Wednesday, July 11, 2007

Fujimori protegió a Grupo Colina

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
Liberación*, 24-5-2001

Fujimori protegió a Grupo Colina

Un primer memorándum no fue acatado por el Ejército y había sido
enviado por Alberto Fujimori al ministro de Defensa, fechado el 25 de
junio de 1991, pide se recompense a los tenientes coroneles Fernando
Rodríguez Zabaldescoa, Roberto Paucar Carbajal, Luis Cubas Portal y
Alberto Pinto Cárdenas; al mayor Roberto Huamán Azcurra; a los
capitanes Santiago Martin Rivas, Carlos Pichilingue Guevara y Ronald
Robles Córdova; y al técnico de tercera Marcos Flores Alván por haber
prestado "eficientes servicios en materia de seguridad nacional y
defensa de altos valores de la democracia, trabajos que son de gran
utilidad para el Sistema de Inteligencia Nacional". Esta información
fue publicada en Caretas.

En otro memorándum (y esta vez imponiendo su jefatura suprema de las
Fuerzas Armadas), también firmado por Kenya Fujimori y fechado el 30
de julio, éste "ya no sólo pide recompensa para sus recomendados,
dispone que todos ellos sean considerados en los ascensos que tendrán
lugar a fines de año por "haber participado en exitosas Operaciones
Especiales de Inteligencia que han posibilitado significativos avances
en la lucha contrasubversiva". Este documento fue publicado en Oiga.

Nótese los nombres de quiénes eran promocionados cariñosa e
íntimamente por Fujimori y se descubrirá a viejos y arteros conocidos
como Santiago Martin Rivas que hoy pide hablar sólo ante "una Comision
de la Verdad". El criminal pone hoy condiciones y hasta donde se sabía
el lugar de estos es la cárcel y nada más.

En una hoja de recomendación No. 003 CP-JAPE 1b, de fecha 10 de agosto
de 1991, firmada por el general Alfonso Robledo del Aguila, entonces
jefe del Comando de Personal de Ejército (COPERE) y que está dirigida
al comandante general del Ejército Pedro Villanueva (antecesor de
Hermoza Ríos), sostiene Robledo que los ascensos pedidos por Fujimori
proceden por "representar una recompensa a una acción de gran
trascendencia nacional con relación a la participación del Ejército EN
LAS
UNIVERSIDADES DEL PAIS".

Dice Oiga: "Por fin se cierra el círculo: los militares premiados por
Fujimori han prestado "eficientes servicios en materia de seguridad
nacional y defensa de altos valores de la democracia",
posibilitando"significativos avances en la lucha contrasubversiva" por
parte del Ejército "en las universidades del país".

El general Julio Salazar Monroe, jefe del SIN, contestó a un
interrogatorio de la parlamentaria Gloria Helfer y sostuvo que sus
subordinados habían confeccionado un "manual de cómo era la doctrina
de Sendero Luminoso".

Con indignación y extrema curiosidad Oiga se pregunta: ¿Ascensos para
nueve militares por hacer un simple manual de "cómo era la doctrina de
Sendero Luminoso? Evidentemente, las declaraciones del general Salazar
Monroe están dirigidas a librar a elementos del SIN en la
participación de matanzas como las de Huancayo y de.... Barrios Altos,
así como las desapariciones de un profesor y nueve estudiantes de La
Cantuta."

Quiere decir que a muy temprana perspectiva como era 1991, Oiga y
Caretas empeñaban un pundonor periodístico de primera línea para
develar las acciones letales y de aniquilamiento que llevaba a cabo el
Grupo Colina, el mismo entre cuyos integrantes se encontraban hombres
ascendidos por petición expresa de Kenya Fujimori. En buen romance:
¡el escuadrón de la muerte era dirigido, protegido y alimentado por
Alberto
Fujimori Fujimori! ¿Hay dudas sobre el particular?

