Sunday, September 11, 2011

Figari

Figari

Autor: Pedro Salinas
Siempre hay un iceberg en alguna parte. Pregúntenle si no al Titanic. O a Luis Fernando Figari, el fundador del Sodalitium Christianae Vitae, cuyo mutismo no está ayudando a fortalecer la fe de sus seguidores. Aunque me puedo equivocar, claro, y no sería la primera vez. Ni la última.

Como sea. El asunto es que, en diciembre del año pasado Figari renunció al cargo de superior general del Sodalitium "por motivos de salud", y hasta donde sabemos no está con ninguna enfermedad terminal ni es –todavía– un viejito chocho. Para nada. Más todavía. El propio LFF anunció que, "iba a dedicarse por entero, en la medida de sus posibilidades, a sus responsabilidades como fundador de la familia sodálite". O sea, energías tiene, digamos. Por lo menos las tenía hasta hace muy poco.

Empero, a las cortas semanas de dicho anuncio explotó la primera bomba atómica sobre su Hiroshima eclesial. Gracias a Diario16 se supo que, el proceso de beatificación de Germán Doig, ex vicario del Sodalicio, fallecido diez años atrás, se canceló. Y se canceló no porque Doig carecía de "virtudes heroicas", como se le dijo a muchos, que también, sino porque llevaba una doble vida.

El Sodalitium entonces divulgó un comunicado institucional. Un comunicado bastante críptico y contradictorio, por cierto. En el que reconoce la información propalada por Diario16, pero a la vez deja en el limbo que en la "inconducta sexual" de Doig quizás hubo cabida a relaciones con mujeres, eludiendo especificar si fue solamente con hombres. En el que sugiere que su principal preocupación institucional se centró en las víctimas, pero no señala si las va a indemnizar. En el que detalla que "en ningún caso se trató de niños", pero no aclara si las víctimas fueron abusadas siendo menores de edad. En el que confiesa que el primer caso se conoció en el 2008 pero no dijo nada por respeto a las víctimas, y sin embargo luego concluye que este tipo de conductas "deben ser denunciadas" con "claridad y transparencia". Y así.

En fin. La verdad es que el comunicado en lugar de despejar dudas, qué quieren que les diga, abrió un sinfín de interrogantes. Todas inquietantes. Porque Germán Doig no era un sodálite cualquiera. Era el delfín de Figari. Y su discípulo preferido. Y el modelo a seguir. Y el que, en parte, diseñó la espiritualidad que anima a la familia sodálite. Y era el santo, vamos. Y nunca nos enteramos si la investigación iba a proseguir o no. Y si esta comprendía también a Figari, a todos los superiores y directores espirituales. Porque, ya saben, el caso de Germán no es el único que se ha destapado. Y si hay más de dos, como se ha visto en otras instituciones similares, podría haber replicantes. Pero no. No nos enteramos de nada más porque a los sodálites les dio por proteger el fósforo con el hueco de las manos, y dieron el capítulo por cerrado.

Y bueno. Ya conocen la historia. A Hiroshima le siguió Nagasaki. Y el mismo diario que dio a conocer lo de Doig, publicó el testimonio de un ex sodálite que habría denunciado a Figari por abusos sexuales y psicológicos. Una cosa muy fuerte. Y escabrosa.

En esta oportunidad, el Sodalitium reaccionó de forma diferente. Y algo peculiar, debo añadir. "No han sido notificados". "Consultado el señor Figari, dice que no es cierto". "Tomarán acciones legales contra el diario". O algo así. ¡¿Cómo?! ¿En este caso no va a haber indagación? ¿No le conviene al propio Figari, para limpiar su nombre, que se haga una investigación seria e independiente? Para no dejarle sitio a la sospecha o a la suspicacia. Y acabar de tajo con el sainete. Digo.

Increíble. No se dan cuenta –o no quieren verlo, que esa es otra- que amenazando a la prensa, en lugar de conjurar el problema, alientan la incertidumbre. Diario16 les pidió públicamente una entrevista con Figari. No respondieron. Otros periodistas les recomendaron lo mismo. Nada. Niente. Nichts. Manan. No se oye, padre.

