Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
19-9-2022
¡Brutal presión laboral del neoliberalismo!
https://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/%C2%A1brutal-presi%C3%B3n-laboral-del-neoliberalismo
Los requerimientos que exige el neoliberalismo o capitalismo
salvaje a los trabajadores, manuales o intelectuales, de base o escritorio, es
simplemente la conversión del hombre o la mujer en guarismos cuya “eficiencia”
se mide en cuánto más hicieron ganar a sus empresas. Contrario sensu ¡de
patitas a la calle!
Y se es guarismo no sólo en lo económico, desmoralización,
cabeza gacha, humillación, horas extras no pagadas, recortes de sueldo en
cualquier momento, gritos y maltratos, también se cosifica a los seres humanos
trocándolos en simples transmisores y generadores de ganancias que no ven, pero
que sí se sabe a quiénes satisfacen.
Entre los jóvenes la estabilidad laboral se convirtió en
adorno y un día aquí y otro acullá. The sense of belonging (sensación de
pertenecer) ya no existe, el capitalismo salvaje, el sálvese quien pueda,
aniquiló principios, exacerbó el individualismo y atribuyó a la “rentabilidad” el
“mérito” de ser ambición y logro. Nunca la estupidez pudo estar más a tono con
la mediocridad de sociedades que dejan morir de hambre a niños, mujeres y
ancianos, y se jacta de ser “rentable”.
En el sugestivo artículo El sufrimiento social, entre las
creencias y valores (https://www.notaantropologica.com/el-sufrimiento-social-entre-las-creencias-y-los-valores/?utm_source=mailpoet&utm_medium=email&utm_campaign=las-ultimas-newsletter-total-entradas-de-nuestro-blog_3), encuentro este párrafo notable:
“Para concluir un análisis somero de la relación
entre neoliberalismo económico, vulnerabilidad y sufrimiento social.
M. Barreto, médica especialista en salud del trabajo,
observó en una encuesta hecha a 400 personas, que cerca de un cuarto de ellas
tuvieron ideas suicidas por causa de la excesiva exigencia del trabajo. Y
decía: “es necesario ver el intento de
quitarse la vida como una gran denuncia de las condiciones de trabajo impuestas
por el neoliberalismo en las últimas décadas”. Están especialmente
afectados los empleados de banca del sector financiero, altamente especulativo
y orientado hacia la maximización de los lucros. Una investigación hecha por el
profesor de la Universidad de Brasilia, Marcelo Augusto Finazzi Santos,
descubrió que entre 1996 y 2005 se había suicidado un empleado bancario cada 20
días, a causa de las presiones por metas, exceso de tareas y pavor al
desempleo. La Organización Mundial de la Salud estima que cerca de tres mil
personas se suicidan diariamente, muchas de ellas por causa de la abusiva
presión del trabajo.”
En la misma publicación, se subraya que:
“En los análisis que se hacen de la crisis actual es
importante incorporar este dato perverso: el océano de sufrimiento que está
siendo impuesto a la población, sobre todo a los pobres, con el propósito de
salvar el sistema económico, controlado por pocas fuerzas, extremadamente
fuertes, pero deshumanizadas y sin piedad. Una razón más para superarlo
históricamente, además de condenarlo moralmente. En esta dirección camina la
conciencia ética de la humanidad, bien representada en las distintas
realizaciones del Foro Social Mundial, entre otras.”
En buena cuenta, la deshumanización viene de la mano del
llamado neoliberalismo en que el mercado asigna como único agente qué papel
cumple cada quien. La inteligencia se circunscribe a dotar de mayores recursos
a los más poderosos que siempre son catervas de minorías que dominan el Estado,
los sucesivos gobiernos y cuentan con operadores nativos que venden su trabajo
por salarios “mejores” que los que se paga al resto. Algo así como los
caporales son premiados por azotar y explotar a los que están debajo.
La moral, los principios, el actuar con respeto, la
devoción por la vida humana y la calidad de sus participantes ¡no importan un
bledo!
Mientras que existan voces protestantes y serenas para
refutar el salvajismo contemporáneo, quedan firmes las esperanzas de volver a
la condición humana de seres con dignidad.