Thursday, March 02, 2017

Capricho-Benavente-OSITRAN es delito de omisión de funciones

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
1-3-2017

Capricho-Benavente-OSITRAN es delito de omisión de funciones

Desde que se completó el número de directores válido para sesionar, de modo sistemático, Benavente ha venido negándose a incluir en las agendas, la elección de su segundo en la entidad. De continuar con esta negativa-capricho y de llegar el vencimiento de su mandato sin haberse elegido el Vicepresidente, incurriría doña Patricia en grave delito de Omisión de Funciones, penado en nuestro Código Penal drásticamente.

¿Le habrán advertido de este riesgo sus poco eficientes abogados? ¿Calle Casusol, el gerente legal que despide tres veces a la misma persona, dijo: esta boca es mía?

¡Tiene que devolver dinero!

Recordemos que cuando Benavente se enteró que su mandato terminaba en febrero de este año y no en septiembre, como pretendía, pues así lo expone claramente la resolución que nombra a Dammert Lira, contrató un servicial estudio de abogados, que opinó a pedido. Presta Benavente, hizo llegar el “estudio” a la PCM y allí le dieron un virtual portazo en la cara.

¿Y los S/. 16 mil pagados inútilmente a un mediocre bufete abogadil?

Confiamos que el nuevo titular de OSITRAN ordene el reintegro de dicho monto innecesariamente pagado, por un tema que, además, era de interés personal y no institucional.

24 de marzo, fecha límite

En febrero vencieron los mandatos de los presidentes de los reguladores, sin embargo, por disposición legal, deben permanecer en sus cargos hasta el nombramiento de sus reemplazantes o por un máximo de 60 días calendario, lo que ocurra primero.

Recordemos que luego de la votación mayoritaria a favor de la aprobación de la adenda, entre el MTC y Kuntur Wasi, concesionario del aeropuerto de Chinchero, desairando a dos de los directores, el voto de la presidenta de OSITRAN, Benavente quiso, con desverguenza y descaro, aprovechar la oportunidad y salir en olor de multitud denunciando los evidentes errores de la adenda, y presentó su renuncia el 23 de enero. La maniobra quedó al descubierto porque ¡jamás! dijo ¡nada! los 24 meses anteriores mientras se discutía ¡el mismo contrato!

Como quiera que ella misma decidió poner fin a su mandato, pocos días antes de su vencimiento legal (4 de febrero), los 60 días mencionados, deben contársele desde que presentó su carta de renuncia. Lo que significa que, máximo, el 24 de marzo, el Estado se librará, por fin, de esta funcionaria que tanto daño causó al regulador. Salvo que el concurso en marcha determine un ganador antes de la fecha límite expresada.

Irrisorio “espíritu de cuerpo”

Con Benavente han ido presentando sus renuncias "hasta la permanencia de la presidente", el inefable gerente general Obed Chuquihuayta Arias de cuya pericia no hay la más mínima duda, el gerente legal Jean Paul Calle Casusol y el gerente de regulación Manuel Carrillo Barnuevo. Expresando con este proceder que su lealtad no está con la institución que los cobija sino con doña Patricia. Au revoir, chicos, nada mejor para la entidad.

¡Escrupulosa investigación!

Así será más fácil investigar sus respectivas gestiones, sobre las que se tienen justificadas dudas. Como por ejemplo, no haber cobrado casi US$ 600 mil a CESEL, cuando todavía se llevaban bien, prefiriendo abrir proceso civil a un grupo de trabajadores, haciendo entonces, incobrable la deuda.
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