¡Varones fallaron 500 años, las amazonas regresan, fabuloso!
por Pedro Flecha; pedroflecha@yahoo.com
19-1-2020
El nombre viene de AMA (en quechua
“Negación, fuera, excluido por falta de comprensión, pero existente...” y SUNA que tenía originalmente multiples
significados, que la “media lengua” de hace 300 años, creada por el jesuita Josef
de Acosta, creó.
En el testamento (medio convenido) de
Guamán Poma, la colla es el balance del inca. Cuando el inca falla, la colla
toma el liderazgo. Un ejemplo preínca es la negociación de Túpac Yupanqui (mayor
que Alejandro Magno en otras latitudes) para incorporarlos a un sistema lógico.
Los chinchas sominaban el mar y los incas, la tierra y acuerdan sin sangre.
Hay muchos detalles, pero la “igualdad
de género” fue un fundamento básico de la cultura andina (que no es ideológica
sino ambiental).
Hoy, cuando vemos maravillosas mujeres
insurgentes, no es una novedad, es un replantamiento de un acuerdo fallido (el
catolicismo) en el cual el culturismo, la venta del miedo y la explotación
consecuentes, han sido constantes.
Ahora, la palabra y acción de una mujer
cualquiera, es un bien cultural magnífico. Los “machotes peruanos” (ja, ja, ja)
se tranforman, impotentemente, en agresores, acosadores, violadores, etc.
Una madre es una madre, el abandono
pasivo, la agresón emocional por carencias afectivas u otra cualquier basura
acomplejada, hace que las vulneren, maten o violen.
Felizmente ahora en Perú es un “issue”.
Nuestra ventaja es ancestral, especialmente inca. No hay que invertar nada, está
basicamente en nuestra existencia en este espacio-tiempo; donde los árboles,
desiertos y la noble herencia monumental de milenios, no son objetos sino lecciones.
Al final ¡es el tiempo de las ancestrales
mujeres maravillosas, porque los varones han fallado en 500 años! ¡Y todavía
quieran manejar cualquier cosa corruptamente!