Monday, April 11, 2011

Corrupción de Keiko doblega a Fiscal Echaíz

Conferencia de prensa:

 

Corrupción de Keiko doblega a Fiscal Echaíz

 

 

 

El doctor Guillermo Olivera Díaz, convoca a conferencia de prensa, mañana martes 12 a las 11.30 am., en el Hotel San Agustín Exclusive, San Martín, 550, Miraflores, para hacer de conocimiento al país:

 

-Fiscal de la Nación, Gladys Echaíz, omitió remitir gravísimo documento que denuncia a Alberto Fujimori por encubrimiento de narcotráfico en el 2000 y en el que se incluía la participación de Keiko Fujimori.

 

Coordinación: 9-9966-6646; 9-9500-6364

 

11-4-2011

 

En la segunda vuelta, dos razones para votar por Ollanta



---------- Forwarded message ----------
From: Eduardo Gonzales-Viaña <egonzalezviana@gmail.com>
Date: 2011/4/11
Subject: En la segunda vuelta, dos razones para votar por Ollanta
To: LATIN AMERICAN WRITERS INSTITUTE <lawi@hostos.cuny.edu>


Por Eduardo González Viaña

        Correo de Salem

 

        En la segunda vuelta, dos razones para votar por Ollanta

 

Los peruanos tenemos muchas razones para votar por Ollanta Humala, pero sólo voy a hablar de dos.

 

          1) Votaremos por Ollanta Humala porque no queremos que otros nos digan por quién debemos hacerlo y por quien no.

 

          El presidente de Chile, Sebastián Piñera, nos ha demandado que no votemos por el nacionalismo. Nos ha dicho que Chile no tolerará que los peruanos elijamos a ese candidato.

          Siguiendo a Piñera, el presidente del Perú condena que se vote por Ollanta Humala. Según él, los otros postulantes sí son elegibles puesto que continuarán con lo que el llama su sistema.

Como todos sabemos, hace cinco años el señor García- a través de su secretario- y el entonces presidente Alejandro Toledo- por intermedio de uno de sus ministros- solicitaron la intervención de los Estados Unidos contra el eventual triunfo de Ollanta Humala por supuestamente atentar contra los intereses de ese país. Es obvio que el embajador norteamericano prefirió mirar a otro lado para no mostrar su repugnancia ante tal actitud de servidumbre.

 

Esta arremetida llegó al paroxismo el día en que las encuestas revelaron el inminente triunfo de candidato nacionalista. En ese momento, nos llegaron todos los males del mundo.

 

Según la mayoría de los diarios y la TV, la pérdida de las inversiones, las variaciones de la Bolsa de Valores, el alza del precio de los alimentos e incluso tal vez la explosión en la central atómica de Fukushima son y serán las consecuencias de votar por Ollanta Humala.

 

          Y sin embargo, votaremos de esa forma porque es una ofensa que se nos suponga títeres e incapaces, por rechazo a las imposiciones del presidente de Chile y a las amenazas del nuestro. Votaremos por amor propio, por autoestima, por dignidad, por decencia.

 

          2) Votaremos así porque sabemos que, además del cáncer y del sida, hay una enfermedad más grave.

 

Un peruano respetable ha dicho que la alternativa de votar entre otra candidata y Ollanta supone tomar una decisión entre el cáncer y el sida. Existe, sin embargo, otra enfermedad que ataca a 11 millones de peruanos. Es la extrema pobreza.

 

          Mientras el ocupante del palacio de gobierno anuncia que ya estamos entrando en el primer mundo, una de cada cinco familias sólo tiene un balde de agua en todo el día para cocinar sus alimentos y cumplir a medias con sus tareas de higiene personal.

 

          En las ciudades de la costa, la miseria se mete en las casas del 21 por ciento de la población. En la sierra, siete de cada diez personas se van a dormir por la noche sin haber saciado el hambre.

 

          Uno de cada cinco niños no sabe todavía lo que son el cáncer y el sida, pero tiene el vientre abultado, las mejillas hundidas y los párpados cansados de quien padece de desnutrición crónica.

 

          Los maestros que educan a esos niños y los policías que los cuidan apenas sobreviven con sueldos que lindan la indigencia.

 

          Tres de cada diez familias peruanas no tienen en su vivienda ni agua potable, ni desagüe ni electricidad.