Relata Oiga: ¿Qué hechos vinculados con las universidades ocurrieron
hasta el 21 de junio de 1991 -fecha en que Fujimori pide premios para
sus nueve protagonistas del SIN- que también tuvieran que ver con la
lucha antisubversiva librada por el Ejército? Los archivos de las
organizaciones defensoras de los derechos humanos, como el Instituto
de Defensa Legal (IDL), contienen una escalofriante relación de casos
en
los que aparecen involucrados, siempre como víctimas, estudiantes
universitarios, casos ocurridos mayormente en Huancayo y, con menor
incidencia, en Lima:

-El 13 de abril de 11, en las afueras de la ciudad de Huancayo es
hallado muerto un estudiante de contabilidad de la Universidad del
Centro, cuyo concuñado, Pablo Vilcahuamán, fue abatido anteriomente
por el Ejército por su presunta vinculación con elementos terroristas.

-El 11 de marzo, cerca del puente Stuart, en el río Mantaro, son
hallados tres cadáveres. Uno es identificado como David Chuquiyaqui,
estudiante universitario que había sido secuestrado el 27 del mes
anterior en el caserío de Pallum. Los tres presentaban huellas de
haber sido torturados.

-El 25 de marzo la Fiscalía Provincial de Huancayo informa que entre
el 3 de diciembre de 1990 y esa fecha había recibido 61 denuncias de
desapariciones, la mayoría de estudiantes universitarios. Hubo un
intento de reacción por parte de las autoridades huancaínas y la
opinión pública, pero fueron silenciados de una u otra forma.

-24 de mayo aparecen en Huancayo los cadáveres de dos jóvenes,
baleados y torturados; las autoridades no dan más información.
Paralelamente, en Lima las "acciones" contra estudiantes
universitarios o personas vinculadas a ellos, se desarrollaron, aunque
con menor intensidad.

-En febrero, Raúl Camilo Chávez, estudiante de La Cantuta, denunció
por haber permanecido secuestrado por 15 días, en manos de presuntos
paramilitares, dijo que había sido torturado e interrogado por sus
captores acerca de la filiación de estudiantes y profesores de esa
universidad.

-El 15 de marzo el abogado Augusto Zúñiga, pierde un brazo y salva la
vida milagrosamente, luego que un sobre-bomba estallara en sus manos.
Zúñiga culpó a elementos de la Policía Nacional que trataban de
impedir que siguiera averiguando sobre la desaparición del estudiante
universitario Ernesto Castillo Páez, ocurrida el año anterior.

-El 31 de marzo desaparece el estudiante de la Universidad Católica
Miguel Angel Crispín Prado. Hasta fines de abril no había reaparecido.

-24 de mayo, cuando regresaba a su domicilio en Villa El Salvador, el
estudiante Raúl Santiago Martínez fue agredido por un grupo de
desconocidos que lo dejaron al borde de la muerte. No le robaron nada.
Se especuló que había sido una acción paramilitar.

¿Queda alguna duda? ¿Es que Fujimori podría haber sido ajeno a
militares para quienes demandaba ascensos y recompensas económicas?
¡De ninguna manera! El tiempo, maestro sublime, ha confirmado que
estos equipos de aniliquilamiento tenían participación directa en
cuanta acción letal hubiese. Por ejemplo, las declaraciones
recientísimas del sicario Santiago Martin Rivas así lo confirman.

¡Fujimori era el protector del Grupo Colina!

*Liberación, dirigido entonces por César Hildebrandt, 24-5-2001

Aparece ¡Estafa al Perú!

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
11-7-2007

Aparece ¡Estafa al Perú!
por Manuel Jesús Orbegozo; mjorbe@terra.com.pe
11-7-2007

El autor de ¡Estafa al Perú! http://www.voltairenet.org/article148321.html
–él mismo- admite que éste no es un libro porque él no es escritor.
Entonces, a los lectores no nos queda sino afirmar que si no es un
libro, pues, entonces es un extraordinario Manual exclusivamente
preparado para convertirse en estafador de primera línea.

Herbert Mujica Rojas es un periodista muy conocido por emplear en sus
artículos o denuncias públicas un lenguaje directo, sin medias tintas
ni contemplaciones.

Esta es una primera advertencia para todo aquel que llegue a leer su
¡Estafa al Perú! que apareció días atrás con este título y con un
subtítulo que completa el significado de su contenido: ¡Cómo robarse
aeropuertos y vivir sin problemas!.

Los que siguen la línea editorial de Mujica recordarán que desde el
2001, empezó una campaña demoledora contra LAP (Línea Airport
Partners) por haberse convertido, desde el primer día en que fue
concesionaria del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, en una
empresa defraudadora del Estado o sea, de todos los peruanos.

