Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
7-8-2023
¿No hay más gente capaz en Torre Tagle?
https://senaldealerta.pe/no-hay-mas-gente-capaz-en-torre-tagle/
¿Cómo puede ser que el
Ministerio de Relaciones Exteriores, proponga para secretario general de la
Comunidad Andina, al embajador Gonzalo Gutiérrez Reinel? Este caballero fue uno
de los principales oponentes y causantes de la pérdida de importancia de esa
misma organización internacional.
El ex presidente Alan
García y su mesa de partes, el canciller José García Belaunde, alineados al
sistema y con la práctica de una política exterior “liberal”, llevaron a la extinción
práctica de la Comunidad Andina. Gracias a estos dos personajes citados, el
embajador Gonzalo Gutiérrez Reinel llegaría después a titular de RREE.
En Gonzalo Gutiérrez: burros y alfajores (26-1-2008) https://www.voltairenet.org/article154684.html escribí:
“Acaba de opinar el
secretario general y vicecanciller de Relaciones Exteriores, Gonzalo Gutiérrez,
que el incremento de las tarifas de alojamiento de los hoteles en ocasión de
citas internacionales en Perú, desalentará la llegada de visitantes. ¿No es
este funcionario el recientísimo autor del fraude del proceso de ascensos en
Cancillería?, ¿no es, acaso, el mismo, que puso en ridículo al presidente Alan
García, al hacerlo firmar una resolución inconstitucional que terminó en su
anulación?, ¿qué esperan para, de oficio ordinario, denunciarlo, meterlo en una
congeladora, y botarlo de un puesto que no merece, que ha deshonrado y que da
muestras de una ineptitud a prueba de balas?.”
Tal parece que hay
funcionarios públicos que dan demostraciones de supervivencia con todas las
administraciones porque el señor Gutiérrez Reinel está a cargo de la Academia
Diplomática y el régimen de doña Dina Boluarte, vía Torre Tagle, lo promociona
para la mencionada Comunidad Andina de Naciones.
¿Es posible tener tantos
cargos rentados?. ¿O Cancillería carece de personal capaz de asumir un puesto
para una institución congelada y lamentablemente en el limbo?
El señor Gutiérrez Reinel
se convirtió en ministro de Relaciones Exteriores sin haber tenido, siquiera
una embajada a su cargo.
Con los años y a
posteriori de titular de Torre Tagle, recién fue embajador en otros países
siendo su último puesto como representante del Perú ante la Unión Europea en Bruselas,
un puesto que no es precisamente para un favorecedor del globalismo más que de
la integración.
Pasó al retiro por límite
de edad el año pasado y doña Dina Boluarte lo ubica como titular de la referida
Academia Diplomática.
¿No hay otro peruano de
genuina vocación integracionista que pueda ser postulado a secretario general
de un acuerdo subrregional como la Comunidad Andina de Naciones?
¿Por qué se lanzan esta
clase de decisiones en feriados y cuando está a punto de viajar a Brasil, la
señora Boluarte, salida que puede gatillar protestas inflamadas de varios
sectores políticos?
El sentido del oportunismo
no deja de estar presente y aprovechando la inestabilidad en Ecuador y el
tremendo apuro que pasa el presidente de Colombia, Gustavo Petro. Entonces las
vacas sagradas en Torre Tagle sí funcionan a todo tren.
Cancillería tiene una
misión muy importante. No sólo superar su atávica, pusilánime, tradicional,
casi lógica, mediocridad y timidez para los temas internacionales. Son años de
años en que esta casa sólo otorga al Perú fracasos y sólo fracasos. ¡No hay un
solo embajador preso por los robos cometidos en sus misiones y denuncias hay
cientos con documentos!
Las comisiones que se han
formado, como toda comisión en Perú, sólo han barnizado los delitos y les han
puesto membrete hermoso y toneladas de palabras cohonestan las estafas,
deshonras, robos y crímenes cometidos.
El espíritu de cuerpo, esa
tara que mediatiza, disimula y nos vuelve cómplices masivos de las peores
aberraciones, es connatural a Torre Tagle. Nadie denuncia nada, nunca hay
culpables y a lo más, todo se resuelve a pañuelazos fraternos y abrazos
hipócritas.
Menos de cinco años atrás
un sonoro y grotesco complot contra un jefe de misión en Israel y cuya mejor
probanza fue hecha por la propia Cancillería, “terminó” con la absolución de
los fabricantes del siniestro plan y la expulsión del servicio del embajador
afectado.
La comisión que maneja los
ascensos en Torre Tagle está integrada casi en su totalidad por hijos o
parientes cercanísimos de embajadores, o sea, todo queda en familia.
Lamentable y deprimente
que la entidad que debía manejar con eficiencia y criterio la política exterior
del Perú tenga tan malos pilotos y peores resultados.