 

          Siete de cada diez automóviles que se deslizan por nuestras florecientes ciudades del "primer mundo" son taxis y dos son mototaxis. Quienes van al timón son peruanos que perdieron el empleo o no tuvieron jamás un puesto de trabajo debido al sistema neoliberal de los gobiernos Fujimori, Toledo y García. Puede ser que ellos sí sepan lo que son el cáncer y el sida, pero más saben lo que significa trabajar sin domingos en un país que no les ofrece seguro social ni servicios médicos.

 

          El Perú es el primer productor mundial de plata, el segundo de cobre y zinc y el sexto de oro. Con mucho optimismo y mayor frivolidad se asegura que son los resultados del "sistema", y que eso nos llevará al primer mundo. Lamentablemente, debido ese mismo "sistema", la mayoría de los trabajadores no ve llegar a sus planillas los beneficios de tanto crecimiento.

 

          En estas circunstancias, ni la Alianza Gana Perú ni su candidato plantean –como se ha dicho al satanizarlos- un gobierno similar al de otros países, sino van a impulsar reformas para hacer más democrática a la sociedad y emprenderán una profunda reforma tributaria, que obligue a los más ricos a pagar más impuestos, en particular a las transnacionales que se dedican a la exportación de minerales.

 

          La miseria en que vive nuestra gente es la verdadera enfermedad del Perú. Lo ha sido desde los días en que la denunciaron y lucharon contra la sociedad que la produce peruanos tan valientes como José Carlos Mariátegui y Víctor Raúl Haya de la Torre.

 

Olvidar la pobreza del Perú y mencionar con burla el cáncer y el sida sólo expresa amnesia, falta de solidaridad, egoísmo y carencia de amor.  No vamos a votar contra la democracia. Vamos a votar contra la pobreza, y la vamos a derrotar. Vamos a votar por Ollanta Humala.

 

 

 

El cómputo histórico

El cómputo histórico


Dos son los rasgos prominentes de la votación de ayer: 1. El amplio apoyo que Ollanta Humala conquista en todo el país y en los más diversos segmentos sociales; y 2. La catástrofe electoral del APRA, que pierde ahora el "sólido norte" en La Libertad, Lambayeque, Cajamarca y Áncash a favor de Humala.

En LA PRIMERA podemos jactarnos, sin soberbia, de habernos adelantado a apoyar, cuando las encuestas no las favorecían, dos opciones de cambio: la de Susana Villarán y la de Humala.

Nuestro diario había, por otra parte, previsto y difundido una tendencia de oposición en el APRA, el partido que durante 80 años fue el más importante del país. Recién nacida en 1931, el APRA obtuvo en aquel momento 27 asientos en la Asamblea Constituyente. Ahora, después del disfrute absoluto y abusivo del poder, luego de ejercer el "mejor gobierno de nuestra historia" (según la cúpula aprista), se ve reducido a una representación irrisoria: cuatro congresistas.

El voto aprista disidente de ayer es resultado directo de la corrupción, el entreguismo antinacional y la negación de derechos, junto con la represión asesina con que el gobierno de Alan García ha castigado a obreros, maestros, agricultores, amazónicos.

El partido que acuñó el lema de pan con libertad negó a la mayoría la libertad y el pan. En el interior mismo del APRA instaló el espionaje, la represión, la exclusión.

En los regímenes democráticos los dirigentes partidarios que obtienen resultados electorales negativos renuncian a sus cargos. ¿Abandonarán sus puestos el presidente del APRA, Alan García, principal responsable del fracaso, y Jorge del Castillo, su carnal en corruptelas y claudicación?

El balance de ese dúo no es sólo moral. Ha demostrado asimismo estrechez de miras, miopía política. En una etapa, cuando era presidente del Consejo de Ministros, Del Castillo promovió faenones y estableció una red mediática, sin duda no gratuita, para apuntalar su ambición presidencial. Más tarde, reclutaron a Mercedes Aráoz como aspirante al sillón presidencial. La pobre señora no lograba ni el 5% de apoyo.

Después, ya durante la reciente campaña electoral, buscaron, con ojo oportunista, apoyar a Luis Castañeda, en días en que éste aseguraba que ganaría en primera vuelta. A última hora, cuando hubiera sido descaro excesivo apoyar a Keiko Fujimori, decidieron pedir votos para el ciudadano estadounidense Pedro Pablo Kuczynski. Parece que ni con ese aporte pasa PPK a la segunda vuelta.

