Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
20-3-2020
¡La reconstrucción que el porvenir nos debe!
“La mano brutal de Chile
despedazó nuestra carne i machacó nuestros huesos; pero los verdaderos
vencedores, las armas del enemigo, fueron nuestra ignorancia i nuestro espíritu
de servidumbre ………En esta obra de reconstitución i venganza no contemos con los
hombres del pasado: los troncos añosos i carcomidos produjeron ya sus flores de
aroma deletéreo i sus frutas de sabor amargo. ¡Que vengan árboles nuevos a dar
flores nuevas i frutas nuevas! ¡Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra!
Discurso en el
Politeama, Manuel González Prada
“No hay buenas ni malas masas,
sólo hay buenos y malos conductores”.
Víctor Raúl
Haya de la Torre
“I would say to the House, as I
said to those who have joined the Government: I have nothing to offer but
blood, toil, tears and sweat”
Winston
Churchill
Nunca fue mejor ni más
propicia la ocasión para reconstruir al Perú. El trauma de la guerra de
1879-1883 que bien retrata González Prada, jamás fue superado. Haya de la Torre
aludió a la capacidad de los buenos y malos líderes. En su famosa y cortísima
pieza oratoria Churchill ante la Casa de los Comunes reafirmó que sólo podía
ofrecer sangre, trabajo, lágrimas y sudor. Es imposible aguardar a que el
coronavirus nos infecte en cifras masivas como espeluznantes y es hora de
actuar contra el desafío contemporáneo.
Un ingrediente de alto valor
real y doctrinario se junta a este venidero esfuerzo: la salud mental como
política de Estado y así lo ha proclamado en múltiples artículos la
psicoterapeuta Isabel Peña Rodríguez ¿Gozamos en Perú de salud mental? http://bit.ly/30MEbZd
Huérfanos de este ámbito, no hay cómo afrontar con éxito esta pandemia
como cualquier otra.
El coronavirus no tiene color
político, ataca y lo hace letalmente con miles de muertos urbi et orbi a la
fecha en todo el mundo. Quien pretenda rebanar méritos a la gestión del actual
gobierno de Vizcarra se desliza por los infectados caminos de la estupidez y
cretinismo. Así de simple.
Perú tiene que creer, su
sociedad necesita ideas-fuerza y dinámicas que conformen el núcleo creador de
un nuevo país libre, justo y culto como se enunciaba en la Constitución de
1979. Sin grandes temas de fe y carente de adalides, el país resbala hacia los
caminos de la nada, del desconcierto y del ¡sálvese quien pueda!
Los grandes andamios
doctrinarios o ideológicos sucumbieron ante los matones y hablantines con
etiqueta ajena y en la que no creían. Los ayer partidos políticos son apenas
cadáveres en busca de votos para el Congreso o para la administración del poder
que nos impone desde afuera cómo cotizar la moneda, a qué precios vender las
materias primas y su estacionalidad según los intereses de las grandes
empresas. Y se vota por rufianes cuyo mejor distintivo es aparentar mando y
energía. Las más, sino todas, de las veces la desbarrancada suele ser
traumática.
¿Dónde están los jóvenes y su
voz vigorosa y cuestionadora?
¿Entenderán los árboles
añosos que es hora de respaldar a los que menos años tienen sin egoísmo ni
prácticas delictivas?
Imprescindible reiterar un
párrafo anterior:
“Perú como país y como
esperanza posible, como superior a la dureza de sus problemas, capaz de alzarse
sobre los escombros en que lo ha dejado, desde hace 40 años, un grupete de
pandillas de rateros y desclasados ineptos para columbrar el bien nacional pero
sí hábiles en la exacción del Estado como botín, he allí el enorme desafío a
vencer.” ¡Es oportunidad de actuar como
país! https://bit.ly/33mCLXh