Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
20-8-2018
Presidente Vizcarra:
¡cuestión de confianza para referéndum, de una vez!
Todas las triquiñuelas, mañas, tretas, vivezas, volteretas
múltiples, están siendo empleadas de forma activa y pasiva por los
congresistas. Un referéndum que los mande a su casa, sin eco periodístico,
huérfanos de sueldo mensual, despojados de chofer y auto, sin tropas de
secretarias y pelotones de asesores, les aterra y están decididos a “defender”
su modus vivendi por angas o por mangas.
Al congresista lo único que le interesa es su “estabilidad laboral”,
olvidando con insolencia que esta cuota de poder es absolutamente prestada,
episódica, a veces larga como en el caso de los parlamentarios-curul (la silla
es prolongación de sus posaderas). Y en esta vocación no hay izquierdas,
centros o derechas: a todos conmueve ser o parecer protagonistas de nuestra
malhadada historia contemporánea.
Si lo anterior se traduce en la intensa repulsa que genera
el Congreso en la población, más del 90% abomina de los precarios de Plaza
Bolívar, la gente común y corriente se pregunta ¿qué hacemos? O, mejor dicho,
¿qué hace el presidente Vizcarra para apurar un trámite que el pueblo apoyará
con abrumadora mayoría, como es el referéndum?
Con agudo olfato ha dicho el doctor Guillermo Olivera Díaz:
“Referéndum puede y debe hacerse el 7-10-2018, cambiando
cualquier norma que se oponga y venciendo la tozuda resistencia keikista.
El pueblo es el poderdante y el Congreso apoderado. Los congresistas son
simples apoderados y el poderdante es el pueblo que les delega su poder. Les
paga por esa labor.
En consecuencia, si el poderdante o mandante, o sea, el
pueblo, retoma su poder y quiere expresarse en Referéndum o hacerlo en Asamblea
Constituyente, los apoderados en el Congreso carecen de facultades para
oponerse. Los apoderados o congresistas están para cumplir órdenes de su
mandante, allanar el camino para que se manifieste quien los eligió por breve
tiempo.
El presidente Vizcarra debe plantear, de una vez por todas, Cuestión de Confianza, con la cual se
busca que el pueblo mismo resuelva la tozudez de sus mandatarios, sin
facultades para rebelarse contra su mandante.”
La propuesta va directa e indiscutible para resolver todas
las argucias de los legiferantes. Creer que alguno de ellos decline de buena
gana o por democráticos, su muy desprestigiado sobre de pago y estancia, es un
verdadero disparate.
Planteado el asunto como Cuestión de Confianza por el mandatario Vizcarra ante el Congreso y
contra la reelección inmediata y total
de parlamentarios, se generaría el dilema hamletiano: to be or not to be,
ser o no ser. Por tanto si el Parlamento niega esa confianza fleta su pasaporte
constitucional para su cierre inmediato. Y, no creo equivocarme, ante el alborozo
generalizado del pueblo peruano.
El referéndum contra la reelección inmediata y total de
parlamentarios, obliteraría el camino a las vacas sagradas que ya están
articulando esfuerzos para cobijarse en el grupo de los 30 senadores. Aquello
significaría mocos por babas porque hay unos iletrados a quienes no bastan los
lustros seguidos de vivir de la cansada ubre del Estado sino que pretenden
continuar bajo el rótulo de experiencia y sabiduría. Demostraremos en los días
que vienen cómo muchos de estos en realidad lo único que han hecho es guardar
silencio contra los intereses del pueblo peruano.
Y el que calla, otorga.