Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
11-12-2018
Referéndum canceló
Congreso pero hay que pagar hasta el 2021
Los vivazos reeleccionistas no podrán, de forma inmediata,
usar curules a las que estaban acostumbrados para sus tareas múltiples y, de
cuando en vez, también legislar.
Los burros sagrados, esos que presumen que su inclusión en
una negada Cámara Alta o Senado, les venía por derecho celestial o por
contrabando, también se quedaron con las ganas. Hablaban de experiencia –de
sabiduría nunca por inexistente- pero ¡qué pena! nadie les creyó.
El tsunami que fue el referéndum aplastó con porcentajes
contundentes la humana ambición de vivir fácil de los impuestos del pueblo, con
inmunidad para hacer o decir cualquier disparate y gozar de protocolos absurdos,
tratamientos truculentos e ignotas maniobras de las que nunca hay registro
escrito.
Por la edad, hay quienes continuarán en el olvido de la
historia y dejarán vacíos en el Congreso que dudosamente alguien, por piedad
sobre todo, recordará con nombre y apellido. La grisura del 90% de los burros
sagrados es de tal magnitud que, alejados de la curul, volverán a su estado
natural: la nada.
Perú tiene que darse su propia respuesta. Enterrar a quienes
han hecho de la política vil negociado culpable, escenario para el tráfico de
influencias, plataforma y catapulta de no pocos pobres diablos que
industrializaron el latrocinio con dedicatoria y según quién pagaba las
campañas, de dentro o desde afuera.
Urge el recambio generacional que remita a los viejos y podridos,
repitentes contumaces, a la tumba. ¿Están los más jóvenes embebidos de su tarea
fundamental para tomar la posta? Para eso hay que internarse en los caminos de
la política. Pero no de aquella degenerada que prohíja toda clase de actos
delictivos. De otra decente, creativa, impulsadora de esas grandes causas que
no perecen por el miedo ni por las coimas del volumen que fueren.
Tómese nota que a pesar de haberse cancelado este diciembre
2018 a los congresistas, el pueblo peruano tendrá que pagar los sueldos de
aquellos hasta julio del 2021. Los parlamentarios han perdido cualquier, hasta
el más mínimo, respaldo.
En los días y semanas que vienen esta situación se hará más
notable y a simple vista. El referéndum que zarandeó al Congreso muestra
porcentajes potentes de más de 80% de repudio. El revés no pudo haber sido
peor.
La grita de los consabidos ya arrancó. Pero es el desfleme
propio de quienes no tienen otra opción más o menos decente, antes de partir a
la oscuridad que el archivo inane les tiene reservada.
Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz,
decía Manuel González Prada.