Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
14-4-2024
¡Silencios corruptos!
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El silencio
adrede es corrupto y corrompe todo a su paso. No se trata de la discreción o la
prudencia, no, es el peldaño imprescindible para que los grandes temas de la
agenda nacional permanezcan enterrados, en el olvido, como si no hubieran
ocurrido nunca.
Los
silencios corruptos signan el devenir de nuestros 203 años de supuesta
independencia que decretara San Martín “por la voluntad general de los pueblos
y por la justicia de su causa que Dios defiende”.
Utilizado
el silencio corrupto por las castas gobernantes, acostumbró a las grandes
mayorías a vivir de espaldas como si todo fuese normal y al pie terremotos que
no dejaban muñeco en pie.
País
singular el nuestro: lo sabido, de puro sabido, se olvida con mucha, pero mucha
rapidez.
Antaño, si
alguien no aparecía con el anuncio de su deceso en el subdecano de la prensa
¡pues, seguía vivo!
Sensibles
circunstancias que comprometen fondos de los peruanos, riesgos de perder
arbitrajes, multas de todo jaez por incumplimientos, abusos mil contra los
trabajadores, etc., etc. y etc, son parte de ese inmenso margesí que el
silencio corruptor invisibiliza o desaparece impunemente.
¡Ni qué se
diga del periodismo en cualquiera de sus versiones! Hay una vocación suicida
para poner de relieve la crónica roja con sus suicidios, violaciones, crímenes,
asaltos, estafas, monras y demás crímenes.
Pero los
asaltos que tienen la impronta de lo oficial, reciben un tratamiento con
guantes de seda y las más de las veces, el silencio corrupto acalla las
protestas.
¡A lo más,
sanciones administrativas y luego de poco tiempo, de nuevo a la carga!
Entonces,
podría ser la conclusión simple del hombre o mujer de la calle: ¿todo está
bien, no hay de qué preocuparse?
Cuando los
gobiernos y sus “autónomos” bancos centrales, venden bonos a largo plazo, estos
hay que honrarlos en algún momento. ¿Sobre quiénes cae la responsabilidad?:
será la masa productora la que se haga cargo de la responsabilidad.
A su vez,
los gobiernos al adquirir empréstitos comprometen plazos y otorgan garantía de
fiel cumplimiento. ¿Y el pueblo? ¡Nada sabe, todo asiente y todo lo paga!
Por decirlo
de una forma sencilla, cada peruano que nace en estos días, en 15 ó más años,
al momento de incorporarse al trabajo, aprehenderá que es deudor o sea que
carga una mochila pesada.
¿Qué está
haciendo el alcalde de Lima con esos fondos que ha logrado del MEF?.
Comprometiendo el bolsillo de los habitantes de Lima que carecen de tamaña
cantidad y por un tiempo largo, muy largo, que excederá su ejercicio al frente
de la capital.
¿Se ha
sabido ya el resultado de la auditoría especial a que fue sometida la DGAC
(Dirección General de Aeronáutica Civil) por la FAA (Federal Aviation
Administration) de los Estados Unidos? La rebaja de categoría del Aeropuerto
Internacional Jorge Chávez, puede traer consecuencias muy graves para Perú.
Hasta
Cancillería solicitó semanas atrás ese dictamen al entonces Director-DGAC,
Donald Castillo y el asunto, como casi siempre, permanece en el misterio o ¿en
el silencio corruptor?
Al señor
citado, en lugar de reprenderlo por sus fallas en la DGAC, le ascendieron al
directorio de Corpac. Como diría el cómico cubano en los años 60, Tres Patines:
¡cosa más grande en la vida, chico!
¿Por qué no
funciona la Torre de Control y la II pista del Aeropuerto Jorge Chávez tiene
650 metros menos y ambas infraestructuras están no operativas? Los de la
concesionaria Lima Airport Partners, LAP, responden con un control de daños de
publicidad millonaria y encuentran eco notable en los miedos de comunicación.
¿Significa
esa no atención a dos problemas demasiado sensibles que NO EXISTEN?
Los medios
de comunicación en su inmensa mayoría, se rigen por la oferta y la demanda. Si
la publicidad orienta al silencio: bienvenidos esos fondos. Si incide en la
promoción ad hoc y engañosa: ¡adelante con las cobranzas de facturas! Palos
porque reman, porque no reman palos.
Los
silencios corruptos compran al peso a presidentes, directores, policías,
burócratas, parlamentarios, ministros. Pudren la historia de cualquier pueblo
porque envilecen su accionar democrático y libre y lo convierten en cómplices
de mil tramoyas.
En las
últimas semanas el escándalo de los Rolex involucra malamente a la presidenta
Boluarte, pero también se ha hecho el recuerdo de otros presidentes y consortes
con signos exteriores de riqueza que no fueron cuestionados.
Pero el
periodista, el de garra y fuste, debe ser como el carbonero que no cesa de
echar mineral a la locomotora para que siga andando y procurando la conquista de
su derrotero. Y sobre eso no hay libro u opinión que pueda desviarnos del noble
propósito difusor.
¿No es el
silencio, también, otra forma de corrupción?
