Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
5-1-2017
Caso Odebrecht:
¿reservas con los delincuentes?
Las autoridades judiciales del Perú han dicho que hay temas
reservados en el caso Odebrecht. Curioso porque ya se sabe que US$ 29 millones
de dólares fueron a parar a bolsillos de rateros que han expoliado dinero del
pueblo peruano. Lo que permanece en el misterio son los nombres de esos coimeros.
¿Debiera el Congreso tomar cartas en el asunto? Las
opiniones están divididas. Verbi gracia, hay quienes piensan que no y
argumentan razones muy fuertes. Un hombre de negocios y de mundo, C.Ll., apunta
que una de las entidades responsables y permisivas con los contratos de
Odebrecht ¡ha sido el Congreso!, al autorizar costos bajos en la ley de
presupuesto que luego se fueron mañosamente incrementados para “honrar” los
adicionales –léase robos- y por eso deviene difícil que el Parlamento emita un
juicio equilibrado y auto-crítico.
Por otro lado, ¿un caso que involucra a funcionarios de tres
administraciones presidenciales: Toledo, García y Humala, puede escapar a la
exégesis política de un poder del Estado?
El Fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, ha afirmado que hay
información discreta en poder de su dirigida. Reitero el cuestionamiento: ¿qué
hay de secreto cuando ya se sabe de la comisión de delitos, inicialmente, hasta
por el monto de US$ 29 millones en coimas?
Tengo la más firme impresión que cuanto más pasen los días,
más la sensación de impunidad apoderándose del tradicional criterio pesimista
que tiene el pueblo peruano respecto del Poder Judicial, el Legislativo y del
Ejecutivo. La armazón de blindajes entre ex presidentes, ex ministros y
funcionarios, ex legisladores que se hicieron de la vista gorda, no es un
asunto que pueda descartarse. ¿No vemos a ex mandatarios que gastan dinero,
nadie sabe de dónde, a manos llenas y compran casas, autos, viajan con lujo y
pompa?
El pueblo tiene derecho no sólo a enterarse al detalle de
quiénes han sido los beneficiarios de las coimas, en qué modos, cómo
disfrazaron las recepciones y esta larga lista de premiados con dinero sucio,
debe abarcar, sin la menor duda, a testaferros en primer, segundo, tercer,
cuarto o sexagésimo grado. La delincuencia en Perú practica sofisticados
esquemas desde la computadora hasta el bufete de abogángsteres, pasando por
jueces, burócratas y la extensa laya de rateros funcionales.
El problema de dejar de lado al Congreso reside en que el
margesí de temas de corrupción no se reduce ni anquilosa o constriñe sólo en
Odebrecht y sus coimas. Va más allá. Hay que examinar la ominosa actitud
vendepatria que en 2011 otorgara segmentos de quinta libertad aérea a Lan
Chile, asunto que involucra a un ex presidente, un ex canciller y un ex
ministro de Transportes. Según cálculos modestos, el usufructo de esa facilidad
ilegal le reportó ganancias a la aerolínea del sur por algo más de ¡US$ 5 mil
millones de dólares! y ¿será posible callar frente a esta ignominia? ¡De
ninguna manera!
Me temo que hay que exigir al Congreso absoluta seriedad,
escrupulosa imparcialidad y juicio sereno a la hora de determinar
responsabilidades. La colaboración con la Fiscalía Anticorrupción es
indispensable. El divorcio va en detrimento de la sed de justicia que merece el
pueblo peruano. No debe olvidarse que muchos apuestan porque el desmadre
continúe así. Total, cuanto más confusión, río revuelto, ganancia de pescadores
(coimeros).
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