Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
22-11-2023
¡Así regaló Fujimori Refinería La Pampilla!
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Los deformadores maleantes de la historia, pretenden
santificar el gobierno entreguista de Alberto Kenya Fujimori, cuando fue todo
lo contrario: el reino de las privatizaciones, los bolsillos llenos y la
inmoralidad a troche y moche.
Pocas semanas atrás, los privatistas mercenarios
impulsaron la privatización de la Refinería de Talara y aunque agazapados,
menester preciso es recordar la negra historia que rodea a La Pampilla cuando
fuera regalada a la española Repsol, la misma que contamina en el norte chico y
se desentiende de sus obligaciones.
Demos cuenta de un asunto muy significativo: ¡cómo se
regaló a Repsol, Refinería La Pampilla y el hecho fue escrito por el ingeniero
en petróleo y patriota, Carlos Repetto Grand en el artículo del 26-2-2003,
titulado El delito de receptación y la
Refinería La Pampilla, publicado en El Vocero.
Recordaba Repetto: “Como es de conocimiento público, Fujimori, valiéndose de la complicidad de
algunos ministros, ahora prófugos o en el extranjero, el 14 de junio de 1991
dio la ley autoritativa en virtud de la cual con el pretexto de emprender una
reforma del Estado y promover la inversión privada, suscribió 117 decretos
legislativos”.
Continuó Repetto: “Por este uso desmedido de facultades
delegadas y por su intromisión en la función legislativa, el Congreso en una
reacción lógica y justa, dictó la ley 25397 (9-2-92) o la ley del Control
Parlamentario sobre los actos normativos del Presidente”.
“Luego del 5 de abril, muy tempranamente, una de las
primeras decisiones que tomó la dictadura recién instaurada fue la suscripción
de la Resolución Suprema 290 – 92 – PCM, cuyos suscriptores fueron Fujimori
como Presidente y Jaime Yoshiyama Tanaka como Ministro de Energía y Minas,
encargado de la presidencia del Consejo de Ministros, constituyéndose una
Comisión Especial para llevar a cabo el proceso de privatización de Petroperú
S.A., con las siguientes personas, Augusto Baertl Montori, que la presidió, y
como miembros: Martha Gladys Chávez de Cossío, Fernando D´Alessio Ipinza, Jaime
Quijandría Salmón y Daniel Saba de Andrea”, recordó Repetto.
“Desde ese instante se inició el
desmembramiento de Petroperú S.A. privándola de sus mejores Unidades de
Negocios, entre ellas la imponente Refinería La Pampilla, transferido el 60% de
su valor accionario en junio de 1996 al consorcio liderado por la transnacional
española Repsol, por 180.5 MMUS$, de
los cuales 142.5 MMUS$ fueron amortizados al contado y los 38 MMUS$ restantes,
por el valor nominal de obligaciones inelegibles de la deuda externa”, subrayó
Repetto.
“Esta refinería construida con el
esfuerzo de muchos peruanos en 1967, modernizada y aumentada en capacidad de
refinación (100 MB/D) en 1975; en 1994 con Petroperú S.A. generaba 657 MMUS$,
con utilidades de 60 MMUS$ pagando impuestos. En el año 2000, ya con la férula
española, genera 900 MMUS$ y utilidades de 16 MMUS$, con una facturación diaria
que bordea los 2.6 MMUS$, proveniente inclusive de un mercado cautivo de
combustibles, con los que en tres años habrían recuperado su inversión los
compradores”, apuntó el ingeniero Repetto.
“Todos estos datos revelan que ha habido
subvaluación, un precio base para el concurso, calculado artificiosamente,
arreglado, demasiado bajo, precisamente para fomentar el clientelismo con los
compradores”, escribió Repetto.
“Tener en cuenta que sólo los 5 millones
de metros cuadrados de terrenos de La Pampilla, a precio de arancel industrial
no menor de 20US$/metro cuadrado, contabiliza 100 MMUS$. Se suma a ello que refinerías
similares en capacidad y procesos como la Refinería estatal Esmeralda en el
Ecuador, se valoriza en no menos de 1,000 millones de dólares, con inclusión
del mercado”, denunció Carlos Repetto.
“Todo ello, desemboca a pensar de que
hubo delito de Receptación, que de acuerdo al artículo 194 del Código Penal se
describe como aquél que adquiere, recibe en donación o en prenda o guarda,
esconde, vende o ayuda a negociar un bien de cuya procedencia delictuosa tenía
conocimiento o debía presumir que provenía de un delito, será reprimido con
pena privativa de la libertad no menos de uno ni mayor de tres años y con treinta
y noventa días de multa”, redactó Repetto.
“La transnacional Repsol , basada en su conocimiento y experiencia de la actividad
refinera, sabía de antemano que estaba adquiriendo un bien del Estado,
totalmente subvaluado, inclusive sabiendo el papel de reducidor que
representaba el gobierno de facto, que deslegitima cualquier proceso o
transacción comercial, cayendo por consiguiente de no poder probar lo
contrario, lo que es prácticamente imposible, en delito de Receptación” finalizó Repetto.