En suma, estos jefes que han renunciado a toda estrategia ideológica y programática, no aciertan una como tácticos. Si aún tuvieran sangre en la cara, deberían renunciar a sus puestos partidarios y entonar, como hacen los dirigentes dignos, una autocrítica severa sobre su actuación, que ha cavado la sepultura perpetua del APRA.

La demanda de Bolivia por una salida al mar

La demanda de Bolivia por una salida al mar
por Juan Carlos Herrera Tello*; jcherrerat@yahoo.com
http://www.voltairenet.org/article169385.html

11-4-2011

Los 23 de marzo de cada año, el ahora llamado Estado Plurinacional de Bolivia recuerda el combate de Calama y la defensa heroica de Eduardo Abaroa del puente Topater ante el avance de las tropas chilenas que en solo dos días se hicieron de toda la entonces provincia litoral de Bolivia; pero esta celebración se confunde con una aspiración de aquel país para volver a tener un acceso soberano al Océano Pacifico.

En este último 23 de marzo el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma, ha dicho: "Nuestra lucha por la reivindicación marítima ahora debe incluir otro elemento fundamental. El de acudir a los organismos internacionales y tribunales demandando en derecho y justicia una salida libre y soberana hacia el Pacifico".

De toda esta palabrería, lo fundamental del pedido del Jefe de Estado, es que su demanda contra Chile es en base a la justicia y al derecho. En lo que respecta a la "justicia", el hoy Estado Plurinacional está con justicia despojado de su litoral, porque desconocieron el Tratado de Límites de 1874 y con ello provocaron la guerra de 1879 a la cual fue arrastrado el Perú por cumplir el Tratado Defensivo de 1873, y luego al romperse por voluntad altiplánica el Tratado de Límites, Chile se creyó con derecho de anexarse una costa a la cual había pretendido desde 1842 y que antes de la dación de la Real Orden de 1805 que la integra al Perú y luego es usurpada por Bolívar, había sido parte integrante de la Capitanía General de Chile.

Por "derecho" al Estado Plurinacional de Bolivia no le fue usurpado nada, fue más bien un Tratado de Paz y Amistad lo que determinó la configuración de la frontera actual. A diferencia del Perú, que fue ocupado, y sus principales ciudades tomadas ante la falta ya de una resistencia después de cinco años de guerra, firmó el Tratado de Ancón de 1883 donde se tuvo que ceder perpetua e incondicionalmente nuestra entonces provincia de Tarapacá. El caso de Bolivia no fue similar, porque Chile con el altiplano sólo firmó en 1884 un Pacto de Tregua, con lo cual todo el litoral boliviano pasaba a ser poseído por Chile hasta que se realice un Tratado de Límites definitivo.

En 1895, Chile y Bolivia se ponen de acuerdo para eliminar sus diferencias y se sugiere la transferencia de territorios por el cual Chile se obliga a ceder Tacna y Arica a Bolivia en caso ganase el Plebiscito, esto no fue aceptado por Bolivia ya que ellos querían disponer de un territorio que se ajustara a sus necesidades. Ante esta situación aunado a ello el escándalo de la Puna de Atacama, Chile envía a La Paz a don Abraham Konig y les remite una nota el 13 de agosto de 1900 donde no se abre ninguna esperanza de un puerto para Bolivia. El doblez de Bolivia lo retratan muy bien Conrado Ríos Gallardo y Luis Orrego Luco, porque para Chile no era aceptable que mientras se le estaba ofreciendo un puerto en 1895, por esos mismos años Bolivia entregaba la Puna de Atacama a Argentina, territorio que había sido ya entregado a Chile por el Pacto de Tregua de 1884.

Y después, no obstante las protestas contra la Nota Konig, Bolivia cuatro años más tarde en 1904, cede perpetuamente su litoral a Chile en plena paz, sin que su capital haya sido ocupada y sin que ninguna de sus ciudades principales se encuentre en prenda, fue una entrega en plena paz y bajo condiciones totalmente amparadas en el derecho.

El muy versado Canciller plurinacionalista boliviano David Choquehuanca ha manifestado que la salida al mar de Bolivia "no es una aspiración, sino un derecho", además que Bolivia no acepta intercambios territoriales, porque sino "parecerían pro chilenos". No hay necesidad de comentar estas palabras, basta con su lectura para darnos cuenta en manos de quien están las relaciones internacionales de los altiplánicos.

