Día de la Tierra: urgente tarea pedagógica
por David
Auris Villegas; davidauris@gmail.com
https://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/d%C3%ADa-de-la-tierra-urgente-tarea-pedag%C3%B3gica
27-4-2021
¿Realmente
amamos a nuestra maravillosa Tierra? u ¿orgullosos y dueños de la ciencia y la
tecnología digital, estamos pensando colonizar Marte? Abandonar a nuestra
magullada Mamapacha, sería como abandonar a su suerte a nuestras
desvalidas madres y deforestar a la Tierra, equivale a quitar su vestimenta en
pleno aguacero. ¡Qué horror! ¿Tan bajo hemos caído como homo sapiens en apenas
180 años?
El sistema
mundial de fiera competencia, acumulación económica e ilimitado consumo, al que
todos fuimos arrastrados, nos ha forzado a destruir nuestro escudo natural, la
capa de ozono, generando como consecuencia el calentamiento global, provocando
la masiva extinción de la biodiversidad y poniendo en riesgo a nuestra vida que
no sabemos quién nos regaló.
Ante esta
incómoda verdad esgrimida por Al Gore y como todo proviene de la Tierra, una
década antes del verano más caluroso del siglo XXI, el 22 de abril de 2009,
Naciones Unidas declaró Día Internacional de la Tierra, sin embargo, EEUU, el
mayor contaminador del planeta ya celebraba este día desde 1970, gracias al
liderazgo del senador demócrata, Gaylord Nelson, dando comienzo a la agenda
climática mundial como herramienta para descarbonizar al planeta.
Para
corporizar este día, en 1972, surge el programa de Naciones Unidas para el
medio ambiente (PNUMA). Se hacen esfuerzos para proteger la Tierra a través de
cumbres climáticas, como el protocolo de Kioto, el Acuerdo de París, el COP 25
en Chile, el Acuerdo de Escazú y la cumbre virtual por la Tierra, llevado a
cabo este 22 de abril, liderado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Aunque tarde y
burocráticos, estos acuerdos políticos para erradicar la contaminación
ambiental, aún no han logrado reducir el efecto invernadero por la ausencia de
una planificación de salvataje terrestre, pues cada vez usamos más petróleo y
cada año desaparecemos 12 millones de hectáreas de bosque en nombre del
desarrollo y progreso de los países industrializados y grandes transnacionales.
En este
sentido, los países más contaminantes como China y EEUU y las transnacionales,
están obligados a firmar acuerdos multilaterales para frenar el calentamiento
global, en base a toma de decisiones globales concretas, consolidando con los
gobiernos de cada país, una eco política mundial y transferencia tecnológica,
así como a destinar más fondos para la investigación en recursos renovables en
vez de armas nucleares y proyectos espaciales.
Como estamos
hiperconectados y todos contaminamos al medio ambiente unos más que otros,
busquemos una solución compartida desde la familia y aceptemos el desafío de
cambiar nuestro estilo de vida consumista e individualista, por un paradigma de
vida ecológica en armonía con nuestra madre Tierra y aprendamos a respetarla y
adaptarnos a ella, como hace 200 años, en el primer manifiesto ecológico, nos
recomendó el jefe Seattle.
Desde el
territorio científico, naturalmente, emergerá la voz de la salvación terrestre,
desterrando el uso definitivo de los restos fósiles, como ya están poniendo en
órbita. El satélite Sentinel-6 observa los cambios del mar y sus variaciones.
Aparece en escenario, la inteligencia artificial para preservar la flora y
fauna. Los drones y globos aerostáticos circulan el espacio ayudándonos a
prevenir el daño sobre la Tierra, pero el ciclópeo reto de la comunidad
científica mundial, es dominar en el menor tiempo, la energía del sol hasta domesticarlo
para poner al servicio del consumo global.
En esta
batalla hay luces de esperanzas en todo el planeta como informan los reportes
mundiales, Costa Rica ha desaparecido su ejército para fomentar el turismo
ecológico. Alemania construyó el primer eco barrio del mundo en Friburgo.
Islandia es el país menos contaminado porque usa el calor de la Tierra, la
geotermia. Pero, son los pueblos originarios, quienes mejor cuidan a la madre Tierra,
de quienes, con humildad, podemos aprender el cuidado de nuestro planeta, trata
de decirnos la famosa ecologista cultural Helena Norberg-Hodge.
Hoy más que
nunca debemos estar unidos a nuestra madre Tierra a través del cordón
umbilical, la educación ecológica, para generar sustentabilidad, haciendo eco
pedagogía desde las escuelas a lo largo de todos el sistema educativo global,
formando estudiantes con cultura ecológica, resilientes, creativos,
innovadores, practicando los principios del mundo verde: reusar, reducir,
recuperar, reparar y reciclar, con el objetivo de lograr un bienestar mundial
sostenible, conviviendo solidariamente con nuestro medio ambiente.
Finalmente, como
actores de esta sociedad de consumo, acudamos a nuestra inteligencia ecológica
y a la tecnología digital, para utilizar la inagotable energía solar y
comprometámonos desde la eco educación global, a cuidar y proteger a nuestra
maravillosa Tierra que dio vida a esta civilización.
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© David Auris Villegas. Escritor,
columnista y pedagogo peruano. Teórico de la educación para el desarrollo
sostenible. https://orcid.org/0000-0002-8478-6738