Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
22-1-2021
¡Reyezuelos!
http://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/%C2%A1reyezuelos
Un fenómeno de nuestros días se repite constantemente en las
redes sociales: aventureros que escriben con faltas de ortografía, huérfanos de
concordancia y encima confundidos en sus párrafos, largos, densos, difíciles,
abstrusos. Estos reyezuelos se sienten elevados a la categoría de formadores de
opinión y vierten la suya con aires de suficiencia, doctrina y alta sabiduría.
A los reyezuelos no importa la opinión ajena. No pocas veces
yerran el análisis ¡precisamente! por no prestar oído a pareceres disímiles o
discordantes. El sectarismo atenta contra la serenidad y produce momentos de
vulgaridad más o menos señalada.
Hay reyezuelos en todos los partidos, agrupaciones de
cualquier clase, gobiernos, congresos, colectivos. Todos cojean del mismo pie:
su “verdad” es inmutable, supuesta ciencia infusa que no admite variaciones de
ninguna clase.
El conde Galeazzo Ciano estuvo casado con Edda Mussolini,
hija del Duce grandilocuente y también amante de sí mismo. En algún momento de
la fragorosa contienda entre 1939-1945, Ciano harto de los dislates y demagogia
de su suegro Benito, le llamó “César de carnaval”. La especie llegó a oídos del
mandamás y simplemente lo mandó a fusilar y dejó viuda a su hija. Al referirse
al emperador, Ciano ridiculizaba la imagen ya debilitada de Mussolini. Por lo
menos lo dijo y acabó a balazos.
Pero a los reyezuelos no les entran balas. Se imaginan a sí
mismos como profetas y reputan a sus “análisis” como la última Coca Cola del
desierto. Y por eso se equivocan y luego de años repiten lo que otros ya habían
previsto con un mínimo de sensatez.
Lo más dramático es que Internet y sus redes sociales han
creado a un lector pasivo que asimila conceptos, los repite acríticamente o
apoya lo que ¡NO ha leído! Los resultados no pueden ser peores, ciudadanos
vociferando monsergas y dando por cierto lo que son disparates monumentales.
Como no hay partidos políticos que sean escuelas de
interpretación de la realidad, estudios geopolíticos, socio-historiográficos,
los reyezuelos equivalen al tuerto en país de ciegos y sus trabalenguas son
cohonestados con frases huecas y de cliché.
Basta con recorrer las redes sociales y se encontrarán las
más desopilantes “opiniones” a cargo de gavillas que enfilan su media ciencia
contra alguien y le “pescan” defectos por millares e insuficiencias a causa de
la cual hay que “exigir” su renuncia si es ministro o presidente.
A Umberto Eco le disgustaban mucho los ámbitos de Internet
porque sostenía que eran refugio de no pocos imbéciles. A veces no queda sino estar
de acuerdo con el magnífico escritor italiano ya desaparecido.
Los reyezuelos son mitómanos, se creen sus propios ensayos
de interpretación y gozan hasta el paroxismo cuando reciben “likes” o “forward”
a sus “análisis” casi siempre grises y atiborrados de frases comunes y lenguaje
apocado.
Estoy plenamente seguro que a estos cultores de la semi o
media verdad, habrá que ajustarles las cuentas en el debate sano e ilustrador,
aunque, eso sí, hay que prepararse porque la procacidad será herramienta de
aquellos.