Corrupción
generalizada es destino del capitalismo neoliberal
por Javier Lajo Lazo; javierlajo@hotmail.com
8-1-2020
Escribo aquí algunos comentarios suscitados por una entrevista
del diario “El Comercio” de Lima, al economista neoliberal chileno Sebastian
Edwards, publicada el 5 enero del 2020.
https://www.facebook.com/javier.lajo/posts/2756716831090035
Eso del “capitalismo más amable, más amigable” que anuncia
Edwards ¿serán las diferencia entre la criminalidad de Pinochet con la de
Piñera? ¿Acaso la corrupción de cuello y corbata, considera "legítimos privilegios" a sus
desmanes? ¿Será que"la versión puta" del capitalismo, la llaman ahora
"la versión pura" de su sistema que ya se pudre por los cuatro
costados?
En Perú como en Chile, ya no “organismo enfermo, donde se
aplica el dedo brota el pus” (en el conocido decir de Manuel González Prada)
no, ahora navegamos en un mar de pus y de ese excremento podrido que es el
capitalismo neoliberal monopólico y de especulación financiera, es que quieren
hacer “nacer la flor” de un capitalismo más amable y amigable”.
Claro, los teóricos del neoliberalismo llaman "versión
pura" del capitalismo, al mercantilismo pirata desatado por las hordas
pinochetistas y las quieren pasar por agua tibia. Dice Edwards:
“Por ejemplo, la gente
ve los altos retornos de las empresas de agua potable, y al mismo tiempo hay
cortes de suministro frecuentes. Estos cortes no son sancionados con severidad
a través de multas, y los usuarios no son adecuadamente compensados. Algo
similar ha sucedido con el gas natural. Hay malestar, intranquilidad, sensación
de privilegios para unos y sufrimiento para otros”. (El Comercio, citado
arriba)
Son acaso ¿los "privilegios", la coima, las
sobre-súper-ganancias que no pagan impuestos proporcionales, ni están obligados
–por contratos con el Estado- a ser "transparentes" en sus libros de
contabilidad? ¿son “privilegios” acaso, el agiotismo de los bancos, el
“rentismo” de los privados especuladores financieros, un BCR “independiente”
como dictadura consentidora del monetarismo desatado y de los monopolios
“convenidos”, la verdadera “vendimia” del territorio subterráneo de la patria,
etc., etc.?
Es decir, estos neoliberales llaman "privilegios"
al delito económico, al entreguismo antipatria, y al “relajo” ilegal de las
grandes empresas (Odebrecht, Graña y Montero, Luksic, Solari, Yarur etc), creen
que "sin Estado" los monopolios no se desatan sin límite y que al
final son los monopolios los que reemplazan al Estado y se imponen sobre el
pueblo soberano. Quieren seguir con la dictadura del "anarquismo"
nazi-neoliberal que ya recaló en manos del sector especulador financiero
monetarista. Y que en el Chile fascistizado y "pinochetista" de
Piñera, no quieren dar marcha atrás.
Así piensan los que han remplazado la democracia por la
dictadura de los BCR, a la que pintan como "independencia de los BCR"
y que deben ser manejados por "entes externos" al país (es decir
¿seguimos siendo "menores de edad"?) ¡qué tal desvergüenza de decirlo
sin ambages! (Dice Edwards: “delegar la
política monetaria a organismos colegiados, manejados por otras naciones”).
Seguro Edwards está pensando en que los BCR de nuestros países los maneje, el
Dpto. de Estado de los EEUU o la Corona Británica, que últimamente se “ha
negado a entregar”, mejor dicho HA ROBADO- el oro en barras depositado por
Venezuela, en la banca inglesa.
Y para remate dice (por medio de sus socios peruanos de
"El Comercio") que Perú ¡debe copiar a Chile!. Claro, si al Perú ya
lo consideran colonia económica y política de Chile! ¿Acaso con estas declaraciones
no intenta engatusarnos y quiere reordenar las filas de la élite privilegiada
de los parásitos y piratas, especuladores peruanos, verdadera quinta columna
chilena, angustiados por el estallido social último? ¡Hasta la foto escogida
parece decirlo: "tranquilos piratas y agiotistas neoliberales...en Chile
no pasa nada".
¡No señor!
Los cambios constituyentes que se vienen, son cambios históricos,
es más, serán transformaciones civilizatorias, comenzando por el cambio de la
concepción individualista del "ciudadano occidental" y su reemplazo
por el concepto de la familia extensa y la comunidad, hasta la transformación
edificante de los esclerotizados y excluyentes “Estados unitarios e
indivisibles”, en modernos “Estados de UNIÓN EN LA DIVERSIDAD” que amparan la
inclusión soberana y expulsan el hegemonismo y la estandarización u
homogenización nazi –experiencia repetida en occidente- . Estas ennoblecedoras
leyes constitucionales que en mucho son producto del liberalismo medieval
europeo, serán el comienzo del colonialismo interno y el fin también de la
dictadura del mercado, especialmente del mercado monetario (los BCR) sobre la
sociedad cada vez más sometida, monetizada (judaizada).
Finalmente diré que los grandes cambios revolucionarios en
los países del "bloque andino" ya comenzaron, desde las
constituciones nuevas de Ecuador y Bolivia, que son constituciones aun
deficientes para los propósitos señalados y otros de menor profundidad, pero de
seguro serán perfeccionadas y ya contienen tres leyes fundamentales, en
desarrollo: 1. El Estado plurinacional; 2. El respeto y reconocimiento de los
derechos de la naturaleza y 3. El derecho de los pueblos al "buen
vivir", es decir al Sumaq Kawsay como ideal y principio filosófico ANDINO para todos los pueblos y ciudadanos.
Aquí en los países del continente andino, nuestros pueblos
sabrán poner fin al colonialismo interno occidental, no por nada el estallido
social ha tenido y tiene a la cabeza en todas las movilizaciones
multitudinarias de todos nuestros países, el inmortal emblema de la
confederación de los pueblos y naciones andinas: la multicolor WIPHALA del
Tawantinsuyu, que lejos de ser “un imperio", como el colonialismo criollo
lo ha calumniado para derrotarlo, significa confederación, cuya hermosa
presencia encabezando las movilizaciones continentales, ya marcan nuestro único
destino civilizatorio y político, el único que reconstituirá a nuestras naciones
y relanzará la súper-potencia mundial alimentaria, económica, científica,
tecnológica, etc. que siempre fuimos, y que por causa de este pequeño “bache
histórico” del colonialismo occidental, estamos “apagados” momentáneamente.