Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
18-6-2020
¡Repartiendo la torta
y la regla de oro!
¿Se acuerdan cuál es la regla de oro? En Perú quien tiene el
ORO hace la regla.
Es decir quienes cortan el jamón de las finanzas, manejan
los altos puestos de cualquier administración y son los palafreneros de los de
afuera, hacen lo que más conviene a sus millonarios bolsillos. ¿De qué otro
modo se entiende que Reactiva y fondos ingentes hayan ido a parar a intereses
bajísimos a bancos, miedos de comunicación, clínicas, estudios abogadiles
especialistas en regalar al Perú en generosas porciones y para las Pymes un
irrisorio porcentaje?
Ha dicho la titular de Confiep, esa especie de oficina regia
de las transnacionales, que se puede perforar la estabilidad jurídica y no sé
qué más cosas, si se toma en cuenta el conjunto de medidas propuestas por el
Congreso. La señora entona el cántico clásico: azúcar caro y cholo barato, despedida perfecta y bajos intereses para
los señorones cuyas fortunas, de ser auditadas, delatarían no pocas sorpresas.
El genuino espectáculo que brinda el escenario peruano no
deja lugar a dudas: unos pocos privilegiados mandan, hacen y deshacen; el resto
mira, sufre, abomina pero NO puede hacer nada. O muy poco. Tal la
desorganización de la sociedad civil cuya diáspora alientan sin rebozo los
miedos de comunicación, todo con tal de perpetuar un país de confundidas
gentes.
¿Qué puede hacer la ñañita que “pilotea” el MEF? Habría
primero que preguntarse si fue entrenada para otra cosa que proteger la formalidad
que custodia el sistema de intereses altos para los de arriba y que no se
muevan ¡un ápice! ¿Son bondadosos los bancos y los agentes financieros que
reprogramaron la deuda de cientos de miles de clientes? ¡Para nada! Aquellos
podrían vivir ¡sin cobrar un centavo! de todo lo que sí han abusivamente
exaccionado con decenas de tasas a los usuarios en los últimos 30 años.
El crimen estriba en que ¿cómo pueden los bancos e
instituciones financieras, clínicas y estudios de abogados, miedos
comunicativos, contraer préstamos del pueblo peruano, vía el Estado, con
intereses bajos, cuando ellos y sus servicios siguen con precios inconmovibles?
¿Alguien sabe si los bancos bajaron las tasas que aplican a todo cuanto pase
por su dintel usurero?
El presidente Vizcarra afirma su sorpresa que empresas
cuestionadas por lavado de activos accedan al dinero de Reactiva. ¿Y qué ha
hecho para parar el asunto y meter en la cárcel a los agentes y operadores de
esta estafa? Que se sepa, no gran cosa, si algo.
La oposición o lo que así se llama, se solaza endilgando a
Vizcarra todos los males del Perú, los actuales, pasados y los que vengan, por
si acaso. Como si eso contribuyera a una construcción social porque no son mas
que los resuellos de grupos trogloditas y embusteros capaces de vender no sólo a
sus respectivas madres, sino de discutir ¡hasta el precio!
Los clubes electorales ya están alentando candidaturas aquí
o acullá. Los miedos de comunicación hacen lo suyo y nos embuten a unas
personas cuyo único talento consiste en saber decir idiotez y media. Indaguemos
por su concepción integral del Perú y arribaríamos a las sorpresas más
desopilantes: gran parte de aquellos ¡ni siquiera conoce más allá de Lima!
La falta de programática política es sensible. Sabemos sí
que hay nuevas y superiores propuestas que incluyen a la salud mental como
política de Estado y en búsqueda de un Perú justo, culto y libre.
Mientras tanto y en los días que corren, hay que aguantar
los plañideros lamentos de quienes profesan la estabilidad jurídica.
¡Pamplinas! ¿Qué es la estabilidad jurídica?: ¡Aquella que sirve para que el
azúcar siga caro y el cholo, más barato!