Saturday, August 12, 2023

¡Excusas para todo!

 

Informe

Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas

12-8-2023

 


¡Excusas para todo!

https://senaldealerta.pe/excusas-para-todo/

https://bit.ly/453DEDb

 

No es honorable ni meritorio, cívico o constructivo, pocas sociedades, si alguna comparable a la peruana, en su prodigiosa “capacidad” de emitir excusas para, literalmente, cualquier cosa. Y se nota a todo nivel, popular, oficial, burocrático, comercial, financiero, urbi et orbi. Aunque lo neguemos, somos un país que busca siempre el atajo fácil.

 

Nuestro pensamiento societal no es íntegro, es fragmentado, a pedazos, compuesto de retazos de ciencia infusa, chismes en diarios de ínfima calidad informativa o mensajes de teléfono malogrado que comienzan en A y terminan en Z.

 

Los “científicos sociales” se guarecen en las organizaciones de nuevos gángsteres y se los encuentra en cada rama de árbol o debajo de cada piedra, ¡listos! a ofrecer sus consultorías costosas.

 

Sociedad de la media ciencia, curiosamente no practicamos la estupidez al 50%, sino en su totalidad al 100%. En buena cuenta la estolidez posee amplios confines y trasciende de generación en generación.

 

Citemos una muestra que prueba ese 100%: la elección del señor Alejandro Soto como presidente del Congreso. En lugar de hoja de vida, luce más de 50 carpetas fiscales que le reputan yerros, fallas o incongruencias. Garrafal que una persona de tan frágil contextura sea el titular del Parlamento.

 

Su mentor, según todas las informaciones, el señor César Acuña, demuestra con tesón que jamás podrá tener pensamientos altos. No predomina en su escasa visión, el interés superior del país o la construcción colectiva hacia una sociedad más o menos decente. Lo inmediato, miope, minúsculo, la ambición desbocada son sus signos distintivos e inconfundibles.

 

¡Cómo será el declive del alanismo que la agrupación de Acuña, con todas sus notorias limitaciones, les desalojó vergonzosamente de La Libertad y Lambayeque, en varias oportunidades! Y no hay excusa que valga, mediocridad es mediocridad.

 

La PNP recibe el pago mensual a sus servicios institucionales para que represente al Estado en las calles y en resguardo del orden y ese esquema incluye la seguridad ciudadana. ¿Por qué no se contiene la insufrible ola de crímenes selectivos y mafiosos que todas las mañanas, tardes o noches horrorizan al país?

 

¿Tiene excusa la PNP para no cumplir con su cometido fundamental? Nadie va a creer que un millar o dos de sicarios, pueden vencer a decenas de miles de policías remunerados por la sociedad y obligados a cumplir con su tarea primordial.

 

También la sociedad le exige a la PNP que evite la violencia contra los civiles que protestan por razones políticas y legítimas. Hasta hoy no se ha detenido a ningún policía o soldado por las casi 60 muertes producidas a balazos desde el 7 de diciembre del 2022. ¿Qué excusa han dado?

 

La sociedad de la excusa provee las más desopilantes versiones para justificar fallas o tardanzas, incumplimientos o irresponsabilidades. Si no se terminó el trabajo a tiempo es porque hubo algo que lo demoró. Jamás la honestidad de confesar el yerro o la incapacidad, siempre hay en el menú alguna sinrazón que esgrimir.

 

¿Qué aprenden los niños?: a ver que todo lo anormal y defectuoso en que incurre como comportamiento la sociedad pero que en nuestro país se reputa como cotidiano, “normal”, de plena resignación porque “así son las cosas”.

 

Y si permanecemos impávidos cuando a la niñez y adolescencia le destruyen paradigmas cívicos y de buen vivir, entonces seremos parte de la involución, miembros del caos y alabarderos de lo negativo.

 

Una sociedad que sólo inventa excusas y no razones de fondo o de Estado y con un horizonte para los próximos cien años, está condenada a sucumbir en su propia marea infecciosa. Los inteligentes son egoístas y buscan sólo el logro individual porque la excusa será que el Estado “no le da nada a él o a ella”.

 

En no poco, el estancamiento y anomia profunda que padece Perú se debe a esta cultura de excusas, escapismo, estupidez aguda y mediocridad de capitán a paje.

 

¿Hay que permanecer en silencio frente al derrumbe moral y político agudizado por la corrupción y violencia que no tienen fin y que acabamos de ver cómo funciona en Ecuador?

 

Mal de muchos. Consuelo de tontos.