Monday, November 20, 2017

¡Constitución obliga a presidente Kuczynski a comparecer ante Comisión!

¡Constitución obliga a presidente Kuczynski a comparecer ante Comisión!
por Guillermo Olivera Díaz; godgod_1@hotmail.com
20-11-2017

Todo peruano, incluido el presidente de la República, está obligado a comparecer ante la convocatoria de una comisión congresal que investiga un asunto de interés público, según el Artículo 97° de la Constitución Política. No interesa que la comisión se llame Lava Jato o la calidad malquista de sus miembros.

Los verbos obligar y comparecer figuran en la redacción de este numeral. Se trata de una norma específica, la única, porque no hay otra igual, que se ocupa de la facultad expresa de una comisión de investigación, a la cual es obligatorio, tal es el sustantivo formado del verbo, de comparecer a su llamado.

También el Artículo 117° es una norma constitucional específica, pero en otra materia, cual es la de acusar al presidente por ciertos delitos y no por otros. Ambas normas citadas no se contraponen, son especiales, en el asunto que cada una regula. La 117° no lo libera al presidente de ser citado e investigado, lo cual no es acusarlo.

Sin embargo, el presidente Kuczynski con cierta ladina maña, quizá con asesoría de la misma laya, pretende ampararse en esta norma para no comparecer ante la Comisión Lava Jato, porque para él las papas queman demasiado, pues fue el protagonista central en la concesión de la Interoceánica Sur. Hasta firmó una ley gestada de un día para otro que Toledo promulgó y que aprobó solo la Comisión Permanente de entonces. Incluso fue el presidente de Proinversión que otorgó la buena pro a Odebrecht, cuyo dueño ahora le atribuye haber sido contratado como asesor suyo por paga. ¡Cargos gravísimos!

El verbo acusar igualmente lo emplea el Artículo 99° de la misma Carta Magna, cuando establece que corresponde a la Comisión Permanente, solo a ella, acusar al presidente de la República ante el Congreso, una suerte, pues, de segunda instancia. Y como se sabe esta Comisión no hace la investigación, la cual está a cargo de la subcomisión de acusaciones constitucionales. Acusar no es, pues, investigar un hecho de interés público, que regula la Constitución en forma específica, desligada de la tarea de acusar.

En una democracia cualquiera, el control interorgánico (los órganos se controlan entre sí) se impone, por ende, por ser un principio de rango constitucional. El Congreso, vía una comisión de su seno, está expresamente facultado de investigar a todos los peruanos. Ninguna norma lo excluye al presidente en funciones. Karl Loewenstein, debe ser leído, por quienes rehúyen o pretenden zafarse del control constitucional, creyendo que ser presidente es ser inmune absoluto. La inmunidad del numeral 117° es relativa, solo es para los delitos allí especificados y para el estadio formal de la acusación.

Peor aún si se trata de hechos, del año 2006, por los cuales el entonces presidente Alejandro Toledo recibió millonaria coima de la empresa Odebrecht, y está por ellos, con proceso penal abierto, con mandato judicial de prisión preventiva y en trámite su extradición al Perú desde EEUU, año aquél cuando Kuczynski era su ministro y presidente del comité que adjudicó –repito- la buena pro a la empresa corrupta y corruptora, cuyo dueño está convicto, está confeso (ha aceptado su culpabilidad) y está condenado, en última instancia judicial brasileña, a 19 años de pena y en la cárcel.

Lean el Adjunto de la Comisión Lava Jato que convoca al presidente Kuczynski.
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Piñera y el Memorándum García 2011

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
20-11-2017

Piñera y el Memorándum García 2011

Pareciera que Sebastián Piñera lleva las de ganar en Chile, ignoramos si en primera o segunda vuelta. Lo importante –e innegable- es su capacidad decisoria y decisiva en el mando de Lan (hoy LATAM). En el 2011 el gobierno de Alan García Pérez acuñó vía un Memorándum de Entendimiento Aéreo con Chile, un obsequio en bandeja de plata.

La DGAC –organismo de cuarta o quinta línea- no podía otorgar a Chile segmentos de libertades aeronáuticas porque ese delicado tema, entonces y hoy, tiene que ser discutido in extenso por el Congreso por ser un asunto de soberanía. Pero hasta el ministro de Transportes del 2011, Enrique Cornejo, expidió una resolución “confirmatoria”; Cancillería con José Antonio García Belaunde y Gonzalo Gutiérrez Reinel, titular y vicetitular, respectivamente, se “calló” la boca y el jefe de Estado, Alan García Pérez, con su doctrina “no hay que molestar a los chilenos”, hicieron vergonzoso mutis.

Tuve la ocasión de denunciar el asunto en la larga entrevista que amablemente –y que por única vez- me hiciera Milagros Leyva: Alan García obsequió soberanía aérea del Perú a Lan https://www.facebook.com/hcmujica/videos/2009522892649537/ .

Nunca nadie refutó los graves y comprometedores asertos dichos esa noche, ni los de arriba ni los de abajo. Sí, por cierto, el conchabo infame del silencio ha reinado con la militante complicidad de la veintena de internacionalistas, politólogos, analistas, parlamentarios, diarios, radios, televisoras. Es de suponer que nadie quiere perder la financiación a pasajes, libros, turismo que esconde la crítica con tal que los inviten urbi et orbi.

Sabe Piñera o barrunta que el mejor mercado de ventas de pasajes o fletes es el peruano y sobre el particular no hay la más mínima duda. Si el Congreso peruano tuviera más dinamismo, el dictamen que anula el Memorándum García del 2011, ya habría sido anunciado y la aerolínea chilena no podría volar ¡ni un avión! hasta que se arregle el asunto que mancilla la soberanía aérea del Perú y que ha producido el forado de más de US$ 5 mil millones de dólares sólo aprovechados, sin reciprocidad alguna para la Patria, por Chile.

La última canciller del gobierno de Humala, Ana María Sánchez, respondiendo por escrito a la pregunta que le hicieran desde la Comisión de Relaciones Exteriores, sobre el Memorándum GArcía 2011, afirmó que este era un tema inequívocamente sobre soberanía del Perú. Aquí estuvo acertada Sánchez, en el ríspido asunto de los pasaportes electrónicos y en su ministerio, Relaciones Exteriores, dejó pasar un sobreprecio de US$ 16 millones de dólares, materia que se ventila en el Ministerio Público.

¿Va a esperar Perú que Piñera tome la iniciativa o va a demostrar coraje y dignidad para plantear en la mesa de negociaciones, la solución del diferendo, antes que cualquier adefesio protocolar de besos y abrazos?

Que los clubes electorales tan angurrientos por curules, alcaldías y gobernaciones, no demuestren mayor interés, no sorprende. La política en Perú sólo sirve para calmar hambres y faltriqueras. Los hombres y mujeres de Estado son escasos. Ni qué decir de historiadores, periodistas o visionarios.
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