Con su agudeza típica del empleo del lenguaje, Mujica, a LAP no la
nombra como empresa sino como "empresita". Una similitud con el
célebre poeta César Vallejo cuando usa los diminutivos, pero
exactamente con los significados al revés. Mientras Vallejo, a su
madre la llama "mamita", emplea el diminutivo para expresar ilimitado
amor filial o ternura infinita. Mujica, emplea el mismo diminutivo y a
LAP la llama "empresita" para significar lo más ridículo, lo más
miserable, lo más despreciable del género empresarial; un singular
hallazgo lingüístico…

¡Estafa al Perú! contiene toda la historia de LAP y de sus adláteres
metidos en los enguajes más vulgares que puede cometer estafador
alguno. Desfilan todos los personajes con sus pintas de seductores y
vulgares ladrones sólo que no cometen sus delitos enmascarados y a la
media noche sino a rostro descubierto, en pleno día y con sol.

Todos aparecen con sus nombres propios y sus fechorías relatadas al milímetro.

No es una cosa nueva porque la lucha por arrancarles la máscara de
estafadores a los inmiscuidos en este latrocinio no es desde hoy, es,
repetimos, desde 2001 cuando se mostraron las primeras señales de humo
de su pésimo comportamiento empresarial…

El caso es muy grave porque no se trata de otro Mercado de Santa Anita
sino de una trafa peor, porque aquí han participado estafadores
imberbes, ignorantes precarios y andinos en el último grado de
pobreza. En lo del Aeropuerto Internacional participan estafadores de
cuello y corbata, ricos, y de apellidos hasta extranjerizados, según
los nombra Mujica…

A lo largo del relato de más de 300 páginas, no se admira el arte de
birlibirloque empleado por LAP y las empresas, instituciones oficiales
o personajes que lo secundan o disimulan su estafa, sino de las
autoridades que no han podido hasta ahora poner en su sitio a esta
pésima empresita.

Literalmente, después de haberse comprometido a construir una segunda
pista de aterrizaje, echando mano a toda la sabiduría perniciosa de
los abogaduchos, como los llama el periodista, resulta que ahora, las
autoridades pertinentes lo liberan de ese compromiso y de esta manera,
LAP resulta defraudando al Estado –según Mujica- 120 millones de
dólares.

En esto de los sueños de verano, Mujica dice en un párrafo literal:
"El lector podrá comprobar a simple vista que los desdoros en que ha
incurrido LAP para regalar el Aeropuerto Jorge Chávez, porque hay aquí
irregularidades múltiples. LAP, que según Javier Silva Ruete, iba a
traer más de mil 400 millones de dólares, no lo hizo y se endeudó con
aval del Estado peruano".

El periodista autor de ¡Estafa al Perú!, antes de entrar en materia,
es decir, de presentar las pruebas de la estafa cometida por LAP
escribe un prólogo de 50 páginas suficientes para calar la furia de un
periodista que no persigue intereses de ninguna naturaleza que no sean
lo correspondientes al país. LAP está estafando al Perú, con todas sus
letras y ninguna autoridad toma el caso ni siquiera por curiosidad.
Increíble comportamiento de nuestro Congreso, etc.

Hubo una vez un parlamentario, de los que no queda casi nadie, que
defendió los intereses del Perú, con todas sus energías y su medida
violencia parlamentaria: Fue el cusqueño Daniel Estrada a quien sólo
la muerte pudo quitarle la palabra.

El libro de Mujica está dividido en los siguientes apetitosos
capítulos: I Casanova-LAP, caimanes de un mismo pozo, II Cexport,
historia de un calvario, III Camusso, Vía Crucis de una tienda, IV
Señales de alerta, V Terrenos, la madre del cordero, VI Desmanes de
Alterra en Costa Rica, VII Café Britt, conflictos por todas partes,
VIII, Aeropuertos de provincia, cunde el mal ejemplo, IX, Titulares y
noticias recientes.

Herbert Mujica Rojas ha dedicado su obra "A la memoria del patriota
integérrimo Alfonso Benavides Correa (1924-2007) tribuno y maestro
decente".

Posiblemente, Mujica ha empleado la palabra decente para que todos los
ciudadanos del Perú recordemos que todavía quedan personas decentes.
La palabra aún existe.