Columna
Señal de Alerta-Herbert
Mujica Rojas
15-4-2022
Diario Uno
Fenicios y mercaderes trafican con la educación
https://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/fenicios-y-mercaderes-trafican-con-la-educaci%C3%B3n
En Perú, no tengo certeza que tenga iguales características
en otros países, los diplomas, doctorados, grados universitarios, se extienden
con una facilidad pasmosa. De pronto y gracias al lucrativo negocio, poseemos
más generales que milicianos en armas, algo así como el dicho gringo: too many
chiefs, few indians.
No hay quien pueda decir o afirmar con seriedad que la
educación no es un negociazo de esos que vuelven a carretilleros o personajes
sin ninguna luz intelectual, en rectores, decanos, coordinadores, poseedores de
maestrías baratas, en la esquina y debajo de cada piedra en el país.
No es un tema ideológico partidario. Además, en Perú NO
existen los partidos, hay clubes electorales cuyo fin supremo es colocar
autoridades en el Congreso y alcaldías. No enseñan civismo porque carecen de
esa virtud, básicamente están vinculados a la política no para edificar una
nación, sino para tentar las canonjías y vituallas que da, con puntualidad, el
Estado.
En Perú somos magos para la armazón de edificios oratorios
vacíos pero impactantes. Nos llenamos de incoherencias que parecen “decentes” y
“reflexivas”. Entonces una minoría ridícula en el Congreso, pareciera
gobernarlo por su capacidad de hacer bulla.
Así de simple.
Que Perú tenga algo así como 140 “universidades” nos debería
dar vergüenza porque hemos permitido que el título o grado universitario se obsequie
como si fuera anticucho o choncholí de esquina, sabrosos y picantes, pero de
muy efímera repercusión en el porvenir de la Patria.
Y no pasa sólo en estas “universidades”. ¿Se acuerdan de un
obeso idiota, muy alto, que se hacía llamar “doctor”, hasta que fue
desenmascarado por uno de sus ex profesores?
La falta de actitud, determinación y criterio son parte del
ADN social fallido del Perú.
Soluciones radicales son necesarias y entre éstas, la
pulverización de garitos que dicen dar educación haciendo ricos y millonarios a
sus inmorales promotores que actúan a sabiendas y con dolo cínico.