minas. ¿Es que en el Perú no aprendemos de
nuestros yerros y estamos condenados a parecer un país de imbéciles
sumamente testarudos? ¿No era que una sola vez capan al gato?

¿Los negociados del TEL y de los crudos, son más importantes para unos
pocos inescrupulosos que la política energética del Perú? Es evidente
que estos intereses fueron los que desalentaron y se rieron de
resoluciones presidenciales que alentaban la instalación de nuevas
unidades para La Pampilla. Con Jaime Quijandría al frente de
Petroperú, comienza el desmantelamiento de esta empresa estatal
productora de gran parte del presupuesto nacional. ¿No es acaso infame
que vuelva a tener un puesto de poder pero aún más arriba como
ministro?

La tragedia es que La Pampilla, regalada por 180 millones de dólares a
Repsol, firma española, llevó a cabo procesos similares a los
propuestos y ha multiplicado sus ingresos en cantidades aún no
calculadas. ¿Por causa de qué los peruanos que estuvieron a cargo de
la política energética permitieron que esta barbaridad ocurriese? Sólo
el terreno sobre el que se asienta La Pampilla vale cinco veces el
precio de venta pactada con los hispanos. Y si ellos pudieron elevar
la productividad, ¿porqué no lo hizo Petroperú?

¿Es la patria un filón que se puede vender a gusto de los fenicios que
llegan episódicamente a puestos de alto mando? La patria no se vende,
la patria se defiende.

¡Buen provecho, señor Jaime Quijandría!

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