Pero si aquel señor es el Canciller, veamos en que abunda más el presidente alto andino: "Ahora hay tribunales y cortes que los estados soberanos pueden llegar a demandar lo que les corresponde. Es posible lograr que esos organismos hagan justicia y que reparen los daños causados, sin recurrir a ninguna violencia".

Que podría demandar Bolivia a Chile ante algún tribunal internacional? Además que podría corresponderle? Obviamente nada, Chile basta que muestre la negociación de 1904, aprobado ante dos congresos soberanos sin que de por medio hayan estado las bayonetas del vencedor, y con eso destrozaría cualquier pretensión altiplánica, pero lo más gracioso de los dichos de Morales, es que continúan en la senda legada por Hilarión Daza cuando partió por Camarones hacia su país: "sin recurrir a ninguna violencia".

Continuando con el mal chiste, Bolivia imita al Perú (y obviamente lo hace mal) en su demanda por los límites marítimos, y para demandar a Chile, inteligentemente han suscrito el Pacto de Bogotá que obliga a sus miembros a acoger sus diferencias por medio del arbitraje de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Lo que no se han dado cuenta los asesores internacionales bolivianos es que aquel tribunal resuelve asuntos territoriales o de límites cuando no existen pactos concretos, la realidad les juega una mala pasada, al encontrarse con la enorme muralla de concreto que es el Tratado de 1904, que Bolivia suscribió recibiendo concesiones portuarias, ferrocarriles y dinero.

La reacción chilena aparte de la risa, fue inmediata, simplemente suspendieron todo dialogo y sus Cámaras Legislativas por medio de sus presidentes dieron a conocer su postura en acogerse a los Tratados firmados por ambos países. Demás estaría enumerar las bases "jurídicas" que proponen los "internacionalistas" bolivianos que antes que tomarlas en serio son un verdadero chascarro jurídico.

El 30 de marzo en un editorial del diario "La Razón" de Bolivia, el diplomático e historiador Ramiro Prudencio Lissón ha dado la clarinada de sensatez a su país en no aventurarse a realizar actos que podrían dejar en ridículo a Bolivia. Allí en su breve artículo desmenuza punto por punto las "pruebas" que Bolivia tiene para demandar a Chile.

Para aumentar las contradicciones entre Chile y Bolivia, que mejor que el propio Evo Morales, quien manifestó "En este corto tiempo como presidente he caído en la trampa de Chile, … porque cuando exigimos ¿donde está la propuesta?, ¿por dónde va a ser la soberanía?, "Esperar otros 132 años mediante el dialogo, ¿Qué se va a conseguir?"

Es evidente que este tipo de declaraciones tan arlequinescas, permiten observar desde fuera, el grado de involución de todo un pueblo al elegir a semejantes personajes para que los representen. Si uno lee con prolijidad la famosa agenda de los 13 puntos, en lo que concierne al punto seis, en ningún momento se establece sobre cesiones territoriales y menos de soberanía, solo se dicen mecanismos de diálogo y nada más. Esto parece ser mal interpretado por los cerebros bolivianos quienes creen que solo hablar del tema del mar con Chile, es base y sustento a que ellos le entregaran una playa y así cambiar los colores del mapa de Sudamérica por lo menos en un pequeño tramo, con los colores del nuevo Estado Plurinacional de Bolivia.

El presidente chileno Sebastián Piñera, se comprometió en la campaña que lo llevó a la alta magistratura de su país en no ceder territorio alguno a Bolivia, y ahora marcó definitivamente este proceso con una frase contundente: "ellos pretenden algo que es imposible".

Para poner el punto final a la contundente respuesta chilena, el presidente plurinacionalista boliviano afirma con la cultura que lo caracteriza: "Que nos digan desde Chile que es imposible hablar, dialogar sobre soberanía, se equivocan, eso se llama ignorancia". Obviamente en sus expresivas palabras y en especial el no muy cultivado español que tiene el señor Morales Ayma, debemos de intentar traducir lo que intenta decir. Recordemos que alguna vez motejó al Presidente peruano Alan García Pérez como chabacano, probablemente sin mirarse al espejo. Hoy tilda de ignorante a Piñera, sin que de por medio conozca el grado de conocimiento y preparación que tiene el Presidente de Chile respecto del boliviano. En otras palabras, el señor Presidente Plurinacional de Bolivia tiene conceptos personales sobre las palabras que usa, tiene un lenguaje propio y elemental donde usa en su precario vocabulario, palabras, con significado diferente a lo que sus ideas (si es que las tiene) quieren plasmar.

