Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
25-11-2017
Noviembre y el pus
que brota en Perú
La corrupción es tan natural en nuestro país que NO llama la atención. Es parte del
fallido ADN social del Perú. Hemos navegado desde antes de la Colonia, pasando
por la República, hasta los días presentes, en la ciénaga hedionda de políticos
sucios, hombres y mujeres venales, leyes con nombre y apellido, gobiernos
claudicantes, racismo a granel y desde muy arriba hacia abajo, en proditora
suma: la colección más infame y oprobiosa que pueda graficar la miseria moral
de un país.
Los dineros de Odebrecht, por cuantía enorme y notoria, eran
imposibles de obviarse o sentirse porque gestionaban espacios en los medios,
carteles de propaganda, presentaciones múltiples. ¿Puede descartarse la
existencia de pagos o bonificaciones a quienes participaron de sus goces? Da la
impresión que eso no es posible. Ciertamente quienes actuaron de buena fe y con
sinceridad o emoción, debieron haberse cuestionado el zafarrancho de recursos
porque callar o hacerse los bobos, también los mancha y ensucia.
Cuando hay corrupción es menester castigar o flagelar a los
delincuentes. Se sabe que ellos también arman construcciones legales y
trapisondas en tribunales y juzgados. ¿No varió AG (Alan García) su postura frente a la inscripción con sus
siglas para decir con desfachatez cínica que eso “no significaba nada”?
Y el resto por el estilo.
La semana que pasó fue pródiga en revelaciones. Esta vez ha
sido la señora Susana Villarán la supuestamente vinculada a dineros otorgados
por Odebrecht y la versión viene de capitostes que probablemente posean cómo
ratificar cuanto dijeron. La situación de la ex alcaldesa es, por decir lo
menos, brumosa.
Gracias a la intercesión manipuladora e inescrupulosa del
Apra por Alan García Pérez, a los que integran esa colectividad, se les achaca
vocación para el robo, monra y estafa. Aunque sea injusto es una realidad que
ni los más recalcitrantes dogos alanistas pueden negar: para el resto del Perú
los del partido de la estrella, son simples rateros. Cincuenta o sesenta años
de haber sido, de un modo u otro, columna y trinchera en la lucha por un Perú
libre, justo y culto, terminaron con el señor que apenas si llegó al -6% en las
elecciones del 2016.
¿Qué ocurrirá con los que estaban en otro lado del espectro,
específicamente al lado de la señora Villarán? Hay oleadas anímicas, dinámicas
de opinión y tsunamis políticos que son imposibles de rebatir en el corto
tiempo. Fabrican máculas, echan sombras de sospechas y el asunto empeora si los
ruidosos ahora carecen de explicaciones convincentes.
Habida cuenta del tiempo transcurrido y las circunstancias
de entonces, me es posible ratificar lo que escribí hace casi tres lustros:
“Tengo un gran respeto por mis múltiples amigos marxistas
genuinos y que aún dan fe a las bondades de este credo. Pero, tengo también, un
profundo desprecio por todos los embusteros que le dijeron al país desde hace
más de 30 años que ellos eran la solución que venía en libracos, folletitos de
quiosco y discursos inflamados. Estos viven a cuerpo de rey y son sus propios
amigos de la izquierda proletaria quienes les increpan su modus vivendi y
falsedad monstruosa.” Rebuzna la izquierda caviar
http://www.voltairenet.org/article121202.html
21-6-2004
Advirtió don Manuel González Prada: El Perú es un organismo enfermo, donde
se aplica el dedo, brota el pus.
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