Wednesday, July 12, 2017

Congreso Aprista: La vergüenza impuesta

Congreso Aprista: La vergüenza impuesta
por Wilfredo Pérez Ruiz (*); wperezruiz@hotmail.com

12-7-2017

Hace algunos días culminó el ansiado XXIV Congreso Nacional “Armando Villanueva del Campo” del Partido Aprista Peruano, que se caracterizó por pactos infames, maniobras sórdidas y rebatibles determinaciones. Una vez más, se reincide en el error de adoptar oscuras decisiones que laceran el legado más importante de Víctor Raúl Haya de la Torre: su decencia, rectitud y convicción democrática.

El país demanda partidos sólidos, arraigados en su localidad y aptos para analizar nuestra composición social. Este quehacer debe inspirar la activa contribución de peruanos identificados con las esperanzas colectivas. Como fue exhibido en el encuentro aprista, la devoción por un ideal, fue dejada de lado, para dar paso a las confabulaciones, usanzas indecorosas y ambiciones individuales. Una secuela de acontecimientos ha transformado la política en una cantera de procederes detestables.

Estos reprochables acontecimientos ratifican la opinión de quienes consideran al aprismo como una logia atiborrada de arreglos subrepticios, colmada de ex funcionarios estatales acusados de enriquecimiento ilícito, opuesta a la alternancia en sus liderazgos y al ejercicio de la pluralidad de ideas. Se cree que la “disciplina” y la “fraternidad” son asumidas como sinónimo de sumisión y complicidad.

El encuentro celebrado en la Casa del Pueblo ha sido una verdadera orgía política. Se han consumado acuerdos desconociendo las disposiciones internas, los procedimientos establecidos en la Ley de Partidos Políticos y, especialmente, retomando el ancestral vicio de alterar los padrones de afiliados. Hasta la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) ha observado lo acontecido. El legislador Jorge del Castillo Gálvez en su cuenta en twiter refirió: “…Niegan voto secreto y control de la ONPE. Mayoría de delegados se retiran protestando”.

La mesa directiva que presidió Paul Rodríguez Armas -alcalde del distrito del Porvenir (Trujillo) y persona cercana a José Elías Rodríguez- impidió el ingreso de los “delegados fraternos” en el segundo día del congreso. Las delegaciones de jóvenes provenientes de provincias fueron afectadas. Se modificó el listado de los “delegados fraternos” a último minuto y se perjudicó a numerosos representantes al boicotear su participación.

Los candidatos al Comité Ejecutivo Nacional que pagaron su inscripción para postular, como Daniel Robles López y Ruth Sánchez Ferro, estuvieron imposibilitados de competir. Otra perla: el presidente de la comisión organizadora, Erasmo Reyna Alcántara, mostró desconocimiento sobre el desarrollo de este evento. Llamó a elección del presidente de la mesa directiva; lo cual provocó el reclamo unánime de los concurrentes, ya que éste cargo no se elige. El titular es el autor del “El antimperialismo y el APRA”.




El martirologio de los alanistas de oposición

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
12-7-2017

El martirologio de los alanistas de oposición

Dolidos en el fundillo y hasta hoy incrédulos que les pudiera haber pasado que les cayó la quincha en el democrático “congreso” del 7 y 8 de julio en la Av. Alfonso Ugarte 1012, los alanistas de oposición siguen rumiando ante tribunales su rabia contra los escuderos actuales de Alan García Pérez.

No tuvo otra opción el ex presidente García que encargar al legislador Elías Rodríguez la secretaría general. El señor de marras es muy controvertido porque se le reputan juntas non sanctas en Trujillo. Los alanistas de oposición, muy activos ellos, han denunciado que Rodríguez recibió dádivas. Creo que el aludido ya tiene 10 años en el Establo de Plaza Bolívar, deviene notable que hoy recién descubran esos fondos extraños.

No sólo eso. Cuando Elías Rodríguez fue presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, el 2015, clamó por todos los medios posibles por la aprobación urgente del Tratado Transpacífico sin discusión ni análisis ni ¡nada! La seriedad antimperialista de este caballero está en tela de juicio por su irresponsabilidad e ignorancia. ¿Olvidaba acaso que la Constitución ordena escrutinio de tratados que tengan que ver con cambios en la economía y tributación del país?

Los alanistas de oposición han cumplido ¡4 días! de martirologio. Han salido a las calles a protestar y gritar que el congreso fue “nulo”. Durante 30 o más años fueron parte de la maquinaria aplanadora, fautora de trampas y engañifas, deslealtades y traiciones que yugularon la voz de las bases y cualquier cuestionamiento a los virreyes capitaneados por Alan García Pérez (entre los que estaban los más conspicuos hoy alanistas de oposición) sepultando toda democracia a la buena y no pocas veces a la mala.

¿Qué autoridad moral tienen los alanistas de oposición, sin excepciones, para fungir de líderes en contra de la manada alanista? ¡Ninguna!

Desde cuando en 1979, octubre, se hizo la trampa haciendo ganar la candidatura presidencial para el comicio de 1980, de Armando Villanueva del Campo y postergando a Andrés Townsend Ezcurra, la destrucción del Apra se hizo manifiesta e irreversible porque un inescrupuloso tomó las riendas e hizo de un gran partido una chacra plena en miseria moral y desprovista de la limpieza y decencia que fueran sus características ciudadanas más importantes. Con errores o sin ellos, a los apristas se les conocía como gente honesta.

A nadie es extraño que esta involución tuvo –y tiene- nombre propio: Alan García Pérez. Y recordemos que el 2016 aquél sacó con favores el 5.8% de votos. Por eso fue bautizado como el Sr. -6%.

¿Hay chance de rescatar al Apra de tanto infortunio? No lo sé. Cualquier solución pasa por el alejamiento o expulsión definitiva del palurdo megalómano que destruyó la imagen y figura de Víctor Raúl Haya de la Torre para inflar la suya. Y las consecuencias son pesarosas: la ciudadanía cree que los apristas son vulgares rateros. Esa “hazaña” la obtuvo el despreciable que aún cree manejar lo que ya no existe.

Tomar a lo serio cosas del Perú decía el gran González Prada.
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