Déficit fiscal, reto urgente de nuevo
gobierno
por
Germán Lench Cáceres; germanlench@gmail.com
6-4-2018
Uno de
los objetivos más importantes de la política económica del gobierno debe ser
invertir en educación, tecnología e innovación pero al parecer esto se
encuentra dirigido en estimular la exploración y explotación de materias primas
minero-energética.
Nuestra consolidación fiscal debe venir de un aumento de
la recaudación de ingresos por impuestos más qué por la reducción irracional
del gasto público, una política fiscal restrictiva debilita el crecimiento
económico.
No debemos preocuparnos de la Caja Fiscal sino de la
inversión privada y la pública que complementa a la privada, para tratar de
alcanzar un crecimiento económico del PBI en 4% el 2018; el equipo económico
anterior fracasó en esto, por tanto el nuevo equipo debe dar a conocer la
estrategia para recuperar el dinamismo de la inversión privada ahora que la
bonanza de los commodities llego a su fin.
Como la
inversión es un asunto de confianza, una preocupación está en el campo
político, que no es capaz de generar la credibilidad necesaria. Los problemas
políticos afectan directamente al crecimiento económico.
El déficit fiscal del 3.5% no
debe disminuir a costa de reducir la
inversión pública sino de incrementarla pero este año los temas de corrupción y
el escandaloso ruido político serán una traba.
Para
bajar el déficit público se debe atacar la causa del problema, que es una baja
recaudación tributaria o un alto nivel del gasto público corriente de mala calidad
e improductivo.
El gobierno
debe pensar más allá del corto plazo y optar por medidas que incrementen los
ingresos tributarios de manera permanente y rápida, lograr la meta de llegar al
1% de déficit en el 2021.
Solo con
instituciones políticas inclusivas, que protejan la propiedad privada,
estimulen la innovación emprendedora y generen incentivos por igual, se puede
salir de la actual situación. Es decir, de cómo se organice la política dependerá
cómo funciona la economía.Con el cambio de gobierno,
el nuevo equipo económico debe ejecutar acciones creativas, para disminuir el
déficit fiscal, así mismo se debe generar la confianza suficiente y
transparencia en el manejo de las finanzas públicas, adoptando medidas para continuar
con el proceso de crecimiento económico del 4.5% en el PBI 2019, incrementar
exportaciones, reducir el gasto público
improductivo, aumento de la tributación a las grandes empresas, reorganización
y reestructuración de la SUNAT y refuerzo del
cuerpo de inspectores, aumento de las investigaciones a grandes fortunas que no
pagan impuestos y fortalecimiento de la Unidad de Inteligencia Financiera.
El
nuevo equipo económico debe tener en cuenta que las políticas nacionales de
desarrollo, fijadas por el Plan Bicentenario, requieren que los ingresos
tributarios se incrementen en cinco puntos del PBI, en promedio, al año 2021.
Nuestra
estructura tributaria está orientada a los impuestos indirectos. Por ejemplo,
el impuesto a la renta dirigido a las personas naturales recauda apenas la
quinta parte de lo que se recauda en promedio en los países de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE. ¿Cómo revertir esta
situación?
No olvidemos que “La gente empieza a darse cuenta de que el
aparato del gobierno es costoso. Lo que aún no ven es que el peso cae sobre
ellos”, dijo el economista francés Claude Frederick Bastiat.
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