Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
16-12-2016
Cancillería,
pasaporte electrónico, canasta navideña y sobreprecio impune
Pocos días atrás, conmovió hasta la indignación que en el
Congreso se otorgaran canastas navideñas por un monto individual de hasta S/
920. Las protestas han sido múltiples, por doquier cundió la congoja y amargura
frente a un hecho muy discutible.
Escandaloso
sobreprecio
Pero hace un año la Cancillería del Perú, no la de otro
país, la nuestra, compró con sobreprecio de S/ 53’000,000 de soles, pasaportes
electrónicos (400 mil), al monopolio franco-mexicano Imprimerie
Nationale-Gemalto, favorecido con descaro por el gobierno de Ollanta Humala.
Groseras diferencias
La Superintendencia Nacional de Migraciones compró al mismo
monopolio, el 2015, Imprimerie-Gemalto, la cantidad de 1’200,000 pasaportes
electrónicos al precio unitario de S/ 85.28
La suma asignada, en un segundo proceso, a Cancillería,
creció, nadie sabe cómo, hasta S/ 86’964,000 para la compra de 400 mil, pasaportes
electrónicos y porque se dobló el requerimiento inicial que era por la mitad,
es decir, 200 mil e-pasaportes.
El primer proceso en Cancillería fue tumbado sospechosamente
en el primer semestre del 2015. Y ahora entendemos que habían motivos “importantes”.
Dividida la suma entre las unidades, se obtiene el precio individualizado
en soles de S/ 217.41.
Resta elemental
La diferencia entre las compras de Cancillería (S/ 217.41) y
Superintendencia (85.28) es de S/ 132.13
Simple operación
Entonces, si se multiplica S/ 132.13 x 400,000= S/ 52’852,000.
¿Y dónde están?. Y para que nadie se olvide de la interrogante: ¿y dónde están?
No hay pero que valga
Nótese que Superintendencia ya había pagado software, hardware,
sistema, medidas de seguridad. ¿Por qué tenía que ser más caro el pasaporte
electrónico de Cancillería si el Estado ya había asumido buena parte de los
costos al mismo monopolio Imprimerie Nationale-Gemalto.
¡Es más: en las bases de Cancillería se especifícó que el
pasaporte electrónico, tenía que ser idéntico al de Superintendencia.
Pero, el pero de siempre: el precio fue: ¡S/ 53 millones DIFERENTE! ¿O no fue así?