Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
6-11-2022
Libre comercio: ¡cuántos crímenes se cometen en tu nombre!
Los recientes casos policiales que involucraron a malos
agentes de aduana y su complicidad con empresas tramposas que usaron documentos
ad hoc para pagar menos derechos o para no honrarlos simplemente, hacen patente
cómo la no vigilancia de ninguna especie, puede generar sacadas de vuelta a los
impuestos, delitos al por mayor y abuso contra el consumidor.
El libre comercio, sin precios regulados, sueldos mínimos, horarios
ni controles, atribuye poderes mágicos y benéficos a la acción de la oferta y
la demanda. O sea que el consumidor es la última rueda del coche porque puede
comprar basura que es importada en grandes cantidades por el comerciante a
quien sólo interesa acumular soles o dólares.
Meses atrás denuncié públicamente cómo grupos de
importadores de mascarillas internaban al país con extrañas anuencias de los
entes del Estado, ese tipo de adminículos a precios que no cubrían ¡ni siquiera el costo!
Más aún, las mascarillas no servían para el supuesto para el
que eran importadas e introducidas al mercado local: la lucha contra el covid.
Entonces las compras que hacía el Estado enriquecían a mafias de importadores
nativos de baratijas chinas.
Pero esto puede repetirse en mil y un rubros en los que el
afán de lucro predomina y el irrespeto al cliente es moneda diaria.
Libre comercio o hagan lo que quieran.
La definición que sigue, precisa más o menos
bien qué profesan los que impulsan el libre comercio, olvidándose que siempre
el más poderoso predominará sobre el más débil y que las estadísticas pueden
arrojar, a veces, resultados controversiales.
Leamos:
“El comercio libre, libre
comercio o libertad de comercio es un concepto
económico que defiende el libre intercambio de bienes sin
restricciones de ningún tipo, suponiendo la eliminación de barreras artificiales
al comercio voluntario
entre individuos o
entre empresas.
¿Y qué ha ocurrido con no pocas empresas de
diversos ámbitos industriales y comerciales ante ese alud de productos con
precio a barrer? ¡Muy simple, quebraron o están en vías de hacerlo! El
trabajador pierde su fuente de ingresos, las empresas no logran colocar sus
productos y además dejan de pagar tributos pero la Sunat no entiende razones e
insiste en las cobranzas coactivas. El panorama no puede ser más caótico.
El 95.2% de las empresas formales son microempresas,
las mismas que deberían evolucionar a ser pequeñas, medianas y grandes
empresas. ¿Cómo hacerlas crecer?
¿Dónde se rompe la pita? Cuando una Mype que
fabrica, tiene que competir con productos asiáticos de dudosa calidad que
llegan a precios por debajo del costo de la materia prima. Se quiebra en
nuestra propia gente que tiene que dejar de estar en planilla y trabajar de
modo informal.
¿Quiénes han dirigido el país? Con el así “nomás”,
“así estoy cómodo” eso nos ha llevado a la mediocridad, pues nadie exige nada.
Entonces el libre comercio no es tan bondadoso
como suelen decir sus propagandistas que ya tienen decenas de años acaparando
sectores muy grandes del mercado nacional aún cuando van destruyendo a la
industria peruana.
Muchos de los importadores hacen lobby y
tienen operadores políticos que les protegen desde las instituciones
supuestamente gremiales y que se alinean con los grupos de poder.
Téngase en cuenta que el comercio libre
aborrece cualquier control porque eso impide que ganen dinero en cantidades
monstruosas. Y siempre será más barato contratar comunicadores que digan
cualquier disparate.
Los grandes importadores salen con mensajes
incorrectos tratando de confundir y mencionan que una ley de salvaguardas
generaría que todo suba de precio. Eso es mentir. Lo que va originar es que no
sigan ganado por algo tan fácil como comprar en Asia y malograr la industria
textil.
Nos acostumbramos a lo fácil, a la venta y
ganando más que el productor, desanimando al posible emprendedor que generará
una empresa formal.
Libre comercio: ¡cuántos crímenes en tu nombre!