Sunday, February 26, 2012

García y su chacra

Publicado: Domingo 26 de febrero del 2012 | Columnistas y Colaboradores | Imprimir | Compartir | 228 Lecturas

García y su chacra
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Paco Moreno (Editor)

Paco Moreno (Editor)

Enfoque pmoreno@diariolaprimeraperu.com

A Alan García le interesa un pepino la reorganización del Partido Aprista Peruano. Lo que le importa es el poder y sabe que, para llegar a mandar de nuevo, no necesita un partido organizado porque tenerlo podría ser contraproducente.

Si los apristas, esos que aman a su partido como al Perú, se organizan en serio, serían una fuerza digna que podría limpiarle la cara al APRA de rostros como los de García y Del Castillo y de todo aquel cuyo nombre recuerde al latrocinio.

Mientras gobernaba, García minaba adrede su partido. Hacía vano alarde de que su gestión era exitosa, que hacía un gobierno para todos los peruanos; mientras el APRA agonizaba. Casi moribundo el partido ni siquiera pudo sostener una candidatura presidencial. Mercedes Aráoz fue un juego que García propuso adrede porque sabía que los mismos apristas la iban a tumbar. Y así fue.

Lo que quiere García ahora es que el APRA le sirva, de aquí a unos años, de maquinaria electoral para ponerse la banda ancha de nuevo. Nada más. El resto es cuento y eso lo saben bien Del Castillo y Mulder, quienes sueñan con ser candidatos a la Presidencia de la República y que al final terminarán aceptando a García como el indicado.

Eso de que el APRA es el partido del pueblo se acaba cuando terminan las elecciones. García conoce bien el juego: hay que ser candidato de izquierda para gobernar con la derecha de siempre con el mote conocido de que hay que trabajar para todos, lo cual no esta mal. El problema es que se gobierna para los mismos de siempre, en desmedro de los mismos de siempre.

En 1946, el aprista Manuel Seoane, al proponer el Día de Fraternidad para celebrar el natalicio de Víctor Raúl Haya de la Torre, resaltó que los apristas deben guiarse siempre por el lema: "Fe, unión, disciplina y acción". García cumple al pie de la letra, pero según su conveniencia: "Los apristas deben tener fe en mí, deben unirse ante mí, deben ser disciplinados y actuar bajo mis órdenes".

García no habló el viernes por temor al abucheo. Sabe que los apristas de a pie lo detestan por derechista y por unirse al Fujimorismo corrupto. A él, sin embargo, eso le importa poco. El APRA para él es para usar y botar. Digamos que es su chacra. Solo le interesa cosechar sus votos.



Fraternidad de los corruptos

Publicado: Domingo 26 de febrero del 2012 | Columna del Director | Imprimir | Compartir | 449 Lecturas



César Lévano

César Lévano

Razón Social cesar.levano@diariolaprimeraperu.com

La celebración del Día de la Fraternidad aprista ha sido una exhibición no solo del debilitamiento del partido que Haya de la Torre fundó, sino también de la podredumbre de su cúpula. El cinismo se colocó en vitrina.

Jorge del Castillo, el amigo de Fortunato Canaán; Omar Quesada, el que "generosamente" vendió a precio de nada tierras de balnearios del sur; Carlos Arana, quien manipuló sin freno los fondos de programas sociales: ese fue el trío de la noche.

Ese acaparamiento de la noche es una ofensa no solo a la memoria de Haya de la Torre, sino también un insulto a los apristas honestos que, tercamente, concurren a mítines y reuniones de su partido.

Por supuesto que también acudió, aunque tarde, Alan García, el personaje que pasó de cantor aficionado en París a multimillonario en el Perú y el mundo. García se declaró dispuesto a sacrificarse una vez más por la patria. Sabe bien el expresidente que la plata llega sola a Palacio.

En el mitin se vio asimismo a Agustín Mantilla, el dirigente aprista que aceptó que la plata –los dólares– le llegara sola desde la caja fuerte de Vladimiro Montesinos. Mantilla, quien es hechura de García, conoce muchos de los negocios de su jefe, con quien comparte una pasión enfermiza por la matanza. La masacre es el gran amor de su vida.

En los días en que Haya de la Torre fundaba el Partido Aprista Peruano, con banderas antioligárquicas y antiimperialistas, resultó derrotado electoralmente y enfrentó la agresión reaccionaria que mataba apristas en Lima y en Trujillo; en esos días duros, pronunció, en el local central del APRA en Trujillo, lo que ha sido llamado el discurso profético. Dijo entonces:

"Quienes han creído que la única misión del aprismo era llegar a Palacio, están equivocados. A Palacio llega cualquiera, porque el camino de Palacio se compra con oro o se conquista con fusiles. Pero la misión del aprismo era llegar a la conciencia del pueblo antes que llegar a Palacio. Y a la conciencia del pueblo no se llega ni con oro ni con fusiles. A la conciencia del pueblo se llega, como hemos llegado nosotros, con la luz de una doctrina, con el profundo amor a una causa de justicia, con el ejemplo glorioso del sacrificio."

Ese mensaje, pronunciado el 8 de diciembre de 1931, y que se conservó gracias a versión taquigráfica, penetró en la mente de los sectores populares. Yo he conocido hombres y mujeres de la vieja guardia que repetían de memoria la frase que he citado. Muchos marcharon, ungidos por ese aliento moral y político, a la cárcel, la tortura, el destierro, la muerte.

En ese mismo discurso dijo Haya: "el aprismo, que es justicia, que es redención y es sacrificio, rechaza a los claudicantes y a los oportunistas." Le faltó añadir: a los cínicos.