Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
2-6-2004
TdP: ¡que se vayan estos rateros!*
No sólo Telefónica del
Perú incumple regulaciones detectadas por Osiptel, sino que desde hace
larguísimos años le viene robando al pueblo peruano usuario de sus servicios
caros, ineficientes, mañosos y comunes en cualquier empresa de su giro. Si
existiera alguna pizca de dignidad para con el trato a los cacos, habría que
echar a estos ibéricos globalizadores con un buen puntapié en el trasero.
Son decenas de miles las
facturas adulteradas con cobros por servicios que jamás prestó las que TdP
pretende cobrar a sus clientes. Llamadas al extranjero falsas, conceptos que
nadie ha solicitado, el costo tramposo de interconexión y alguna otra
trapisonda caracterizan el comportamiento de esta firma.
Felizmente el congresista
Jhony Lescano, uno de los pocos rescatables de la corporación que hasta el
caballo de Calígula se avergonzaría de integrar –como sostenía Manuel González
Prada- ha peleado con valentía y de frente contra los abusos connaturales de
TdP. Recordemos también que el actual presidente del Parlamento, Henry Pease
votó a favor de TdP en meses pasados.
En Argentina, en Chile, en
Brasil, en la misma España, Telefónica hace cuanto le viene en gana porque si
hay algo que no le falta es dinero para comprar periodistas, ejecutivos de
imagen, ministros o legiferantes. La dictadura delincuencial de Fujimori tuvo
en TdP uno de sus pilares más inconfundibles y el nipón les favoreció con toda
clase de ordenamientos jurídicos abusivos.
Por ejemplo, hay decenas
de estudios de abogángsteres, que ganan porcentajes por la cobranza de cuentas
morosas. Para ello se valen de medidas cautelares que incluyen el descerraje de
puertas, el embargo físico de artefactos, la agresión a ancianos y ancianas, la
malcriadez indecible por teléfono con matonerías que asustan al común de nuestros
hombres y mujeres y todo ello fue consagrado para que TdP logre el dinero que
le adeuda gente que no pudo o dejó de pagar sus facturas. ¿Quién controla a
estos delincuentes de cuello y corbata?
Decir que sin TdP no
habrían los millones de teléfonos en el Perú equivale a entender que el precio
fundamental de la modernización es el robo a mano armada y a través de facturas
infladas e indescifrables. Cosa distinta es que aquí las leyes se hagan para
que unos pillos, con la ayuda de los nativos de adentro, se enriquezcan en
cinco años lo que debería tomar normalmente diez o quince. ¡Cualquier otra
empresa de telecomunicaciones de categoría habría hecho lo mismo o mucho más!
En 1998 me tocó lidiar
hasta en seis juicios con TdP. Desde enero de aquel año me apuñalaban con
supuestos consumos por arriba de los US$ 500 mensuales. La primera factura –y
en partes- la pagué en agosto y durante ese largo lapso nunca pudieron cortarme
la línea. Por una razón simple: ¡protesté por escrito, personalmente, por teléfono
y nunca, pero nunca, arrié la bandera de mis reclamos! Vencí y pagué el 10% del
total, que era lo justo. ¿Qué habría ocurrido si decenas de miles de usuarios
hubieran hecho lo mismo? ¡Otro sería el cantar!
TdP: ¡que se vayan estos
rateros!
¡Atentos a la historia;
las tribunas aplauden lo que suena bien!
¡Ataquemos al poder; el
gobierno lo tiene cualquiera!
¡Rompamos el pacto infame
y tácito de hablar a media voz!
hcmujica.blogspot.com
Skype: hmujica
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*Publicado originalmente
en la Red Voltaire el 2-6-2004 http://www.voltairenet.org/article121036.html