Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
15-10-2018
Alanismo, esa
inconfundible y patética ruina moral
AG demostró, sin ambages, cómo domina el comportamiento y
acción de los legisladores Jorge del Castillo, Mauricio Mulder, Elías
Rodríguez, Javier Velásquez y Luciana León. Luego de haber presentado un proyecto
de ley torpedeando el referéndum, debieron con indisimulado ridículo, retirarlo
y llamar error a su payasada. ¿Esta es la experiencia de que hablan los eternos
postulantes a la reelección que culmina el 9 de diciembre?
El abortado proyecto de ley retirado torpedeaba el
referéndum y revocaba el acuerdo del Congreso sobre no reelección de
congresistas y la bicameralidad.
Nótese que Jorge del Castillo debió anunciar el fin de la
contumaz barbaridad. Es que las órdenes se cumplen sin dudas ni murmuraciones.
¿Y en qué están ahora? Impulsando la censura al primer
ministro Villanueva y al titular de Justicia lo que podría promover que el
Ejecutivo plantee un tema de confianza al gabinete y todo desembocaría en la
disolución del Congreso. ¿Quiénes son los golpistas?
¿Qué impulsan los alanistas parlamentarios? Protección al
fujimorista Becerril; permanencia como fiscal de la Nación a Chávarry;
alejamiento de cualquier cosa que se acerque a AG y lo sitúe bajo el umbral de
las investigaciones de Odebrecht. En buen castellano, de todo, menos el bien de
las inmensas mayorías de las que están radicalmente divorciados desde hace
largos lustros. El último 7 de octubre el fracaso de AG fue aluvional en Costa,
Sierra y Montaña.
Entonces no hay
diferencias entre los alanistas legisladores. ¿Y cómo va la cosa por
dentro? Semanas atrás un grupo de militantes apristas (así se definieron)
suscribió una carta pública sugiriendo el alejamiento de AG y era claro que se
alineaban con el supuesto contrincante que acaba de quitarse la careta para
proclamar su fanático o convenido alanismo. ¿Habrán tomado nota de en qué pasos
proditores transita su “líder”?
AG no sirve para nada al Perú. Sus metas apenas si caminan
por el ego colosal y enfermizo muy distinto a lo que antaño fuera clarín de
protesta y masas incorporadas en la lucha por la justicia social, el aprismo.
Alguna vez el fundador y jefe del Partido, Víctor Raúl Haya de la Torre
refiriéndose a este sujeto me dijo: “este tipo es muy raro, se guarda las
cosas”.
¿Por qué los apristas de base, en lugar de lanzar denuestos
y dicterios huérfanos de cualquier argumentación, no meditan de cómo AG y
adláteres, les conducen paso a paso, hacia las fosas terminales de la extinción
y la vergüenza históricas?
Un par de meses atrás, tres idiotitas promovieron una carta
dirigida a Velásquez Quesquén para solicitarle organizara el XXV Congreso del
PAP, su esperanza soterrada era que fueran llamados a integrar la comisión
responsable de dicho cónclave. Ni les respondieron o los tomaron en cuenta.
Maniobras de topos y rastreros cayeron, felizmente, en el más absoluto vacío.
Sólo para dar cuenta de cómo hay trapisondas y paliativos cuando lo único que
tienen que hacer los apristas es botar enérgicamente a quienes usurpan cargos
de manera ilegal.
Estos días comprobaremos cómo continuarán comportándose las
marionetas de AG porque ha quedado totalmente confirmado que no son otra cosa.
Aunque posean riquezas atesoradas durante largos años de tráfico de
influencias, direccionamiento de recursos, deshonestidades al por mayor, su
traición será analizada al detalle y expuesta de manera pública. Y no para su
vergüenza, porque carecen de aquella, sino para ilustración del pueblo peruano.