¡Más ingenierías y medicina para transformar nuestra
realidad!
por David Auris Villegas*; davidauris@gmail.com
5-6-2020
¿Sabías que el
licenciamiento es lo mínimo que debe ostentar toda universidad?, el mismo que
ya fue superado en la región. De esto nadie discute en los países
desarrollados. Lo más espantoso. Ninguna universidad peruana, aparece dentro de
los 20 primeros lugares en los rankings de universidades latinoamericanas al
2020. Entonces, ¿de qué sirve licenciarse? ¿Solo para atraer estudiantes?
¿Acaso el licenciamiento, es una fina mascarilla pedagógica para ocultar que
somos los últimos en la región?
Con bombos y
platillos y una aceitada publicidad, el 2014, se publica la Ley universitaria
N° 30220, creando en el 2015, la Superintendencia Nacional de Educación
Superior Universitaria (SUNEDU), con el objetivo de mejorar y llevar la calidad
de las universidades peruanas al más alto nivel y otorgar la licencia
institucional a las universidades que reúnan las condiciones básicas de
calidad, (CBC) al 2020, como expone Lorena Masías, siendo la antesala de la
codiciada acreditación.
Los objetivos
académicos, grados, títulos y planes de estudio, han sido evaluados
rigurosamente con estándares internacionales por expertos centrados en
documentos. Sin embargo, olvidaron valorar el espíritu de la vida
universitaria, el sílabo que está en cuidados intensivos, debiendo evaluarse y
recomendar la mejora inmediata de su pertinencia, emprendimiento, innovación
científica y tecnológica, más allá de vagos contenidos monótonos.
Asimismo, la oferta
educativa compatible con los instrumentos de planeamiento, fueron superados
ampliamente por las universidades, con una abrumadora población de estudiantes
de abogacía, psicología y otras carreras de carpeta; cuando realmente
necesitamos más estudiantes bilingües de medicina e ingenierías en todas sus
menciones como informáticos, para crear novedades, producir y transformar nuestra
realidad.
Nuestras
universidades aprobaron el examen, orgullosamente mostrando una infraestructura
y equipamiento adecuado que, los evaluadores no repararon en el uso
sostenido de los laboratorios modernos y las aulas repletas de estudiantes.
¿Acaso no es posible normar un techo de población de veinte estudiantes por
aula, para garantizar una verdadera calidad educativa?
Por otro lado,
estas universidades con poco más de treinta revistas indexadas, extrañamente
descollaron la línea de investigación, sin considerar por los expertos,
la práctica de la investigación científica para la transformación, así como
comprometer a las universidades financiar y permitir a los científicos de
RENACYT, hoy docentes investigadores, publicar tres papers y un libro
por año para generar patentes, con el objetivo de producir materias
manufacturadas y competir a nivel mundial.
¿Es posible
hablar de docentes calificados a tiempo completo, con un magro
estipendio, mientras las universidades se enriquecen mostrando orgullosamente
sus edificios? Sunedu, ingenuamente ve al docente, como un engranaje de
recambio a ser removido en cualquier momento, amputando la posibilidad de
empoderar expertos en la materia, que puedan aportar al desarrollo sostenido
del país.
Los servicios
educacionales complementarios enarbolarían la categoría de calidad, si contaran con un repositorio que
albergue: Scopus, Web of Science y E-Books actualizados, no solo
al servicio de su comunidad universitaria, sino también abierto al público. Así
como los mecanismos de mediación e inserción laboral se efectivizarán,
si realmente los estudiantes practican desde el primer día de clases en su
formación profesional para que cuando egresen, puedan aportar una alta
competencia innovadora.
Coincidiendo con
Idel Vexler, “una reforma
universitaria integral es mucho más”, por lo que es necesario una reforma
educativa a nivel internacional y apostar por más transparencia universitaria en su vida ética institucional.
Aunque parezca de
Ripley, creo que el sello de garantía de calidad otorgado por la SUNEDU
es, como regalarnos gato por liebre, basta con un clic en las universidades
licenciadas para observar esa calidad traducida en inventos.
Para lanzarnos a
los brazos de la competitividad global, exijamos al gobierno, una política
revolucionaria de calidad educativa sostenida, comprometiendo a toda la
sociedad; liderada por expertos científicos multidisciplinarios y no por
políticos y funcionarios burócratas que están cuidando su puesto y así
lograremos acreditarnos por instituciones europeas, asiáticas o norteamericanas
para producir y vivir, de lo contrario continuaremos embobados, escuchando la
retórica de calidad educativa neocolonial.
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Fuentes:
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Cuáles son las CBC que Sunedu
evalúa para licenciar o cerrar una universidad. Recuperado de: https://andina.pe/agencia/noticia-cuales-son-las-cbc-sunedu-evalua-para-licenciar-o-cerrar-una-universidad-graficos-755307.aspx (28/05/2020)
-
Idel Vexler. Licencia y la
reforma universitaria. Recuperado de: https://diariocorreo.pe/opinion/el-licenciamiento-y-la-reforma-universitaria-noticia/ (29/05/2020)
-
Lorena
Masías. Sobre licenciamiento de universidades. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=1F_be5flCwQ (30/05/2020)