Wednesday, March 27, 2013

Sueño premonitorio volando a París

Sueño premonitorio volando a París

por Guillermo Olivera Díaz; godgod_1@hotmail

http://www.voltairenet.org/article177988.html?var_mode=recalcul

 

27-3-2013

 

Anoche, no estoy seguro, si fue entre dormido y despierto o profundamente inconsciente, me sentí dentro de un mastodonte de aviación de Air France, rumbo a París, cruzando el Atlántico con más de 350 pasajeros que no buscan indulto porque están libres de delito y pena y divisando en la penumbra Notre Dame, los Champs Elysées, la Tour Eiffel, entre otras reliquias del ingenio humano.

 

Ya hubiera deseado que este fenómeno onírico, natural, me transportara por los 45 países que he visitado, y en algunos he vivido por varios años, haciendo post grado en materia penal: Inglaterra e Italia. En la Rubia Albión nació Guillermo, uno de mis herederos, quien cursa estudios  en la universidad de Aachen, Alemania. Maité, está en Zürich, Suiza. Otros vástagos residen en San Borja, Lima.

 

 Entonces, me sentiría al volante de mi Fiat 850, celestito, yendo de Cambrigde (donde era Visiting Scholar) a París, cruzando Londres y el Canal de la Mancha, de Dover a Calais. Recordaría que de allí fui a Bruselas, la capital de Bélgica, Amsterdam, Copenhague, Estocolmo, Helsinki, Varsovia, Bucarest, Budapest y Sofía, en camino a Estambul, en Turquía. De aquí regresé a Roma, Italia, vendí el Fiat y con su precio volé a Lima.

 

Lo único que aborrecí de este sueño, que anticipa mi viaje, es que se materializara el accidente de carretera que tuve en Bulgaria y el robo que sufrí en Estambul, mientras contemplaba el Estrecho de Helesponto, que une Europa con Asia. Aquí, perdí los manuscritos del tercer tomo de mi Criminología Peruana que nunca pude reescribirlo; los dos tomos precedentes pueden revisarlos en bibliotecas. También escribí otros libros y 423 artículos que los ha publicado la red francesa Voltairenet, gracias a la gentil mediación del prestigiado periodista, pero sin fortuna crematística, Herbert Mujica Rojas.

 

En fin, los sueños repiten las vivencias recientes o remotas, o concretan lo que se deseó y quedó reprimido en el inconsciente o se pretende concretar, y, según Segismundo Freud, sus imágenes hasta dramatizan, nos parecen reales aun que deliren.

 

¡Soñar no cuesta nada, ni los mil setecientos dólares en que frisa el boleto de avión!

 

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El seductor encanto de la presidencia



 

Señal de Alerta

por Herbert Mujica Rojas

27-3-2013

 

El seductor encanto de la presidencia

http://www.voltairenet.org/article177984.html?var_mode=recalcul

 

¿Qué sortilegio o embrujo posee la presidencia de un país? Algunos matan, a los suyos y a los ajenos, por alcanzarla. Golpes de Estado, trampas aviesas, crímenes mil desde su solio, se han cometido desde que Perú alcanzó el grado simbólico de República el 28 de julio de 1821 cuando San Martín proclamó la independencia con medio país ocupado por los españoles. El sueño angurriento, el clímax estentóreo del político hambriento constituye llegar a la primera magistratura.

 

¿Tiene poder realmente un jefe de Estado? Personifica a la Nación dice la Carta Magna, pero no puede dejar de reconocerse que algunos de los que estuvieron en el cargo, constituyen máculas indigestas del peor gusto y de la más grande indignidad. Unos por claudicantes y mediocres, otros por rateros vulgares y exaccionadores de la cosa pública. ¿Qué, sino, es el patrón del mal que se compra casitas de 1 millón de dólares y desea repetir por tercera vez la presidencia?

