2015: fútbol peruano y
nuestra realidad en tecnología
por Alonso Mujica Troncoso; amujica@timov.pe
28-12-2015
Desde los inicios de Timov, en el 2014, me he dedicado investigar,
aprender, reaprender y relacionarme con distintos temas, ámbitos y actores de
los “ecosistemas” emprendedor y
tecnológico del Perú y de algunos otros países. Nótese que hablo de dos ecosistemas entre comillas, pues desde
mi análisis el emprendimiento y la tecnología son partes de diferentes y no
necesariamente se complementan o trabajan juntas o forman un ecosistema.
Explicar la realidad de los “ecosistemas” en Perú es difícil,
porque habría que ahondar mucho dado que el conocimiento de lo que sucede
localmente es muy limitado. Con suerte, los medios masivos cubren con algo de
profundidad los temas, aunque muchas veces lo hacen más con miras de llenar una
publicación que de informar correctamente. Entonces, y a raíz de algunas experiencias
vividas en carne propia, me tomo la licencia de hacer un paralelo con una
materia que despierta las pasiones de millones de peruanos y que aparentemente
todos conocen o entienden algo (a diferencia de nuestro “ecosistema”): el fútbol.
1.
A la
prensa le encanta vender humo y luego aniquilarte: Perú
hace una excelente campaña en la Copa América y todos los diarios ya nos dan
como fijos en Rusia 2018. Al cabo de unos meses, comenzamos a pasarla mal en
las eliminatorias y salen los temas de siempre “borrachos”, “juergueros”,
“indisciplinados”, “no la sudan por su país”, “Gareca se debe ir” y demás. Si
te va bien están contigo y si te va mal, la puñalada cae por la espalda.
2. Nos quejamos de que no hay talento (o que hay
muy poco): en nuestro país seguimos hablando del Mundial del 82, de la gira
europea de Perú en Europa, de los golazos de Cubillas y los malabares del
“Cholo” Sotil en el Barcelona. Sin
embargo, desde esas gloriosas generaciones de deportistas, el país no ha
logrado replicar nunca una selección con esos logros. Y no es que no haya
habido talento porque hubo peruanos que si lograron muchas cosas en sus
carreras individuales.
3. No hay respeto alguno por los procesos
de largo aliento: si revisas la continuidad de los técnicos y sus respectivos comandos
de los últimos años, tanto en las selecciones mayores como en las menores,
verás que ninguno estuvo al frente de un
proceso por más de cinco años. Desde hace mucho tiempo – y quizás nunca –
ha habido un proceso de largo plazo con un plan para ejecutar durante los
próximos 20 años que implique desarrollar talento joven, reformular las
instituciones y demás medidas indispensables para cambiar la realidad (y ver
los frutos de acá a mucho tiempo).
¿Qué tiene que ver esto con nuestra
realidad a nivel de emprendimiento y/o tecnología?
Para
cada punto, su respectivo paralelo:
1. Cada
concurso ganado, cada millón (o miles de dólares) de financiamiento obtenidos,
cada premiación o convocatoria nueva, cada 64 millones de soles invertidos en
premiar nuevas camadas de emprendedores, cada evento y demás son sinónimos de
“x” cantidad de titulares. ¿Y después? ¿Cuántos se preocuparon de ver qué es lo
que pasa con todas esas empresas al cabo de los concursos, premiaciones,
financiamientos?. ¿Cuántos se preocupan de ver qué pasa dentro?. ¿Los programas
son buenos?. ¿Los manejan gente con experiencia?. ¿Qué resultados obtienen?.
Recuerdo incluso el caso de una “startup”
que se quería comer a Facebook y ahora tiene
unas oficinas abandonadas en Manuel Olguín en Surco. Está bien expender diarios, generar visitas a sus sitios web para
vender publicidad online y demás… pero para que el tema crezca de manera
contundente, es indispensable un tratamiento serio y profesional de la
información. Muchos dejan demasiado que desear… En pocas palabras, nos vendemos
como la Alemania campeona del mundo, pero somos el Perú que no clasifica hace
más de 30 años.
