Tuesday, February 07, 2023

¡Prepárate para la acción, NO para el licor!

 

Informe

Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas

7-2-2023

 

¡Prepárate para la acción, NO para el licor!

https://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/%C2%A1prep%C3%A1rate-para-la-acci%C3%B3n-no-para-el-licor

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El declive moral, renuncia a la ética, aniquilación de la honestidad y la mentira como emblema, fórmulas todas perversas, destruyen cualquier fraternidad o conjunto humano.

 

Antaño el lema ¡Prepárate para la acción y no para el placer! presidió el trabajo político de muchas generaciones apristas. Sólo así sortearon los trances planteados por la cárcel, persecución, exilio y en muchos casos, la muerte.

 

La foto que acompaña a este texto, muestra a un grupo de alanistas en una cuchipanda con alcohol. No son, que digamos, ejemplo ni paradigma de absolutamente nada. Prensa adláter les concederá espacio pero sus naderías son espectaculares.

 

Tras la desaparición física del fundador, Haya de la Torre, en 1979, la organización política abrió las compuertas y toda clase de especímenes, desde traidores, oportunistas, logreros, malhechores y pícaros, sentaron plaza y hasta se volvieron dirigentes.

 

A nadie escapa cuáles los resultados de semejante envilecimiento. Dos gobiernos 1985-1990; 2006-2011, que ¡ni siquiera pudieron comprar el terreno donde yace la tumba de Víctor Raúl en el Cementario de Miraflores-Trujillo!

 

El terreno enorme donde hoy funciona la universidad de un cacique en Trujillo, que dejó como donación Víctor Raúl, fue malbarateado y rematado al señor César Acuña. ¡Nunca quieren tocar el asunto los responsables! ¿Por causa de qué o qué esconden?

 

Aunque no lo parezca, la memoria no es un tema grato en el partido de la Av. Alfonso Ugarte.

 

Hasta 1985, se podía tildar a los apristas de sectarios, fanáticos o cosas por el estilo. Pero ¡nunca! de rateros.

 

Luego de esas experiencias de amigotes y compadres en el Ejecutivo, una inmensa mayoría de personas, al referirse a los militantes de esa agrupación, les tilda de ladrones y estafadores. Probablemente fue injusto meter a todos en el mismo saco, pero así ha sucedido.

 

La falta de autocrítica interna, severidad en el enjuiciamiento de fechorías, la amnesia colectiva disimulada por esa hipocresía “los trapitos se lavan en casa”, condujeron a la desaparición legal del partido.

 

La paradoja estriba en que los mismos réprobos, mediocres y pillos que hundieron al aprismo en las urnas, hoy sean los que pretenden fungir como héroes de la reinscripción que parece tener serios problemas aún no superados.

 

En la dificilísima coyuntura política peruana, los partidos, no tienen el más mínimo protagonismo. Carecen de ideas, están ayunos de cualquier inventiva, su pasado cuestionado por Palacio y los claroscuros de gestiones lindantes con el delito, les hunden irremisiblemente.

 

¡Eso es lo que pasa cuando la moral y cualquier tipo de comportamiento decente desaparece del trabajo cotidiano!

 

¿Confiarían los pueblos del Perú en quienes cargan sobre sí sospechas de malos manejos, inconductas funcionales, vulneración de derechos humanos, dudas sobre su idoneidad porque todo revela que estuvieron al servicio de los clásicos mandones del Perú?

 

¡Los partidos políticos han sido cancelados de facto en Perú!

 

Los nuevos movimientos siguen a caudillos efímeros y de ocasión! Pocos han demostrado no ver más allá de sus narices limeñas, racistas e incapaces de tocar al sistema.

 

¿Qué conserva un conservador en el Perú? se preguntaba con lucidez ingeniosa Andrés Townsend Ezcurra. Y se respondía: ¿el atraso, la falta de educación, un modelo económico extractivista sin chance para el desarrollo industrial, la corrupción madre de todos los vicios?

 

Preguntar a los conservadores de todas las derechas rancias y brutas del Perú actual, lo mismo, deviene sino incómodo, “poco oportuno” porque no sabrían qué responder.

 

Con jóvenes que pretenden ser los escogidos para candidatear a parlamentarios, aunque su suerte más probable, sea el tremendo fracaso, no habrá la chance de un Perú libre, justo y culto.

 

Todo lo contrario, los trigrillos de papel, no resisten un examen cívico, tampoco una pesquisa intelectual. Su banal habilidad les lleva a exhibirse libando licor, en la frivolidad expresa que todo lo pudre y ensucia.

 

¿No es hora de volver al partido-escuela que tiene que ser la factoría para reconstruir al Perú destrozado por la incuria y la sensualidad de seres ignorantes y atrabiliarios?