Friday, October 27, 2023

¡Fait accompli=al caballazo!

 

Informe

Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas

27-10-2023

 


¡Fait accompli=al caballazo!

https://senaldealerta.pe/fait-accomplial-caballazo/

https://bit.ly/3McXaG0

 

Para los cultores del francés, la traducción literal es: Nous ne pouvons permettre que cette situation soit entérinée comme un fait accompli. No podemos permitir que continúe como un hecho consumado.

 

En nuestro castellano el fait accompli puede ser traducido de otro modo, con humor e igual contundencia: ¡al caballazo!

 

Una de las más efectivas políticas culturales de todos los gobiernos es el caballazo. Después abundan las quejas, denuncias, ayes acongojados, rabias y análisis sociológicos, psicológicos, periodísticos, estratégicos, que lucen la culposa circunstancia del después y no del antes. Las administraciones más hacedoras, son aquellas que gozan hasta el paroxismo bajo la premisa de ¡a caballazo limpio!

 

Aunque los datos recientes tengan que ver con fallecidos por balas aleves y sin ninguna justificación, a partir del 7-12-2022, decenas de peruanos fueron víctimas de fuerzas represoras que dispararon y ante el hecho consumado, refugian sus crímenes en cómplices al más alto nivel.

 

Y el caballazo es una política de Estado. No hay investigación que eche luces; o jurisprudencia o códigos penales que engrilleten a los asesinos y causantes de muertes violentas. La aplicación del fait accompli, a plomazo limpio, no parece, bajo ningún punto de vista, recurso omitido. Aquí en Perú o en la Cochinchina.

 

Para evitar que algún intelectual de quiosco o de curso por correspondencia, desate sus iras tremebundas, es preciso acudir al mataburro, esta vez –como en otras-, al prestigioso Larousse en su bella edición del 2018:

 

CABALLAZO s.m. Chile y Perú. Encontronazo que da un jinete a otro o a una persona de a pie, echándole encima el caballo.

 

La peruanización del caballazo extendió sus efectos a la política. En efecto, al modo del embrague automovilístico, aquí se privilegia la metida de pata y luego advienen –si llegan alguna vez- los cambios.

 

Más que el clásico abuso de dominio, que ocurre porque hay quién o quiénes así lo permiten con su inacción o estupidez pseudo-intelectual, los caballazos demuestran la vejez o anquilosamiento de las sociedades y sus vectores.

 

Verbi gracia: una administración cualquiera puede regalar vía concesiones abusivas y dañinas, porciones importantes del Perú y la sociedad en su conjunto es incapaz de aprehender el asunto. No lo entiende, a lo más apenas regala algún interés colateral y una que otra declaración periodística, muy de pasadita.

 

Por mal ejemplo, citemos casos realmente indigestos.

 

Los informes de OACI (Organización de Aviación Civil Internacional), adjunta a Naciones Unidas y de la Contraloría, al someter a análisis los vidrios de la nueva Torre de Control en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, concluyeron que aquellos no servían y que no se usaban en ninguna parte del mundo.

 

¿Qué hizo la concesionaria del AIJCH, Lima Airport Partners, LAP? Comenzó un proceso de “ecualización” de los vidrios bajo el supuesto que eso forma parte de un plan de remediación de los defectos de las susodichas lunas. Las recomendaciones fueron porque se cambiaran porque NO SERVIAN.

 

LAP no ha pagado los US$ 200 millones por el seguro contra terrorismo. Tampoco ha habilitado la totalidad de la II pista que funciona con 600 metros menos.

 

Los que tenían que responder por Perú: Ministerio de Transportes y Comunicaciones y Ositran (custodia del cumplimiento del contrato de concesión) guardan un silencio vergonzoso y antipatriótico. ¡No dicen nada!

 

Y los señores de la concesión, LAP (empresa que arrancó hace más de 20 años con un capital de apenas S/ 10 mil soles y que fuera postora única para el Jorge Chávez), se pasean por los miedos, exclamando su versión sin que nadie oponga parecer distinto, reparo o crítica.

 

¡Poderoso señor es Don Dinero!

 

¿Cómo se llama a esas acciones?: ¡fait accompli=caballazos!

 

La impresionante mediocridad del periodismo radial, televisivo o escrito, con alguna excepción notoria, consagra a esta disciplina profesional como damisela de compañía, cómplice del robo y maquilladora de los efectos desnacionalizantes y de riesgos geopolíticos en comparación con otras latitudes.

 

Pero, no pidamos tanto. Rara vez aparece en nuestra plana mediática una exégesis de cómo se mueven los poderes en Latinoamérica y ¡mucho menos! cómo ello afecta al Perú, su posición geográfica y su privilegiado margesí de riquezas naturales, motivo y elan de la ambición de tirios y troyanos.

 

El caballazo, fait accompli, actúa, impone, discurre por avenidas legales que podrán ser discutidas –ellos lo saben- por años de años y la conclusión anticipada será la misma: ineficacia, porque el marco jurídico ampara la inversión y la libera de disciplinas tributarias, las privilegia y las diferencia del resto. Si todas esas virtudes favorecieran al Perú entonces serían absolutamente innecesarios los tan mentados caballazos.