 

En otro trabajo, ¿Poder? ¿cuál poder?

http://www.voltairenet.org/ecrire/?exec=articles&id_article=135298&bonjour=oui , afirmamos:

 

"A menudo, con la fragilidad que surge de una criminal ignorancia, a veces adrede, se confunde poder con gobierno. El cuento del sistema democrático contribuye en no poco a esta falta de claridad porque se enmascara un comicio como la muestra feliz y sublime de la "expresión ciudadana". Cuando el hombre común y corriente debe escoger lo hace entre ilustres desconocidos, no pocos payasos o conocidos demasiado viles y corruptos. Por tanto, la democracia no sólo no se renueva sino que vulgariza su contenido, lo empequeñece y torna cualquier cosa menos un ejercicio cívico de profilaxia social. Cualquiera llega al gobierno y ejemplos recientes y vigentes hay múltiples. El poder mayestático, insolente, fuerte, está allí, mandando por encima y con todas sus correas de transmisión.

 

Nuestros esquemas productivos no se deciden en Perú. Los planifican y seleccionan poderes foráneos. Si hay que suministrar gas, para que Chile y otros países del sur tengan su gigantesco gasoducto y produzca el país vecino austral energía eléctrica para venderla a Perú, entonces ¡ese es el rumbo! El poder y sus genízaros, empujan sibilinamente esta "conveniencia". ¿No hemos visto a PPK, el ciudadano norteamericano, operador de las transnacionales, sosteniendo las bondades de estos esquemas?

 

¿Poder? ¿cuál poder?

 

Las más de las veces, los que llegan al gobierno tan sólo administran la hacienda para los poderes. Detrás de un sillón con mando aparente, hay otros que cotizan nuestra moneda, nos definen como riesgo país, nos colocan como despensas gasíferas, energéticas, acuíferas o minerales de sus logísticas unipolares y que están tomando las previsiones contra el inevitable dragón chino que despertó con furia multitudinaria y procurando que América Latina sea un patio trasero funcional y engrilletado a Estados Unidos a través de TLCs, tratos bilaterales, Planes Colombia, etc." Y no hay nada de lo que debamos desdecirnos.

 

No obstante lo antedicho, el ciudadano común y corriente, para quien la presidencia o hasta el más mínimo y modesto empleo en la cosa pública está casi vedado de por vida si no pertenece a las pandillas electorales, la presidencia tiene ribetes mágicos. Son miles los oficios, cartas, emails y documentos que llegan a diario a la oficina administrativa de cualquier presidente. La magia del cargo, el encanto seductor de una responsabilidad, es creación popular que atribuye virtudes resolutivas a quienes son simples administradores del poder que se maneja en alturas multinacionales y millonarias. Aquí se reparten las migajas.

 

Verbi gracia: pregunté ayer porqué no se ordenaba la publicación para conocimiento de la sociedad del contrato que renueva por 18 largos años más la concesión a Telefónica-Movistar. Cierto que ninguna importancia tiene quien esto escribe, pero los cientos de miles de usuarios que pagan precios abusivos a Telefónica y que sufragan sueldos de la burocracia, de presidente a paje, tienen derecho a saber qué están contratando en su nombre. Pero ¡no se oye padre! Y lo que debiera ser de oficio, natural y transparente, ha generado la monstruosidad que en Perú NO se conozca el documento que obsequia casi dos décadas pingues más en ganancias a Telefónica-Movistar. ¿Y el presidente? De repente está muy ocupado en otros temas.

 

Para miles su sueño de opio es ser presidente del Perú. Gran parte de esos millares no califica ni para mozo de restaurante modesto. A menos que ser claudicante, concesivo, ramplón y gárrulo signifiquen "virtudes" de nuevo cuño y "méritos" para serlo.

 

Un país no se construye con candidatos que dicen algo en campaña y una vez en la presidencia y abrazados por el poder real y cruel de ultramar, se entregan anuentes al diktat que emiten los que mandan realmente. La aberración podría graficarse en la criolla sentencia: una cosa es con guitarra, otra con cajón.

 

En Perú el presidente no debe ser palurdo, bocatán, deshonesto y ratero, como tampoco un aprovechador de los dineros del Estado para fines egoístas prolongadores de nuestros seculares males de corrupción y molicie social.

 

Y las nuevas generaciones deben exigir todo esto y pulverizar a los réprobos con la muerte civil vitalicia.

 

 

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Actividad reciente:
CHIMÚ, LISTA CULTURAL ALREDEDOR DEL MUNDO



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