Friday, April 01, 2016

¡Jóvenes al Congreso!

¡Jóvenes al Congreso!
por Marco Urteaga*; marconantoniouc@me.com

2-4-2016

Imaginemos que somos futbolistas corriendo en un partido y se nos prohíbe patear el balón, aunque estemos frente al arco para anotar un golazo; o que nos inviten a un almuerzo a condición de no probar bocado. Ridículo ¿verdad? Algo similar ocurre con la inmensa masa de peruanos de 18 a 24 años: se les pide el voto, se les obliga a votar, se les multa si no lo hacen, pero no pueden postular al Congreso hasta los 25 años. Eso es una perversión democrática.

Por ello, el 7 de marzo presenté una iniciativa legislativa popular a la ONPE, para modificar nuestra Constitución y devolver sus derechos políticos a los jóvenes. La ONPE dio pase al proyecto y ya estamos recogiendo las 30 mil firmas necesarias para que el pleno del Congreso, obligadamente, discuta mi propuesta.

En pleno siglo XXI, en un mundo cada vez más globalizado, los jóvenes están altamente capacitados para integrarse a los espacios de toma de decisión. Hiperconectados e informados gracias a las nuevas tecnologías, muchos jóvenes menores de 25 cuentan con las cualidades y habilidades para candidatear al Congreso y desempeñarse mejor que los conocidos “calienta curules”.

Miles de jóvenes trabajan desde temprana edad, son el sustento de sus familias, inclusive tienen pareja e hijos, son responsables y jefes de hogares y conocen las necesidades de sus comunidades y de su generación. Otros han concluido sus carreras y pueden aportar propuestas frescas y novedosas.

La cuota de “jóvenes” en el Congreso es de adultos jóvenes de 25 a 29 años, eso es una burla. Una de las razones de mi postulación es para garantizar los derechos políticos a esos más de 3 millones de jóvenes de 18 a 24 que tienen en la calle su única tribuna. Estoy convencido de que sus voces deben ser oídas en el Congreso.

Cualquier muchacho que tenga un caudal de votos que lo respalde (sin importar su edad), debería poder postular. De hecho, cualquier joven con tal respaldo está realizando algún trabajo importante y silencioso en su comunidad. ¿Por qué negarle la posibilidad de llegar al Congreso?
La participación política real de los jóvenes es justa y necesaria, y la única manera de evitar que los políticos enquistados, los intoxiquen, y utilicen en marchas para sus fines.

Si los jóvenes tienen algo que gritar y cambiar, debe ser en el Congreso.

La llamada “Ley Pulpín” terminó en el tacho después de seis marchas realizadas por los jóvenes, contra lo que consideraban una promoción del empleo juvenil, con derechos recortados. Una y otra vez toman las calles para expresar sus posiciones
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*No. 7 en la lista de PPK