Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
Diario Uno/ 16-8-2024
Fumigan a Figari ¿y secta sodalicio, qué?
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No pasa inadvertido el críptico lenguaje usado para
comunicar que con la firma del papa Francisco, echaron al cabecilla de la secta
Sodalicio de Vida Cristiana, Luis Fernando Figari. ¿Se tomaron su tiempo no?
¿Tantos años para comprobar, ratificar, subrayar que el sujeto de marras jamás
fue santo o iluminado sino un vulgar violador de menores?
Figari fue la cabeza pero no actuó solo, lo hizo en complicidad
con decenas de adláteres y colaboradores que respetaron la ley de omertá
(silencio mafioso) y torturaron, violaron, ejercieron manías destructivas,
durante mucho tiempo contra jóvenes.
La voz inicial, pionera, valiente, de alerta, cada uno en su
espacio y tiempo correspondió a José Enrique Escardó en Lima y a Héctor Guillén
Tamayo en Arequipa. Algunos muy pocos periodistas, nos unimos al grito
protestante de todos los modos posibles por escrito y por radio y televisión.
¿Por qué no dispuso la autoridad vaticana lo que debía ser
la lógica pétrea en todo este indigesto asunto aberrante, es decir, la
disolución de la secta Sodalicio? Actuaron corporativamente bajo la mente
enferma y directriz de Figari. Pero ¿el resto formaba el escuadrón de blancas e
impolutas palomas o simplemente eran eslabones de una atrabiliaria fuerza de
opresión?
El Sodalicio se apoderó con influencia documentaria,
abogángsteres solícitos y muy bien pagados, del domicilio del desaparecido
ciudadano Fernando Gerdt Tudela en Arequipa. Al violento desalojo de que fue
víctima el economista, concurrieron elementos de la más baja ralea alquilados y
mercenarios de los invasores con sotana. Gerdt murió sin su casa hace un par de
años.
Hay cementerios y negocios de diversa naturaleza que no
pagan impuestos o lo hacen de manera mínima “legalmente”. ¿Quiénes son los
dueños? Sodálites a quienes debía agarrarse del pescuezo para que confiesen el
largo rosario de delitos tomando la fe como pretexto.
¿No fue repudiado y echado, pocos meses atrás un sodálite de
Piura y con cientos de campesinos indignados que expresaron su repudio al
mandón aquél?
Héctor Guillén ha resumido los puntos
cardinales que implican, además de la disolución del Sodalicio, los daños
contra la sociedad y las dinámicas que se transformaron en denuncias:
-El papel que el librepensamiento peruano ha
cumplido en el inicio de las investigaciones, en la motivación de las denuncias
y en la estructuración del desarrollo de esta lucha laicista con el apoyo de la
prensa alternativa local e internacional. Los librepensadores peruanos, junto
con algunos padres de familia afectados, han sido los que por excepción,
heroica y estoicamente, han cargado con la responsabilidad histórica de
analizar, registrar, sintetizar y denunciar el accionar del Sodalitium
Christianae Vitae.
-Un Estado laico es la forma más civilizada de
vivir y convivir, pues se basa en el respeto y la tolerancia entre los diversos
credos entre sí, y también entre creyentes y no creyentes. Indispensable que se
respete el régimen de independencia establecido en el artículo 50º de la
Constitución y no se privilegie a ningún credo en especial, como se hace con el
catolicismo.
-El Concordato, firmado clandestinamente en
1980 entre la Santa Sede y el gobierno dictatorial de Francisco Morales
Bermúdez, jamás ha sido discutido ni ratificado por ningún Congreso. Beneficia
unilateralmente al estado Vaticano y ha sido el sustento formal y legal sobre
el cual el Sodalitium Christianae Vitae ha podido actuar.
-El Sodalitium Christianae Vitae es una
organización peruana y debe ser sometida a la justicia peruana, investigada y
sancionada por sus delitos, abusos y omisiones. Debe dictaminarse una medida
cautelar sobre su extenso patrimonio y sus empresas.
-Deviene urgente la inmediata intervención y
pronunciamiento del Congreso (legislación), el Ministerio de RR.EE.
(Concordato), el Ministerio del Interior (denuncias policiales), el Ministerio
de Justicia (demandas penales), el Ministerio de Educación (Apafas y contenidos
educativos), el Ministerio de Salud (salud mental), el Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables (abusos de menores), el Ministerio de Transportes y
Comunicaciones (ACI Prensa), la Defensoría del Pueblo (vulneraciones), la SUNAT
(exoneraciones tributarias).
-En el ámbito privado urge el pronunciamiento
de las ONG de derechos humanos (derecho a la libertad de conciencia), del
Colegio Médico del Perú (mala práctica médica) y de la Asociación Psiquiátrica
Peruana (asesoramiento a víctimas).
-Las víctimas del Sodalitium han quedado en
total abandono asistencial y se ha demostrado innegablemente una ausencia de
solidaridad social, una grave falta de conciencia y una alarmante
desinstitucionalización que ya no puede continuar.
-Imprescindible que se cumpla con la
recomendación internacional del Comité de los
Derechos del Niño de NNUU, que en sus Observaciones Finales sobre el segundo
informe periódico de la Santa Sede, publicado el 25 de febrero del 2014, en su
artículo 61, inciso e) dice específicamente que se “promueva la reforma del
régimen de prescripción en los países en que éste impide a las víctimas de
abuso sexual de niños obtener justicia y reparación”. Actualmente la
prescripción de estos delitos en el Perú se ha convertido en un
instrumento legal para la impunidad de los depredadores sexuales de menores,
especialmente para los del Sodalitium.