Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
28-4-2022 Diario Uno
Caso embajador
Quesada:
Cancillería: informe 2020 contradice resolución de cese 2018
El periodismo informa con base a los documentos en cualquier
circunstancia. No se compra versiones orales, simpáticas u opuestas al tema que
se narra. Los límites de cualquier crónica son aquellos que marcan los textos
oficiales y, sobre todo, administrativos o legales. Lo demás, sobra.
Lo anterior, porque casi una decena de diplomáticos,
abogados, personas con juicio propio y algún conocimiento, llamó para comunicar
versiones en un sentido u otro sobre el desempeño del embajador Fortunato
Quesada. Fieles al mandato periodístico, no pudimos comprobar nada escrito, por
tanto, las palabras se las lleva el viento.
La sanción Vice-Ministerial No. 0373-2018/RE de fecha
29-10-2018 impuso la destitución del embajador Fortunato Quesada. Dicho
funcionario fue cesado en su cargo de titular de la misión en Israel en junio
del 2018, sin haberse determinado responsabilidad alguna por parte de él y su
proceso disciplinario recién se inició el 2-7-2018. Obvia parcialidad
interesada de Popolizio y de de Zela.
Así dice, en segunda instancia, la Resolución Ministerial 791
del 28-12-2018 en la parte final:
“SE RESUELVE:
Artículo 1.- Desestimar el recurso administrativo de
apelación interpuesto por el Embajador en el Servicio Diplomático de la
República Fortunato Ricardo Quesada Seminario contra la Resolución Vice
Ministerial No 373-2018-RE de fecha 29 de octubre de 2018.
Artículo 2.- Declarar agotada la vía administrativa.
Artículo 3.- Notificar la presente resolución al recurrente,
observando las formalidades y plazos legalmente previstos.”
Con este documento, la suerte fatal de Quesada era un asunto
terminado.
Pero el Informe
(ORH) No. 011-2020-UARD/MRE, dice en su punto
“IV DELIMITACIÓN DE
LA RESPONSABILIDAD FUNCIONAL
4.1 Presuntos
infractores:
-Embajador Néstor Francisco Popolizio Bardales.
Representante Permanente ante la sede de las Naciones Unidas.
-Embajador Hugo Claudio de Zela Martínez, Embajador del Perú
en Estados Unidos de América
-Embajador José Manuel Domingo Boza Orozco, Embajador del
Perú en Bolivia
-Ministro Consejero, Pedro Alberto Mario Rubín Heraud, funcionario
de la Embajada del Perú en Israel.
4.2. Presuntas
conductas infractoras:
-Conocer graves irregularidades funcionales, así como
presuntos maltratos y abusos laborales por parte del Jefe de la Misión del Perú
en Israel y haber omitido cumplir con las normas y utilizar los canales
institucionales para la investigación y sanción de esos actos, los cuales
fueron del conocimiento público masivo, generando una grave afectación a la
imagen del Servicio Diplomático.
-Haber propiciado la denuncia de esas irregularidades
funcionales y los presuntos maltratos y abusos, por parte del Jefe de Misión en
Israel, en un medio de prensa masivo con la finalidad de crear un escándalo
mediático que derivó en la destitución del mencionado Jefe de Misión y acarreó
un grave descrédito institucional.”
Firma el documento
Fátima Trigoso Sakuma, Ministra Jefe € de la Oficina General de Recursos
Humanos, Ministerio de Relaciones Exteriores.
Dos años después la acelerada resolución que destituye a
Fortunato Quesada y que literalmente le convierte en pararrayos de una acción
negativa y ofensiva contra personal civil en Israel, aparece un Informe que dice que todo este asunto
ha sido parte de una componenda que eludió los necesarios canales internos y
administrativos y que alentó un escándalo mediático.
Y el documento, lo dice con claridad rotunda, menciona a los
presuntos infractores: un ex canciller, su viceministro, un embajador y un
ministro consejero: Popolizio, de Zela, Boza y Rubín, en ese orden.
¿Y qué hicieron?, según establece el Informe de manera muy
clara: poner en manos del periodismo masivo un suceso que concitó el repudio
generalizado en Perú y luego la destitución del embajador Quesada.
Pero así como sucedió el asunto también se pulverizaron las
manos largas que llevaron a cabo todo el asunto. Con la resolución que
destituye a Quesada, se ponía una lápida a una materia engorrosa.
Con el Informe que señala las acciones y a sus presuntos fautores,
se comprueba que aún hay mucho mar de fondo. Y, para decirlo de manera clara,
los alegatos y apelaciones de Fortunato Quesada encuentran asidero porque han
acontecido maniobras oscuras y con motivos mucho más tenebrosos aún.
¿Alguien sabe qué piensa el especialista en Derecho y
profesor universitario que es el canciller César Landa?
¿Admite aquél que lo obtenido vía grabaciones clandestinas y
puestas de manera interesada en un programa de televisión, obedeciendo órdenes
superiores y con fines inconfesables, que en Derecho son materia prohibida,
sirven y son legítimas para incinerar a un embajador?
Parecería que la hora presente demanda respuestas, sobre
todo, del canciller Landa. No vaya a ser que por actitud pasiva este
escandaloso hecho quede como mácula en su aún corta gestión.