El Perú no es Facebook
Ricardo Ramos-Tremolada
http://www.radioexitosa.pe/impresa/expl75012-opinion--ricardo-ramos-tremolada-el-peru-no-es-facebook
El título de esta columna es de Gino Ceccarelli. Siempre
ingenioso y valiente, decía él en Facebook que “si solo denunciamos el peligro
de votar por Keiko Fujimori desde las redes sociales no influiremos para nada
en ese sector social que no nos lee y que la apoya porque cree en el fujimorismo.”
Y terminaba con esa contundente frase (*). Así comienzo mi columna de hoy.
Sucede que Keiko Fujimori está consolidada en el
primer lugar y sus rivales no la tocan ni con el pétalo de una rosa. Poco
importa que sea hija del dictador más corrupto y más violento que ha tenido la
historia del Perú. Lidera todas las encuestas y continúa reinventándose con
maquiavélica astucia. No solo tiene el apoyo de importantes grupos económicos
sino que cuenta también con fuerte respaldo en sectores urbanos pobres así como
en medios rurales. ¿A qué se debe esta capacidad de convocatoria? Tal vez sea
por razones afectivas y/o autoritarias: la relación con un padre que manejó con
mano de hierro el Perú y otorgó cierta sensación de seguridad a muchos sectores
que aún requieren de esa figura paternal para sentirse protegidos.
El caso es que, por más apocalíptico que suene,
Keiko puede ser la próxima presidenta del Perú. Conversaba con Lucho Benavente
y él me decía algo que deberíamos tener en cuenta: “Keiko representa hoy el
neopopulismo en el Perú”. Es decir, es la idónea heredera del legado de su
padre, paradigma del populismo más autoritario y más corrupto en América
Latina.
No olvidemos que Fujimori fue nuestro primer
outsider. Irrumpió en la escena política peruana montado en su tractor, con
cara de bueno y de humilde, dizque representando a sectores populares
excluidos y hartos con el establishment.
El resto de la historia es conocida: a sangre y fuego articula su liderazgo y
su discurso. Cierra el Congreso, elimina a sus enemigos políticos e impunemente
roba, tortura y asesina, sembrando el terror con la ayuda de su mano derecha,
Vladimiro Montesinos.
Y Keiko Fujimori sigue ahora sus pasos, como si nada
hubiera pasado y como si los peruanos no tuviéramos memoria. Casi como el Zaratustra
de Nietzsche, es la maestra del eterno retorno de lo mismo. Lo cual significa
que estamos ante un neopopulismo de derecha cuya amenaza no parecen entender muchos.
Es muy peligroso porque atrae a segmentos
sociales que tienen miedo y por eso se refugian en la derecha, Habermas dixit.
Por ello, si no queremos volver al reino del terror y del
cinismo, es necesario denunciar a viva voz la amenaza que ella representa. ¡Y
no solo por Facebook! Por razones morales, éticas, cívicas y políticas, pero
sobre todo por razones humanas, es indispensable recordarle al Perú esos sombríos y
vergonzosos años del clan Fujimori-Montesinos. Para que la historia no se
repita.
(*) A su vez,
la frase de Gino alude a la otra de Abraham Valdelomar: “El Perú es Lima, Lima
es el Jirón de la Unión…”