La cuestión es que, como apunta Eduardo Dargent, "si optan por la confrontación y el silencio, y luego se descubren más casos, quedará la idea de que todos, sin distinción, fueron cómplices de encubrir hechos aberrantes. Que toda la obra de la organización se construyó sobre una mentira". Pues eso.

Félix Calderón Urtecho: el descubridor de Bolívar

Félix Calderón Urtecho: el descubridor de Bolívar
por Juan Carlos Herrera Tello (*); jcherrerat@yahoo.com
http://www.voltairenet.org/Felix-Calderon-Urtecho-el?var_mode=calcul

9-9-2011

El cinco de setiembre dejó de existir el embajador Félix Calderón Urtecho, un diplomático como pocos, un hombre como muchos.

Dignificó su carrera profesional y le dio brillo a sus investigaciones, quedan para las bibliotecas y los amantes de las investigaciones modernas: La usurpación de Guayaquil; La fanfarronada del Congreso de Panamá y Descodificando la creación de Bolivia, La guerra de límites contra el Perú. Todos estos textos pertenecen a la serie Las veleidades autocráticas de Simón Bolívar.

Calderón ha tenido la sagacidad del investigador, y la valentía del hombre amante de la verdad de publicar textos en momentos históricos que sus proposiciones estaban en contra de la corriente mayoritaria.

Así, cuando publicó La negociación del Protocolo de 1942: Mitos y Realidades lo hizo cuando estábamos en plena post guerra del Cenepa y durante las conversaciones que dieron lugar a los Acuerdos de 1998. Lo mismo ocurrió cuando publicó El Tratado de 1929: La Otra Historia, texto que interpreto como la respuesta a Conrado Ríos Gallardo quien escribió la postura de su país en 1959: Chile-Perú: Los Pactos de 1929, acabando con el silencio peruano por setenta años de no conocer desde su óptica la culminación de una de las negociaciones limítrofes más difíciles de su historia. Y publicó su libro, antes de la culminación de las llamadas "conversaciones informales" cuyo fruto fue la denominada Acta de Ejecución de 1999.

Cuando el chavismo está en plena efervescencia, cuando Bolívar es inventado como adalid de la libertad peruana, el embajador Calderón nos hace ver la realidad descubriendo la personalidad de Bolívar con respecto al Perú, con crudeza nos demuestra al calculador y sagaz "Libertador", sus verdaderas intenciones contra nuestro país, su deseo de convertirlo en tres repúblicas: de cómo se nos usurpa Guayaquil, territorio que por el "uti possidetis" era peruano; nos demuestra también que la idea de la gran confederación americana fue de Francisco de Miranda y Bolívar solo fue incoherente y oportunista; del mismo modo así como se nos cercenó Guayaquil estudió con gran erudición de cómo perdimos el territorio de Atacama, que por Real Orden de 1807, aquel territorio pertenecía al virreinato del Perú y determinó por un decreto, otorgarle una salida al mar a Bolivia por dicho territorio.

Siguiendo su corriente, la cual el mismo Calderón debió aclarar, Herbert Morote también escribe un texto sobre Bolívar titulado: Bolívar, Libertador y Enemigo Nº1 del Perú. Porque eso fue Calderón, una escuela que debe ser continuada bajo las normas simples de establecer la verdad histórica, para conocernos más y no inventar falsos héroes y menos aplaudir a los que claudicaron, y hoy son puestos en pedestales inmerecidos.

Los que conocimos a este hombre sencillo, y erudito lamentamos su partida, pero ese legado, esa escuela que nos deja se consolidará con el tiempo porque los que amamos la investigación, los que creemos que no deben existir ídolos de barro, extrañaremos a este peruano valiente que ha tenido siempre la herramienta de su sapiencia al servicio del Perú.

Félix Calderón Urtecho es el que ha descubierto en sus textos a Bolívar, y nos lo ha demostrado como lo que era, y por eso como homenaje a ese legado que no debe culminar con su vida, éste será continuado por sus discípulos.

Gracias embajador Calderón!!!

(*) Abogado

_________________________________________________
Sent with http://www.GConnect.ch Mailsystem