Los mártires de Chicago y su lección pedagógica
por David
Auris Villegas; davidauris@gmail.com
3-5-2022
Los trabajadores somos el alma del desarrollo y progreso
humano. Con nuestra labor encendemos la pedagogía de la dignidad. Hoy
recordamos a los mártires de Chicago, quienes, con su sacrificio nos regalaron
una lección pedagógica por un mundo más equitativo y tolerante, al defender
esta máxima, “ocho horas para trabajar, ocho horas para dormir y ocho horas
para la vida familiar”.
Como profesor universitario y gozando el mismo salario desde
hace 15 años, mientras las universidades peruanas privadas, se han convertido
en modelos de éxito económico, con cierta complicidad escribo este artículo,
centrado en Chicago, epicentro mundial de una extraordinaria lección académica
protagonizada por los trabajadores.
En mayo de 1866, Chicago, Estados Unidos, a comienzos de la
industrialización como hoy, la era de la inteligencia artificial, los trabajadores
lograron conquistar la jornada de ocho horas de trabajo a costa de una
horrorosa masacre, culminando con la condena a muerte de 5 trabajadores y 3 a
cadena perpetua, llamados los mártires de Chicago.
¿Qué lecciones pedagógicas aprendemos de estos mártires?, el
trabajo solidario y colaborativo y no individualista, en busca del bien común
como el logro de ocho horas de trabajo, el mismo, debemos inculcar a los
estudiantes, este paradigma solidario y colaborativo, concientizando ayudar a
los más débiles como aconseja el papa Francisco I.
“Los trabajadores no somos rebaños de carneros” esgrimían
estos mártires, irónicamente, la explotación continúa fina y solapada,
llamándonos con ese dulce eufemismo, colaboradores y nos colman de premios
virtuales y aplausos, mientras las empresas crecen asombrosamente abriendo
brechas insalvables entre ricos y pobres, en países subdesarrollados. Por lo
que debemos forjar en las aulas, según Henry Giroux, el pensamiento crítico.
Asimismo, nos invita ejercer el liderazgo social, en busca
del bienestar común y redibujar la realidad con mayores oportunidades para la
sociedad. Ese liderazgo comprometido debe perseguir equidad y libertad, siendo
imprescindible provocar en el ecosistema de la educación, amor por la paz y
justicia entre nosotros como diría Teresa de Calcuta.
Hoy, en tiempos de digitalización con fuerte presencia de
emprendedores, trabajadores independientes y dependientes, eduquemos
estudiantes dialogantes, críticos y solidarios desde las escuelas, en memoria
de los mártires de Chicago.
©
David Auris Villegas. Escritor, columnista, editor, divulgador, pedagogo
peruano e ideólogo de la educación para el buen vivir. https://orcid.org/0000-0002-8478-6738