2. “¡No
hay desarrolladores”, “¡No hay buenos emprendedores!”, “Estos inversionistas
solo saben invertir en casas y minas, nadie sabe de tecnología” y demás afirmaciones
son comunes en nuestro querido país (o bueno la verdad en Lima). Todo el mundo parece tener infinita capacidad
de quejarse y de criticar lo que no hay. Ninguna de estas personas que habla
parece tener la forma de hacer algo para resolverlo. ¿De qué nos sirve un
diagnóstico, si no se puede curar la enfermedad?. ¿Cuántos proyectos serios y comprometidos existen para desarrollar
talento en tecnología en el Perú?. ¿Cuántos se están preocupando de que hayan
más facultades de tecnología e ingeniería en las universidades?. ¿Sabían que
los ingenieros de Sistemas en su mayoría no saben desarrollar sino administrar?.
¿Sabían que las universidades enseñan tecnologías obsoletas a sus alumnos?.
¿Cuántos se han preocupado que las universidades cambien sus cursos sobre
negocios o empresariado e incluyan temas sobre tecnología y gestión de la
información?. ¡Es muy fácil quejarse!. Pero ¿quién está haciendo algo al
respecto?
3. ¿Cuántos
procesos de largo plazo se están ejecutando en el país para cambiar esta
realidad?. ¿Cuántas reformas institucionales se harán en los próximos años,
tanto en el ámbito público como el privado?. ¿Cuántos de los principales
candidatos a la presidencia están tocando estos temas en sus agendas?. Basta
con ver algo sobre PPK o Acuña, Alan o Keiko para constatar que el tema está en
pañales todavía… A diferencia del
fútbol, no es que no haya respeto por los procesos de largo plazo…
Prácticamente no hay procesos de largo aliento. ¿De qué nos sirve seguir
metiendo plata en el equipo actual si no tenemos jugadores de calidad?. Y si
tenemos algunos, son bienvenidos a levantar la mano y empezar a construir más
de ustedes con nosotros.
Entonces, ¿qué nos queda?. Esperar a que salga la próxima
generación de superdotados que nos ponga en el “mundial” o ¿deberíamos estar
haciendo un trabajo serio para transformar la realidad del Perú en los próximos
20 años?. ¿Por qué tenemos que esperar a que alguien más haga algo?.
¿Vamos a esperar que salga un Mark Zuckerberg peruano?. ¿Si Zuck o
Jobs nacían acá podrían haber logrado construir tamañas compañías en
tecnología?
Mi opinión personal es que
sin una apuesta seria y de muy largo aliento por desarrollar talento estamos
embrollados, y esa apuesta y trabajo serio deben comprarla todos: políticos,
prensa, educación (privada y estatal), empresariado y la juventud – que en menos de diez años tomará las riendas del país-.
Es hora que la gente que dice ser
diferente en Perú, emprendedores y tecnólogos, se pongan a trabajar no
solamente por sus emprendimientos, sino por impulsar al Perú como un mejor lugar
para hacerlo y para ello es imprescindible que todos los actores, desde sus
trincheras, hagan una auto-reflexión y se pregunten: ¿Lo que hago, contribuye
con valor o es solo humo?. ¿Cómo puedo dar el mayor valor posible al ecosistema
con los recursos que tengo?
Desde Timov
nos hacemos esta pregunta y esperamos aumentar el valor que aportamos al
ecosistema día a día. No somos perfectos, pero queremos ser mejores cada día.
Invitamos a cada uno de ustedes a pensar cómo puede aportar y a ignorar a los
que no aportan. Solo con un esfuerzo
conjunto se logrará sacar adelante al Perú como una nación capaz de agregar
valor en tecnología.
Te invito a leer otros artículos relacionados a talento y
tecnología:
1.
¿Por qué
un ecosistema sin hackers está destinado al fracaso?
Agradecimientos especiales a Jorge Jaime y Amadeus Malca quienes
leyeron versiones iniciales de este artículo e incluyeron sus sugerencias.
Timov no necesariamente
comparte las opiniones presentadas por sus columnistas, sin embargo respeta y
defiende su derecho a presentarlas.
Tags: Ecosistema, Tecnología, Emprendimiento, Perú, Política,
Educación, Talento,