por Herbert Mujica Rojas
5-9-2007
¿Error o estupidez política?
Para variar, dando demostración de su "sabiduría" profunda en temas de
lealtad a la patria y al derecho cuanto que a su ignorancia, Jorge
Brousset ha dicho que no adherir a la Convención del Mar, es un "error
político". Pocos días atrás, preguntado por la actitud chilena de
"consultar" al Perú sobre una salida al mar de Bolivia por Arica,
afirmó que le parecía "saludable". Del mismo Protocolo Complementario
se desprende que no hay consulta posible sino "previo acuerdo". ¿Qué
puede parecerle "saludable" a quien no defiende la posición jurídica
pétrea peruana y se zurra en las transgresiones más escandalosas de lo
que dice el Tratado del 3 de junio de 1929? ¿es consultable quien sólo
proclama inexactitud, falta de conocimiento, desapego a la historia,
en suma, profana y descarado desapego en torno a gravísimos temas
sensibles a la integridad territorial del Perú?
No es la primera vez que el marino hace patente como patético su
desamor al Perú. En 1999 fue parte del equipo capitaneado por el
embajador Jorge Valdez, integrado por Fernando Pardo, el traidorzuelo
Fabián Novak y otros, que convino con Chile el acta espuria de
noviembre de ese año y que facilitó la línea de acción chilena que,
como es obvio, no favoreció al Perú.
¿Acaso el atracadero ridículo e inútil, aceptado a Chile, se encuentra
dentro del perímetro de los 1575 metros pactado por Leguía en 1929 en
esforzadas, largas y hasta tediosas como interminables negociaciones
con los del sur? Novak ha dicho en voz alta y a modo de disculpas,
ante todo aquel que le oyera, que "los de la Marina" fueron los que
dieron la "conformidad". ¿Hay alguna fórmula que permita dar
"conformidad" a las traiciones a la patria? ¿no sería mejor que
supuestos especialistas, fueran premunidos de brochas y enviados a
pintar barcos en lugar de estar haciendo cotidianamente el ridículo
como en este caso?
El embajador Félix Calderón descubrió, luego de haber estado ¡70
años!, perdido en las bóvedas de Torre Tagle, el Plan de Remozamiento
portuario de Arica, el mismo que fue base fundamental en las
mencionadas negociaciones con Chile. Los de la pandilla de 1999, se
hicieron los bobos y comenzando con Jorge Valdez, prescindieron
ignorando un documento vital y luego firmaron el adefesio que no
obliga al Perú a nada porque se convino otra cosa distinta a lo
pactado en el Tratado de 1929. Un marino, ignorante y bocatán, se hizo
de la vista gorda y prefirió el silencio cómplice y dio paso a una
genuina y aleve puñalada contra Perú. ¿O no fue así?
¿Sabrá algo de derecho Brousset? Si es así, lo disimula con una
habilidad sorprendente porque sus expresiones se estrellan contra la
realidad de lo que éste dice. Por ejemplo, su ignorancia espeluznante
sobre delimitación marítima se ratifica tozudamente cuando habla que
la Convención del Mar ampara la posición peruana cuando el ius cogens
(¡préstenle un mataburro!) hace lo propio. El canciller José García
Belaunde ha sido muy claro en la ratificación de lo que todos dicen,
salvo Brousset. Pero resulta que el titular de Torre Tagle, es decir
de la política externa, su manejo y liderazgo, ya ha dicho lo
razonable. ¿Está Brousset cuestionando, por no se sabe qué intereses,
la postura oficial del Perú?
El dominio marítimo donde Perú ejerce soberanía y jurisdicción es
tridimensional, por eso es que Chile NO tiene la razón porque se basa
en acuerdos multilaterales de naturaleza unidimensional (bien ha
bautizado el acápite, el mismo embajador Félix C. Calderón, como
neolítico del Derecho del Mar), pero pedirle esta clase de imaginación
a quien no distingue "acuerdo previo" de consulta, es decir un
ignorante de polendas, es una exageración.
¿Error o estupidez política?
¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!
¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!
¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!
¡Sólo el talento salvará al Perú!
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