Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
22-4-2013
¡La impunidad nuestra de cada día!*
El perdonavidas es connatural
en la vida republicana del Perú. La corrupción se instaló aquí desde el
mismísimo 28 de julio de 1821 cuando se anunció la independencia aunque medio
país seguía ocupado por los españoles. La falta de punición o castigo a los
delincuentes no hay que prevenirla porque ya forma parte del ADN social
peruano: ¡hay que pulverizarla!
Las declaraciones a veces
orillan la belleza de los poemas y sus horizontes se disuelven conforme pasan
las horas, días y meses, años y lustros. Como aquí se cultiva la memoria de
corto plazo, las cosas de puro sabidas se olvidan y a nadie puede sorprender
que uno o varios delincuentes asciendan a la primera magistratura porque recibieron
prescripciones con lo que la impunidad tornó en política de Estado.
En los días corrientes se
están produciendo hechos aberrantes que sólo confirman que la historia peruana
NO ha cambiado un ápice. Nuestras taras permanecen impertérritas en la comisión
de sus cánceres. Los tribunales son mesas de parte en que no interesan gran
cosa las leyes cuanto que el peso en dólares, euros o toda clase de riquezas,
de los protagonistas. Magistrados de alquiler y farsescos congénitos archivan
cualquier investigación y así la impunidad obtiene categórica renovación de su
licencia para seguir acabando con el país.
Hitos que podrían condensarse
en los siguientes párrafos:
Condenando
la liberación de más de 5500 presos durante la administración de Alan García
Pérez, vía indulto o reducción de condena, de los cuales 3207 purgaban
sentencia por narcotráfico y entre ellos 400 lo eran por narcotráfico agravado,
hechos que la ley prohíbe expresamente;
Haciendo notar
que esta información fue puesta en manos del actual gobierno del presidente
Ollanta Humala desde julio del 2011 y que desde entonces no se hizo nada y que
gracias a la revelación hecha por la comisión del Congreso que dirige el
legislador Sergio Tejada, el país toma nota de la escandalosa gravedad de los
sucesos;
Señalando
que la Fiscalía de la Nación NO ES
garantía de verdadera lucha contra la corrupción en y desde el Estado porque el
titular del portafolio, José A. Peláez, hasta la fecha ha archivado
absolutamente todas las graves denuncias de execrables delitos que involucran a
funcionarios del anterior régimen;
Ante el riesgo que
estos clamorosos delitos y excarcelaciones ilegales queden en la impunidad
total y que los integrantes de la entonces Comisión de Gracias Presidenciales
en coordinación cotidiana, estrecha e indisoluble con el ex presidente Alan
García Pérez que firmó con el ministro de Justicia vigente TODAS las resoluciones;
Rechazando estos
actos que demuelen sustantivamente las bases y la existencia misma del Estado,
más aún cuando el país ocupa el triste privilegio de ser el primer exportador
de cocaína en el mundo lo que hace más perentoria la acción correctiva integral
de toda la sociedad y sus instituciones ante una inviabilidad inminente;
Acuerda:
1) Exigir del Congreso y la Comisión presidida por el legislador
Sergio Tejada, todos los esfuerzos para enjuiciar, poner ante la ley y frente a
todo el país, a quienes han delinquido con los dineros del Estado, hecho tabla
rasa de la imprescindible honestidad que compete a los servidores públicos y
para castigar con cárcel o cadena perpetua a quienes sean encontrados
responsables de estos delitos.
2) Demandar enérgicamente que la Fiscalía de la Nación decline su
indecoroso comportamiento hasta la fecha en el archivo de todos los casos de
corrupción del gobierno de Alan García Pérez y su acción enérgica, integral,
indubitable, conforme a ley y como lo espera el pueblo del Perú.
3) Instar a la sociedad civil, a sus instituciones, a la Fuerza
Armada, al pueblo en general a repudiar las intentonas manifiestas de impunidad
con la complicidad de fiscales, jueces y autoridades corruptas.
4) Declarar que un país con corrupción en todos los niveles es presa
apetecible para los designios imperiales o sub-imperiales de cualquier nación
fronteriza y que esto debe exigir del Perú respuestas creativas pero vigorosas
en pro del aniquilamiento de la corrupción y de todos los corruptos hayan sido
o no presidentes.
5) Demandar de la administración del presidente Humala la eliminación
total de cálculos frívolos electorales o de vanidad trasnochada y le insta a
una acción de gobierno para todos los peruanos y sobre todo de los más pobres.
Y mientras tanto y con el
fétido respaldo de los miedos de comunicación el país se distrae en opciones
electorales de obsecuente moralidad, en patronazgos de la Nación en santos de
una confesión religiosa, en idioteces que olvidan la gravedad de los sucesos
que acaecerán en pocos meses y que debieran poner al país en términos de
zafarrancho de combate.
A la impunidad nuestra de cada día NO hay que
prevenirla, hay que PULVERIZARLA de la vida colectiva de los peruanos.
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*Publicado originalmente en la Red Voltaire el 22-4-2013 https://www.voltairenet.org/article178215.html