Monday, October 25, 2010

Su Santidad Alan García II


Con estupor leí que el Congreso de la República había aprobado una Ley que declara al Señor de los Milagros "Patrono del Perú" (13/oct/2010), el texto de la ley: "Declara a la imagen del Señor de los Milagros Patrono de la Espiritualidad Católica del Perú y símbolo de religiosidad y sentimiento popular" (Art. Nº1). La cual fue públicamente firmada y ordenada de publicar por el Presidente de la República durante la Procesión del Señor de los Milagros el pasado 18 de octubre.

Para los entendidos éste es un despropósito, pues quien declara o no Patrón a una advocación o santo dentro del culto que rinden los católicos, es la autoridad eclesiástica, es decir, el obispo de la diócesis, y cuando el culto es refrendado por el Vaticano porque comprende a muchas diócesis, por el mismo Papa… ¿qué significa esta intromisión en los fueros eclesiásticos por parte del Congreso y del Presidente de la República? Primeramente su desubicación total, ellos han sido elegidos para legislar y gobernar sobre la "cosa pública", no sobre la "espiritualidad de los católicos" que, como su definición indica, es la "Cualidad de las cosas espiritualizadas o reducidas a la condición de eclesiásticas, el conjunto de ideas referentes a la vida espiritual".

Seguidamente, el Congreso incrementa el despropósito y en un arranque de inmensidad megalómana declara: "al Señor de los Milagros patrono de la espiritualidad católica de la república del Perú (…) cuya festividad se celebra dentro y fuera del país en el mes de octubre de cada año" (Art. Nº 2), proclamando la omnipotencia presidencial urbi et orbi.

La Ley 29602 es írrita por carecer de sustento jurídico, pero además atropella el principio fundamental del Estado laico y el respeto a la diversidad religiosa que la Constitución proclama. Además de ser una grotesca injerencia del Estado en los fueros eclesiásticos.

Recuerdo entonces al joven laico, lúcidamente anticlerical, que lideró la lucha contra la consagración del país al Sagrado Corazón en mayo de 1923, y cuyo encendido verbo en el entierro de sus víctimas lo encumbró como el político más gravitante del siglo XX… ciertamente García II no es discípulo del joven Haya, es más bien heredero de Leguía u Odría, que con consagraciones y grados militares a las imágenes religiosas buscaron cooptar el caudal político de la feligresía católica, sin respeto por sus creencias ni su espiritualidad.

Perú-Chile: un poco de historia*

Pocos días atrás, el ministro de Defensa de Chile, Jaime Ravinet, exclamó que aguardaba la coherencia diplomática peruana con respecto a la salida al Pacífico de Bolivia y que ella se verificaría por Arica. El típico –y muy mañoso- razonamiento peca o de ignorancia adrede o de confusionista. No entender lo estipulado en el Tratado del 3 de junio de 1929 y su Protocolo Complementario, sobre el cual se basa la demanda limítrofe del Perú en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, deviene en una barbaridad. Con cinismo acostumbrado, también podría ser que estemos frente a una picardía para responsabilizar a Perú de la no salida al Pacífico del hermano país altiplánico.

Perú no le enajenó, exaccionó o robó ni un milímetro de territorio a Bolivia. Es difícil enderezar la pregunta al país del sur y bastaría con recordar el Tratado entre esa nación y Bolivia de 1904 en que a partir de esa fecha los puertos de Antofagasta, Mejillones, Cobija y Tocopilla dejaron de pertenecer definitivamente a Bolivia.

La inequívoca y unánime respuesta peruana es simple: respetemos el Tratado y su Protocolo Complementario de 1929 que dice que "Los gobiernos del Perú y de Chile no podrán, SIN PREVIO ACUERDO ENTRE ELLOS, ceder a una tercera potencia la totalidad o parte de los territorios que, en conformidad con el Tratado de esta misma fecha quedan bajo sus respectivas soberanías, ni podrán sin ese requisito, construir, a través de ellos, nuevas líneas férreas internacionales". Así de simple.

Harían bien los políticos, organizaciones y la sociedad en general en reparar con subrayado interés en los pétreos acuerdos sobre cuya intangibilidad hay largos decenios de precedente. Todo lo demás son majaderías cínicas, imposturas conocidas y engañifas de quienes sí violan toda clase de pacto, tema del que hablaremos en otra ocasión. (hmr-4-8-2010).

Leamos:

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
14-5-2004

Perú-Chile: un poco de historia*
http://www.voltairenet.org/article166609.html

Ha dicho el presidente de Chile, Ricardo Lagos, que "Así es, Perú se opone. Yo creo que la opinión pública boliviana no lo sabe. Y no estoy criticando a los amigos peruanos, estoy constatando un hecho de la historia". ¿A qué se refiere el mandatario sureño?: a la anhelada salida al mar de Bolivia.

El 3 de junio de 1929, es decir, hace casi 75 años, Perú y Chile firmaron el Tratado y Protocolo Complementario para resolver la cuestión de Tacna y Arica. En el artículo primero del Protocolo se dice: "Los Gobiernos del Perú y de Chile no podrán, sin previo acuerdo entre ellos, ceder a una tercera potencia la totalidad o parte de los territorios que, en conformidad con el Tratado de esta misma fecha quedan bajo sus respectivas soberanías, ni podrán sin ese requisito, construir, a través de ellos, nuevas líneas férreas internacionales."

