Tuesday, March 01, 2022

¡Ni siquiera tumba propia tiene Víctor Raúl!

 


¡Ni siquiera tumba propia tiene Víctor Raúl!

por Isabel Peña Rodríguez; isabelpenarodriguez@yahoo.com

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1-3-2022

 

Dos gobiernos, 1985-1990; 2006-2011; numerosas administraciones regionales y municipales y desde que el fundador del Apra, Víctor Raúl Haya de la Torre, falleciera en 1979, sus restos moran en tumba prestada. Es decir ¡nunca! hicieron colecta o accionariado o lo que fuese para adquirir ese terreno en el Cementerio de Miraflores-Trujillo a la familia Burmester Landauro.

 

Y muchos se llenan la boca con la palabra fraternidad y pronuncian inflamados discursos citando a Haya de la Torre pero bajo la gigantesca piedra y la lápida que dice: Aquí yace la luz con los restos del ilustre trujillano, hay una tierra ajena y prestada.

 

¡Ni siquiera tumba propia tiene Víctor Raúl!

 

En viaje hace un par de años a Trujillo recogí el testimonio de un integrante de la familia Burmester Landauro quien expresó su deseo –y que sería el de toda su familia- de gestionar definitivamente un trato para superar esta situación extraña para con el notable líder de multitudes que fuera Haya de la Torre.

 

Algunas viñetas que describen la trayectoria intensa del importante político norteño:

 

Fue prudente en la conducción de los hombres de diversas vertientes ideológicas que habrían de acompañarlo en la gran tarea de hacer la nueva Constitución Política del Estado en 1978-79.

 

Haya renunció a su sueldo como constituyente y simbólicamente recibía un cheque por el valor de un sol.

 

El adiós en olor de multitud a partir del 2 de agosto de 1979 fue imponente como lo fuera su vida agitada y convenciendo con ciencia y conciencia.

 

¿Qué esperan los militantes de esa agrupación política, si los dirigentes no lo hicieron durante estas últimas cuatro décadas, para organizar una gran colecta nacional con el propósito de adquirir el terreno donde descansa Haya de la Torre?

 

¿No sería un magnífico motivo, un norte común y una apuesta al futuro que convergieran con un propósito altruista y reivindicador de quien dio todo por su patria y el partido?

 

Víctor Raúl siempre pregonaba: no hay que pensar cuánto va a costar hacer una obra; hay que pensar cuánto costará NO hacerlo.

 

Son horas de decisión y coraje y ante la adversidad que desorganiza, el temple que construye y el ánimo invicto de afirmar que sí se puede procurar la victoria desde las bases y edificando un Perú libre, justo y culto.