Abecedario de amor en
mi corazón
30-5-2018
Los días de noviembre pasaban en Madrid, mientras se
acercaba mi cumpleaños número treinta y tantos (pasados los treinta y cinco,
decides olvidar el detalle de la edad). Me negaba a asistir a una reunión y en
ese momento un programa de televisión comunicaba una trágica noticia: un
atentado terrorista en Francia, lamentable y terrible, con varios hombres y
mujeres heridos y algunos fallecidos, fue tan alarmante que se canceló dicho
evento.
Fue que en aquel momento la vida no me permitió asistir, si
todo hubiera quedado allí quién sabe qué hubiera deparado el destino para mí,
pero el cosmos y la vía láctea hicieron conspiraciones previas y fue así que
descubrí que unos meses antes, en el mes de setiembre, curiosamente él y yo
estuvimos a punto de conocernos, pero no era el tiempo adecuado, fui obligada a
atender a un hombre que llegaba de España y había que recibirle y pasearle o
llevarle a cenar o simplemente ser anfitrión de bien sin embargo me negué una vez
más, finalmente fue recibido por otras personas, pero hasta aquel día yo no
tenía idea que el amor podía estar donde menos lo esperaba y con quien menos te
lo imaginas y en las circunstancias más inverosímiles.
Fue un medio día, el sol estaba en su esplendor, finalizando
noviembre, el sangriento y criminal atentado en París estaba aún en el ojo
público, nuevamente en Madrid, junto al caos , la bulla y algo de desorden en
una zona céntrica, entré un poco tarde, en un recinto con un atuendo en rojo y
hasta los zapatos de tacón alto eran del mismo tono y un adorno en forma de
rosa en el cabello. Era el protocolo: usar el color adecuado me aconsejaron,
que era una manera de honrar a la persona a quien íbamos a ver y quién terminó
siendo completamente honrado, fue el amor, que viene del viento, en forma
insospechada, involuntaria y a veces contra la corriente, trayendo vida a mi
rutina moribunda y agonizante de un amor pobre, hambriento, sediento y
resquebrajado que intentaba no ahogarse en las olas de indiferencia y abandono.
Cupido hizo su trabajo conmigo puesto que ese hombre se veía
tan misterioso y extraño, pero tan dulce y oportuno como el chocolate en una
noche helada de invierno, sus ojos me embrujaron e hipnotizaron, congeló sus
iris junto con los míos, sus pupilas me encerraron en sus propias retinas y
aunque quise huir de su mirada, era tan profunda y penetrante que hasta miedo
me dio. Sentí que el aguijón de un escorpión había traspasado un ADN nuevo, una
trasfusión de sangre en mis venas y luché porque se desvanecieran todos sus
hechizos entre los puños de mis manos, fue como una confrontación espiritual,
pero él era como un Dios en su trono, sentado, ordenando y controlando
mentalmente todo.
Desde aquel día se desató un tsunami interno que rebalsaba
la idea de volver a ver esos ojos que me daban un poco de tranquilidad, un
manantial de miel entre tanta hiel y hastío; iba con los ojos cerrados sin
temor a caer en algún abismo, un chip instalado en mis manos como un GPS nos
hizo encontrarnos muchas veces en el mismo espacio geográfico, volando sin
aterrizar, mirando sin mirar, lenguaje ocular, un abecedario instalado en mi
corazón, que entendía palabras en silencio, puro lenguaje corporal, complicidad
mutua y abismal, alegría y felicidad plasmada en el aire cada vez que sus ojos
se cruzaban con los míos, un sublime beso en las mejillas, representaba el
nirvana, un toque de las manos la entrega de dos destinos, un abrazo el camino
que se fusionaba en el corto tiempo para plasmarlo en lo inmediato.
Y aunque es el más puro y platónico amor que he sentido, sin
celos, sin interés ni dolo, alevosía o ventaja alguna, el autor intelectual de
este amor, es mi corazón que aunque al conocerlo estaba estrujado hoy está tan
ilusionado que hasta podría hacer volar a la mariposa tatuada en mi hombro
derecho y es su amor mágico que pinta mis tristezas de azul, espero dejar la
timidez y saber qué ocurrirá en esta hermosa y dulce historia de amor y escribo
este poema porque deseo que sepa que nuestro secreto estará resguardado por
seres con poderes inspirados aquí en la Tierra y hasta la eternidad.