La historia continúa, y el gobierno altiplánico ha nombrado a un experto en finanzas públicas antes que a un historiador o diplomático, en el cargo de Director de la Estrategia Marítima. Los motivos de esta designación obedecen según los diarios de aquel país a que es un hombre leal y comprometido con el gobierno y por ser troskista, de tal manera que prima el compadrazgo y la improvisación antes que la idoneidad y conocimiento.

Las últimas acciones que se ha abocado el nuevo Director de Estrategia Marítima del altiplano es a buscar dialogo con el Perú; ¿pero cómo?, ¿no es que van a plantear una demanda a Chile ante organismos supranacionales con la finalidad de que "en justicia y en derecho", tengan el acceso al Pacífico? resulta más que una incongruencia lo planteado. Y menos el Perú se convertiría en asesor de otro país, lo cual puede entenderse como vulnerar la soberanía de Bolivia ya que en el Derecho no hay tutelajes entre Estados.

Hay que aclarar algo a los plurinacionalistas bolivianos, en razón del tiempo que dicen que están reclamando su "derecho" al mar. No son pues 132 años de reclamos sino algo así como 82. Bolivia provocó la guerra de 1879, y después de haberse escondido en sus alturas y dejarnos solos en la contienda, lograron firmar un Pacto de Tregua, por el cual su territorio litoral fue cedido a Chile. Luego 11 años más tarde en 1895 querían Tacna y Arica para ellos, no obstante conocer que las poblaciones de aquellas provincias eran absolutamente peruanas y se esperaba su pronta reincorporación. Y cuando firmaron el Tratado de 1904, los altiplánicos le permitieron cualidad de soberano a Chile sobre Arica al aceptar la construcción de un ferrocarril desde nuestro entonces puerto a La Paz, esta vía de comunicación favorecía a Chile y no iba a permitir que pase a manos del Perú. No es, sino hasta 1919 que Bolivia inicia sus gestiones para volver al Pacífico haciendo su reclamo ante la Liga de las Naciones y ante su fracaso, tercerizó la cuestión Tacna y Arica. Aún se recuerda lo dicho por el ex presidente boliviano Montes al pretender Arica: "Chile y Perú, tienen razones de orden político mientras que a Bolivia le asiste la historia y la tradición porque Arica ha sido en todo tiempo el órgano natural de expansión comercial". Causan solo indignación semejantes asertos, sobre territorios que ni el derecho ni la historia le permitieron a Bolivia que sean parte de su heredad; y más indignación nos causa por provenir de quienes fueron nuestros aliados.

Pero mientras reclamaba mar, Bolivia cumplía a cabalidad el Tratado de 1904, sino cómo se explica que en 1928 reciba la sección boliviana del ferrocarril de Arica a La Paz cumpliendo el pacto que los encerraba. Este doblez, como otros a lo largo de la historia diplomática boliviana demuestra esa constante de no saber qué es lo que quieren.

Finalmente, es necesario establecer lo que significa el Protocolo Complementario de 1929. El Perú al ver diezmados sus fuerzas de mar y tierra tuvo que capitular en Ancón, cedió Tarapacá, mientras Tacna y Arica estaban sujetas a un Plebiscito que se celebraría transcurridos diez años; la fórmula del plebiscito nació porque era necesario que el Perú cumpla el Tratado y se encamine dentro de aquel terrible pacto, pero Chile no cumplió su parte, fortalecido por sus ingresos por el salitre, inventó una serie de excusas para quedarse en Tacna y Arica a fin de entregar esas provincias a Bolivia. Sabemos que de haberse celebrado el Plebiscito en la fecha pactada, Tacna y Arica volvían al Perú, y la solución que se dio en 1929, obedeció a definir una frontera definitiva con la división del territorio en litigio cuyo perfil es el trazo del ferrocarril de Arica a La Paz, perfil que Bolivia permitió. Y en lo que respecta al artículo 1º del Protocolo Complementario, se puede leer entre líneas que Arica o es chilena o es devuelta al Perú, pero nunca cedida a tercero. Ríos Gallardo y Leguía construyeron así, una alianza que permite a peruanos y chilenos tener una garantía de seguridad y de paz.

(*) Abogado

_________________________________________________
Sent with http://www.GConnect.ch Mailsystem