Quiere decir que cualquier decisión sobre un milímetro de Arica tendrá que ser con previo acuerdo sobre los términos, alcances, duración y formas en que esta eventualidad pudiera tener ocurrencia. No es que Chile presente al Perú decisiones tomadas con terceros países, sino que un trato antelado, enhebrado en sinergia tiene que incluir la decisión soberana de ambos países: Perú y Chile, ningún otro. Por tanto, desde 1929, nada ha ocurrido sin que nuestros países hayan dado su consentimiento o negativa expresos.

Para el ilustre diplomático e historiador, Félix C. Calderón, en su obra El Tratado de 1929: La otra historia, refiriéndose a las modalidades de servidumbre en el artículo 1º del Protocolo, escribe: "Cómo puede apreciarse, ella consiste en la autolimitación que ambos países se han impuesto respecto a la suerte de Tacna y Arica, después de la entrada en vigor del Tratado de 1929" (p.290).

Es más, precisa Calderón que "De origen chileno e incluida a insistencia de ese país (el artículo 1º del Protocolo), lo que se persiguió con esa cláusula fue frustrar cualquier eventual arreglo peruano-boliviano en detrimento de Arica. Stricto sensu, esta limitación debió haberse aplicado solamente a Chile, como resultado de la cesión territorial de Arica que hizo el Perú. Lo curioso del caso es que habría sido la libre disponibilidad del Perú sobre Tacna, sobre todo en lo que se refiere a la construcción de una nueva vía férrea hacia La Paz, lo que habría querido restringir Chile. Y para ello no se le ocurrió nada mejor a la Cancillería de La Moneda que recurrir al texto del artículo sexto del Tratado boliviano-chileno de 10 de agosto de 1866, tal como lo recordara Culbertson" (p. 290, op. cit).

Estoy seguro, ya que ha citado la historia, que el presidente Lagos necesita leer el libro del doctor Calderón que hasta puede ser autografiado si así lo facilita la embajada peruana en Santiago y con una simple gestión de índole editorial.

En la p. 237 de Posición Internacional del Perú, Alberto Ulloa Sotomayor, sostiene: "Resuelta la cuestión de Tacna y Arica sin la participación de Bolivia, el interés y juego de Chile son y tienen que ser claros en el sentido de orientar hacia el Perú la aspiración portuaria boliviana. Satisfacerla a costa nuestra significaría vencer y debilitar nuevamente al Perú, émulo permanente de Chile en el Sur del Pacífico; crear una separación abismal entre el Perú y Bolivia por un tiempo cuya extensión estaría en razón directa de tan monstruosa injusticia; crearle al Perú un nuevo competidor político y económico, en mejores condiciones geográficas y necesariamente subordinado o sometido a Chile, ya que no podría ser amigo el Perú y ya que necesitaría apoyar en una amistad con aquél la garantía de continuidad en una posesión írrita de la que el Perú haría todos los esfuerzos posibles por expulsarla".

El integérrimo patriota Alfonso Benavides Correa afirma en su libro Por la patria libre y la justicia social, en la p. 64: "Chile se luce muy generoso con el territorio de Arica, que fue exclusivamente peruano hasta el 3 de junio de 1929 en que el Perú se la cedió a Chile con reservas de dominio, pero se cuida de no hacerle ningún ofrecimiento por los territorios que a Bolivia le pertenecieron hasta el 20 de octubre de 1904 en que, de sur a norte, Bolivia tuvo como puertos propios Antofagasta, Mejillones, Cobija y Tocopilla. ....Chile no le ofrece a Bolivia ninguno de estos puertos porque desde 1879, le ofreció Tacna y Arica a Bolivia, o únicamente Arica o una fracción de Arica, que no pertenecía a Bolivia sino al Perú que se proyectaba desmembrar, como canje por Atacama que Chile le sustrajo a Bolivia y como póliza de seguro de Tarapacá que Chile le arrebató al Perú".

Ha hecho bien la Cancillería del Perú en recordar que hay un tratado, el del 3 de junio de 1929, que rige los límites entre Perú y Chile y el trato especial que hay sobre Arica. Si Torre Tagle comprende bien su misión, es hora de recordar in extenso y urbi et orbi, a los ciudadanos del Perú, qué fue y cómo se gestó un Tratado que puso fin a la infausta guerra de invasión de Chile al Perú. Más aún, la ocasión es inmejorable para que los escolares, universitarios, políticos y líderes en general, entiendan qué es un país, cómo se defiende a la patria que no puede venderse, concesionarse o regalarse como pregonan irresponsables y traidores.

La invocación que de la historia ha hecho el presidente chileno es muy pertinente. Todos tienen que aprender de ella y, en primera fila, el mandatario del sur, quien, sin duda alguna, ha "olvidado" detalles que su país puso en blanco y negro el 3 de junio de 1929.

En ocasión de celebrarse en pocas semanas más el 75 aniversario del Tratado de aquella fecha, inclinemos con respeto nuestras miradas en recuerdo de los héroes que murieron por la patria, por aquellos que ofrendaron sin dobleces ni hipocresías su sangre y alma por el Perú.

¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

Lea www.voltairenet.org/es

*Artículo original del 2004, en http://www.voltairenet.org/article120900.html

______________________________________________________
Désirez vous une adresse éléctronique @suisse.com?
Visitez la Suisse virtuelle sur http://www.suisse.com