Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
21-10-2019
Candidatos
angurrientos, inconcientes, alanistas al fin y al cabo
Los que destruyeron al Apra, alanistas de todos los pelajes
y promociones, que convirtieron al otrora movimiento clarín de protesta popular
y legitimidad social en ruina prontuariada de criminales millonarios,
“convocan” a elecciones internas y no pocos bobos, ilusos o cómplices con y sin
disfraz, acuden presurosos. Como si apostar por un caballo flaco, desnutrido y
huérfano de cualquier honradez fuera a superar ¡siquiera! la valla electoral en
enero del 2020.
Encuentro párrafos muy bien estructurados que no son míos
pero que suscribo en su intensa profundidad analítica y condenatoria de tantos
débiles mentales que no aciertan a entender cómo dan validez a lo que es nulo
per se:
“Ninguna ambición
personal de poder es legítima, descansa en un narcisismo psicópata, en la
ignorancia supina y en la amoralidad egocentrista. Si alguien tuviera una larga
trayectoria política desde la organización social, juntas vecinales, servicio
público especializado, regidurías, alcaldía distrital y luego la provincial, y
recién entonces asumiera una candidatura a la representación parlamentaria o a un
puesto en la dirección nacional al interior de un ministerio entonces sabría
que asumir un cargo es un sacrificio, una enorme responsabilidad y un riesgo
incalculable.”
“Por el contrario, lo
que tenemos son candidatos inconcientes, irresponsables y angurrientos. ¡Qué
patético es ver a personas que creyeron que el alanismo respetaría alguna regla
y que vía su participación irresponsable que por un lado legitima a la mafia y
por otro muestra su miopía sobre la realidad política del país y del Apra y
finalmente desnuda su desmedida ambición.”
“Entre aquellos
angurrientos, los más señalados, culpables y desleales son quienes, sabiendo
como neutralizar a la mafia, prefirieron presentar recursos inocuos, creyendo
engañar a alguien, por la ambición de una candidatura que jamás se traducirá en
una elección popular para el Congreso.”
“¡Qué ingenuidad, qué
estulticia, qué necedad, qué inmoralidad! No existe ambición personal de poder
legítima, ellos también son alanistas, tuvieron cargos de confianza, comieron
de la mano de Alan, lo aplaudieron y se sometieron servilmente a sus perversidades,
que se hayan distanciado de AG cuando el pueblo lo castigó con 5% no los hace
diferentes ni borra su trayectoria. Alan no ha muerto, morirá cuando el último
alanista sea apartado del poder público y partidario y entonces y solo
entonces, resurgirá el aprismo, con otro nombre de repente como lo señalara
tantas veces Víctor Raúl al que niegan con sus torpezas y necedades todos estos
bobos.”
Todas las maniobras que la cúpula de Alfonso Ugarte impulse
son de nula honradez. Aquellos protegen intereses creados y dinastías que sólo
el dinero deshonesto consiguió amalgamar. Las delaciones entre rufianes
comienzan a desnudar el real rostro de quienes nunca fueron más que eso:
genuinos impostores. ¿Por qué hay tontos útiles listos a servir de barniz a
estas barbaridades? Misterio que sólo puede atribuirse a la estupidez genética.
Todos los analistas, los serios, no los rentados o bufones
que rotan por canales, radios o diarios todos los días, coinciden en que muchos
clubes electorales perderán la inscripción ante el JNE. El más señalado, sin
lugar a dudas posibles, es el Apra.
Ni algarabía o celebración frívola. Más bien honda reflexión
para ver qué se hace y de qué manera. Pero de lo que sí hay convicción plena es
que con los prontuariados y sus compañeros ocasionales, NO hay nada que tratar, sino fulminar terminalmente.