María Marián:
Confidencias en voz alta y clara
por Jorge Smith; kokosmithm@hotmail.com
19-6-2017
Raquel Prialé Jaime (Huancayo 1927), cuyo pseudónimo es María Marián, nos entrega este recital con una selección de su poesía, dentro del cual habrán extractos de su próxima obra. Es mérito de ella a la altura de sus 90 años, insistir en restituir la inspiración poética con el lenguaje adecuado. Esperamos la pronta entrega del segundo libro de la autora, el cual solo conocemos en parte, pero desde ya podemos decir que la incrustación en el texto poético de fragmentos coloquiales le dan una rara originalidad. Por el momento hemos optado por reiterar las reflexiones que nos inspiraron el leer su primer poemario Como cuando se riegan jacintos tiernos a modo de aperitivo. Los versos fueron escritos en los años 40, los 50 y años posteriores, pero que por la sinceridad poética que tienen sus versos, guardan su frescura. Es como abrir una botella tirada al mar con un mensaje adentro y al abrirla encontrar un mensaje urgente, y descubrir sorprendidos que como por arte de magia, la tinta del papel esta todavía fresca.
Hija del legendario Ramiro Prialé, no podía dejar de
ser testigo traumatizado y de alguna manera víctima indirecta de la
persecución, destierro y prisión que sufrió su padre, sumado a la temprana
muerte de su madre. Esas, no deseadas ausencias, flotan en su
poesía, y reflejan la inestabilidad política del país que le tocó vivir en
su juventud. Un texto muestra aquello:
"Alejan al padre del hijo, /dejan el horno sin pan /y a
la madre la ponen /tan sola, junto a la cruz /del camino, vacilante y
suplicante"
Hay múltiples facetas en el texto. Hay lirismo,
erotismo, dudas, añoranza, pasiones inconclusas y ausencia, siempre la ausencia
y la imposibilidad de olvidar. Hay dolor pero no lloriqueo. Flota a veces como
telón de fondo, el elemento andino que enmarca en forma casi imperceptible
su poesía. Su saber poético, no ignora que dejó la riqueza visual del paisaje
andino al trasplantarse al mundo incoloro, conflictivo y ruidoso, pero
también deslumbrante de Lima. No fue un aprendizaje fácil para la
joven Raquel.
Desde el inicio sin duda, tenía María
Marián, urgencia en testimoniar y con precocidad logró el lenguaje
adecuado para expresarse. Hay poemas salpicados de erotismo, con versos
que en su simplicidad juvenil y hasta ingenua lo dicen todo:
"¿Recuerdas cuando tomándome enlazada y /apretándome el
talle me dijiste, /no te dejaré nunca porque te amo?"
En sus versos se evidencian los diferentes matices que
son atributos de la feminidad, cuando esta aterriza en la poesía, pero no como
algo forzado e innecesario. La feminidad no es algo que debe
enriquecer artificialmente a una mujer, ni una herramienta para seducir a
incautos. La feminidad es justamente eficaz cuando solamente está sugerida. Es
lo que logra transmitir María Marián en sus textos. Logra seducirnos
sin quererlo, casi involuntariamente, sin empujones nos introduce a su mundo
poético.