22-2-2008
La tragedia del 79, Alfonso Bouroncle Carreón, Studium, Lima
60 Acciones diplomáticas
En el plano diplomático, durante el primer semestre de 1882, Chile
trató de asegurar las mayores ventajas, especialmente que el gobierno
norteamericano al cambiar de presidente, modificaron la orientación de
su política, colocándose en forma incondicional a favor del agresor,
por algo el país del sur prodigó generosamente millones de pesos en
Europa y Estados Unidos para el logro de sus propósitos, de las
riquezas recién adquiridas del Perú y con ello cambiaron la situación
a su favor.
García Calderón resistió en prisión, la enorme presión que sobre él
ejerció su captor. Al no poder el gobierno de Santiago quebrar la
resistencia de su prisionero, procuraron explotar el apoyo que les
llegó de Estados Unidos, con el nuevo Secretario de Estado
Frelinghuysen, logrando en el mes de febrero de ese año, suscribir el
llamado Protocolo de Viña del Mar que consistió en la aceptación por
Estados Unidos de las condiciones que estipuló Chile: (179).
1) Anexión de Tarapacá
2) Retención de Tacna y Arica por 10 años o más, al cabo de los cuales
se devolverían al Perú, a cambio de un rescate de 20 millones de
pesos, entendiéndose que quedarían definitivamente para Chile si el
Perú no satisfacía esa condición.
3) Explotación por Chile del guano de la isla de Lobos, obligándose a
ceder la mitad de su producto y el de las guaneras de Tarapacá a los
acreedores peruanos.
Se aprecia que Chile fue muy respetuoso con los compromisos acordados
con sus financiadores, los mercaderes ingleses dueños de los bonos
peruanos.
Sobre ese mismo protocolo, Trescot, el ministro norteamericano que lo
suscribió a nombre de su país, con absoluta impudicia y de acuerdo a
la obra citada de Bulnes, manifestó, al suscribir el protocolo y
justificar que Chile se apoderara de Tarapacá: (179)
"No diviso la posibilidad de que el Perú pueda dar garantías eficaces
para el futuro a las poblaciones chilenas de Tarapacá".
Seguidamente el autor comenta: (180)
"Pero Washington no quiso aceptar una solución que, además de
consultar la entrega de Tarapacá, exigiese el pago de 20 millones de
pesos. Entonces Trescot propuso la venta de Tacna y Arica por 6 u 8
millones de pesos. Esa fórmula entraba en la tradición de su historia,
porque la guerra de su país con México había terminado con la anexión
de una gran sección de territorio mucho más grande por supuesto que la
que Chile exigía ahora al Perú. Chile aceptó la modificación propuesta
por Estados Unidos".
Trescot, al apreciar la irreductibilidad de García Calderón, para
seguir congraciándose con los chilenos, viajó hasta Huaraz a convencer
a Montero para que aceptara el Protocolo por él firmado. Al no lograr
su propósito, regresó a su país.