Gigantesca corrupción
derrumbó a Rajoy, entra Sánchez
por Zully Pinchi Ramírez; zullyarlene39@gmail.com
5-6-2018
Sin biblia y crucifijo sobre la mesa, con una corbata roja,
frente al rey de España, Pedro Sánchez daba su palabra de hacer prevalecer la
constitución en su sorpresiva llegada a ser el nuevo presidente de España.
Un desencajado Mariano Rajoy, lo observaba sin creer lo que
estaba pasando, hasta hace unos días él era el presidente y de pronto, estaban
allí frente a frente como aquél día, en que el ahora mandatario le decía al
entonces candidato: “Usted no es decente señor Rajoy, y exaltado en tono amenazante le respondió que
aún era muy joven, que pagaría muy caro su error y que tenía para un largo
trayecto si quería estar en el cargo de la presidencia”. ¡Cómo cambió todo, ironías
de la vida, karma, boomerang o simplemente la sentencia de la trama Gurtel en
contra de su partido, aquel desprecio y mirada despectiva, subestimando a Pedro
Sánchez, tal como lo hizo un día Goliat frente a David, hoy le cobra la factura
a Rajoy.
La prensa española, está tan desconcertada que no sabe, si
enfocarse en el requerimiento de la ausencia de elementos religiosos o si es
más guapo el presidente Pedro Sánchez que el rey Felipe VI o el peligro de haber
pactado con ciertos partidos y líderes con ideologías separatistas, como lo
indicó Inés Arrimadas del Partido Ciudadanos.
Lo cierto que lo más relevante es el por qué la llegada de
Pedro Sánchez a La Moncloa y es que el artículo 113 de la Constitución Española
es muy claro al establecer las razones fundamentales para presentar una moción
de censura; el PSOE tuvo la sartén por el mango.
El entramado empresarial Gürtel, por fin se confirmó y con
ello la careta de funcionarios del Partido Popular, inmersos en corrupción como
aguas hediondas destilando cadáveres de políticos aferrados al poder tan sólo
para enriquecerse, sus ambiciones y delitos salieron a la luz, según la
sentencia de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de
la Audiencia Nacional, 37 años para Pablo Crespo, 33 para Luis Bárcenas,
el tesorero del Partido Popular, 15 para su esposa Rosalía Iglesias y 51 para
Francisco Correa quién es recordado aparte de sus conductas delictivas, por el
generoso regalo de bodas que le hizo a la hija de su otrora amigo, José María
Aznar.
El factor sorpresa lo dio el líder de Podemos, Pablo
Iglesias, que apoyó la moción de censura,
cuajado, maduro y excelente orador como siempre, hizo uso de la palabra
en el debate de la moción de censura y después de mucho tiempo, le sentí
aquella pasión que se le veía apagada y agotada, pero aun así negociar con él y
su equipo no ha sido fácil, no ha demostrado intransigencia, quizás el hecho que
va a ser padre dentro de poco y la indignación de muchos al enterarse de la
compra de una casa con un precio tan alto que alegan que alguien de izquierdas
no puede darse tales lujos, o pensar que puede ser él quien en un futuro
elucubre una moción de censura y sacar del juego al actual presidente, lo
motivó.
La estrategia de Pedro Sánchez ha sido implacable y los
factores exógenos (la mega corrupción del Partido Popular) lo han ayudado a
estar hoy en el poder, pero ha sido fuerte y valiente al no rendirse e intentar
hacer gobierno con elementos legalmente válidos, le pidió a Rajoy la dimisión
pero se negó, Sánchez se aferró a tener como técnica de defensa el artículo 115,
puesto que Mariano Rajoy pudo proponer la disolución del Congreso pero la
Constitución Española específica que cuando está en trámite una moción de censura,
no se puede presentar tal salida, las fichas del tablero de ajedrez habían sido
jugadas con tácticas de guerra, todo acabó y Pedro Sánchez ha ganado, sin
embargo la faena recién comienza, todos los ojos estarán puestos en él y en sus
colaboradores para esperar ver el talón de Aquiles, las debilidades y posibles
errores, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría no ha quedado contenta
con los votos de los diputados, 180 a favor, una abstención y 169 en contra,
las críticas lapidarias ya comenzaron, acusándolo de no tener plan de gobierno
y de haber llegado al poder por
ambiciones personales y no por amor al prójimo.
Vienen días intensos para el nuevo presidente y su gabinete,
que sea el pueblo español quien lo juzgue de acuerdo a sus hechos.