¡Pantalones
bien puestos contra subdesarrollo!
por Carlos Repetto Castro; carlosrep@gmail.com
26-4-2017
El Perú es un país rico. Tenemos riquezas de todo tipo,
minería, pesquería, fauna, flora, extensiones grandiosas de áreas cultivables y
buen clima. Además nuestro mejor recurso, nosotros, los peruanos que cuando
salimos a cualquier parte del mundo triunfamos y nos va muy bien. Somos
competitivos y motivados, inteligentes y creativos y muy buenos trabajadores.
Entonces si tenemos todo esto ¿por qué rayos seguimos siendo
subdesarrollados?
Las riquezas mal utilizadas no duran mucho y no proporcionan
bienestar a sus dueños. El tema es ese ¿quién es el dueño de estas riquezas?
¿es el Estado o somos nosotros?
El Perú, desde la llegada de los españoles, dejó de ser de
los peruanos incas y pasó a ser de ellos, los extranjeros. Su sola misión fue
extraer nuestras riquezas y regresar a España o de donde vinieron, para
gozarlas allá. Los españoles no llegaron a hacer patria, a crear un país. Llegaron a explotar y saquear. Es así, con
esa mentalidad que crean leyes y reglas que condicionaban al indígena, al
peruano, a existir sirviéndolo y esclavizado por ellos.
Es parte de la historia, cómo usaron la mita para esclavizar
y explotar en las minas; cómo usaron la encomienda forzando al servidor a pagar
en plata todos los años, viéndose éste siempre supeditado a tener que cambiar
sus cosechas, tierras o trabajo por plata que ellos no podían extraer, ya que
sólo los españoles tenían ese derecho y capacidad; y cómo usaron el trajín para
convertir al verdadero dueño del Perú, en un animal de carga, en todo momento.
Nuestra esclavitud aún continúa, en manos de unos cuantos que
con el beneplácito y en sociedad con los gobernantes de turno nos explotan e
ignoran nuestras necesidades básicas.
Para ellos nuestro derecho a la propiedad, libertad o a nuestro tiempo
no existe. El derecho a una vida mejor es
inexistente.
¿Acaso no vemos cómo el tráfico de la ciudad nos quita lo
más valioso que tenemos, que es el tiempo?; ¿no vemos cómo los bancos, con todo
los millones que tienen, nos hacen estar en colas larguísimas, zurrándose en el
tiempo y beneficiándose de nuestro dinero?. ¿O no vemos cómo el Banco de la Nación
operando su monopolio, obliga a la gente a hacer colas que dan vuelta a la manzana?. ¿O la SAT, con sus procesos que demoran días
para resolverse, o el Poder Judicial que tarda años para ejercer justicia, que
en su mayoría llega tarde y ya no es justicia?. Podría continuar, pero sería
innecesario ya que todos los peruanos lo vivimos día a día.
En resumen, aún seguimos existiendo bajo las reglas de
extracción creadas por los españoles, el Estado es un administrador que deja
mucho que desear y no beneficia a todos los peruanos, solo a unos pocos y al
resto los exprime. ¿Cuál es el resultado?: ser poco productivos, sueldos bajos
y que Perú sea subdesarrollado donde ni siquiera podemos armar un televisor.
¿Qué hacer?
Comencemos por los bancos, regulación de los intereses
onerosos, no permitir que estos y compañías financieras cobren más del 25% al
año en intereses. Dicho sea de paso, esto existe en los EEUU. Emitir reglas
para que no se permita que los clientes de los bancos esperen más de 5 minutos
en cola. Eso los obligar a emplear a más gente, crear más trabajo y dar un
mejor servicio.
El Poder Judicial debe tener 6 meses como plazo máximo para
archivar o acusar a quien sea denunciado. Así se contratarían más fiscales, se
modernizaría el sistema y se ejercería justicia verdadera.
Los notarios deberían dejar de ser abogados y ser gente
proba sin sentencias y con solidez moral y educación superior comprobada. Solo
cumplirían con la función de verificación de firmas en copias. Los demás
procesos los podrían hacer cualquier abogado.
Se deben dar incentivos reales para que los pequeños
empresarios se formalicen, PPK en campaña dijo que bajaría el IGV, pero después
lo condicionó a el crecimiento del país, el cual no existirá este año, y por lo
tanto el IGV no se reducirá. Lo que no entiende PPK y el ministro Thorne es que
reducción del IGV que al momento es opresivo, no es sinónimo a reducción de
ingresos al Estado. Se puede sustituir con otro impuesto mucho menor y que
afecte a toda la población dependiendo de su capacidad de gasto, permitiendo al
Estado recabar igual o más, en forma más eficiente y sobre todo, dando al
ciudadano común o empresario formalización y respiro, más dinero en el bolsillo
para que gaste o ahorre.
Obligar a los organismos y oficinas del Estado a proveer una
atención inmediata al ciudadano dejando de poner trabas para cualquier trámite,
como cuando uno presenta un documento y le piden copia del DNI y de vigencia de
poder. ¡Para eso están los sistemas y que los funcionarios verifiquen en línea.
El Estado tiene que estar al servicio del ciudadano.
Incentivar la manufactura y creatividad, facilitar patentes
y defenderlas correctamente para que se respeten, no más, “es plagio no copia”
o sandeces de ese tipo.
Reinstaurar el servicio militar obligatorio y las clases de educación
cívica, historia, geografía y formación militar en los colegios. Nuestras
futuras generaciones tienen que estar listas a defender su Perú con orgullo y
conocimiento.
¿Quien tendrá los pantalones bien puestos para hacerlo?
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