Thursday, July 06, 2017

Políticos, diplomáticos, partidos: ¿y la soberanía aérea del Perú, no importa?

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
6-7-2017

Políticos, diplomáticos, partidos: ¿y la soberanía aérea del Perú, no importa?

Leo el anuncio alborozado de la Cancillería que dice ser del Perú respecto de la cita binacional con Chile mañana. El servilismo del lenguaje también delata a las almas vencidas de siempre.

¿Y qué hay de la soberanía aérea del Perú, entregada u obsequiada vilmente con el Memorándum de Entendimiento del 2011 cuando el gobierno de Alan García Pérez, la cancillería de José Antonio García Belaunde y el silencio traidor del Congreso de entonces?

Recordamos –e invito a hacerlo de nuevo, con prescindencia del periodista denunciante- la intervención del 17-2-2017 Alan García obsequió soberanía aérea del Perú a Lan

A partir de esa fecha políticos, diplomáticos, partidos políticos, el 98% que actúa, figura y se hace retratar o escuchar o ser visto ¡no ha dicho, esta boca es mía! ¿Qué, les tiembla la mano para reivindicar y poner de relieve la sagrada soberanía aérea del Perú?, ¿o están muy comprometidos con intereses ajenos distintos a los de la Patria?

El caso está en la Corte Suprema y así lo recordó Roberto Angulo en su artículo de días atrás La controversia aérea con Chile http://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/la-controversia-a%C3%A9rea-con-chile .

No sólo eso. La Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso tiene desde finales de la última legislatura, abril-julio 2015, el asunto sin resolver pese a que la canciller de entonces, Ana María Sánchez se presentara para ratificar que, en efecto, al ser un tema de soberanía aérea corresponde, según la Constitución, el pronunciamiento del Poder Legislativo. ¿Qué ocurre en Plaza Bolívar?

De Cancillería no se puede esperar mucho que digamos. Nuestro embajador en Chile, Jorge Valdez, pertenece a la promoción diplomática que guillotinó la cabeza de decenas de funcionarios en Torre Tagle. Y el titular de Relaciones Exteriores, Ricardo Luna, navega en automático sin mayores luces ni brújula. Por lo menos en cuanto a la carpeta Chile respecta.

¿De qué otro mudo puede entenderse el vergonzoso silencio en torno a un asunto de soberanía –vulnerada y violentada- por un traidor Memorándum de Entendimiento Aéreo como el del 2011?

Nuestros políticos, diplomáticos, partidos, figuras y figurones, tan proclives al festival de sandeces, al aullido escandaloso, al rebuzno en forma de discurso, guardan prudente y sospechoso mutis.

Bien decía González Prada: Pensar a lo serio cosas del Perú. Esto no es república, es mojiganga.
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¡Corrupción y delito son corrupción y delito, así de simple!

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
6-7-2017

¡Corrupción y delito son corrupción y delito, así de simple!

La carpeta que investigó en la Contraloría General de la República, los pasaportes electrónicos, comprados en diciembre del 2015, por el Ministerio de Relaciones Exteriores, con sobreprecio, medida patentada de seguridad por una de las empresas favorecidas, con fallas de software y que ya fue puesta ante la II Sala Corporativa de Delitos de Corrupción de Funcionarios –los de la Cancillería- debe seguir su proceso que no es otro que la formalización de la denuncia.

La Contraloría General de la República puso en manos de la Fiscalía Anticorrupción el prolijo análisis que, a mérito de los exámenes exhaustivos que realizó un grupo de auditores, configura delitos y presuntos responsables de tales hechos. No hay cómo imaginar que se archivara el caso o, como a veces ocurre en Perú, que las calendas griegas funcionen y el tema se demore tanto, pero tanto, como para olvidar semejante estafa.

Por tanto, el Congreso que demostró tanta capacidad de indignación con el caso indefendible del ex Contralor Edgar Alarcón, también debiera exhibir actitud semejante frente a lo que a todas luces constituye una estafa descarada a los fondos del Estado: ¡US$ 16 millones de sobreprecio para 400 mil pasaportes electrónicos en Cancillería!

Quien le roba al Estado, no importa la cuantía, estafa a quien mantiene al Estado, al pueblo peruano que paga sus impuestos de los que salen los sueldos de los burócratas que jamás pasan hambre ni penurias porque siempre se les recompensa con y sin recesión; con y sin crisis.

Los que trabajan en Cancillería, el Congreso, Fiscalía Anticorrupción y Contraloría son empleados del Estado y se deben al pueblo que sufraga sus ingresos. Hay una correspondencia inevitable y constitucional de servicio a la persona humana, es decir al ciudadano que puede exigir el mejor y más honrado trabajo posible de quienes están en la burocracia.

A pocos días de cumplirse el primer año de la administración Kuczynski, con tormentas borrascosas, líos políticos y enfrentamientos por doquier, acaso la representación que se dice nacional en el Congreso, en el Ejecutivo y en toda la burocracia pública, debiera comprender que no hay otra forma de hacer y construir una patria que trabajando con decencia acrisolada e imbatible. Cualquier otra cosa es robo y los que tienen esta fea costumbre son rateros.

Esperemos que la Fiscalía Anticorrupción haga su trabajo con lealtad y consecuencia.
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